Asesino
Publicado en Dec 27, 2012
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La primera vez que maté no fue tan difícil como se piensa. De hecho fue un accidente, casi inconsciente. Fue cuando estudiaba en la universidad, en un aula de clases, a una chica cuando estábamos solos. La tumbé y después la apuñale varias veces con las patas de la silla del profesor, no recuerdo si empecé por el cuerpo o la cabeza, porque todo fue muy rápido.
Aquel había sido un muy mal día. Me levanté temprano, como usualmente lo hacía en aquel entonces. Cuando me dirigía a la universidad en el transporte público, yo estaba sentado y un tipo estaba parado al lado mío con un elote en vaso en la mano. Al parecer tenía conflictos con diferentes personas porque alguien lo llegó y lo retó después lo empujó, le tumbó el vaso y los granos, la crema, salsa y cualquier otro ingrediente que tenía me cayó a mí, en la camisa. Así que con la ropa manchada tuve que ir a la escuela.
Estábamos en época de exámenes y en varias de las clases nos dieron los resultados y no me fue tan bien. Poco a poco mi humor se fue tornando molesto.
En la penúltima clase del día, por la tarde, recordé que tenía que enviar por correo electrónico una tarea que era muy importante para la calificación final. Así que al finalizar la hora de aburrimiento, me dispuse a enviar la tarea por la computadora del profesor (En la universidad que estudiaba todas las aulas tenían y siguen teniendo computadoras con Internet).
Pero mi primera víctima se me adelantó. Era bonita, pelo rubio, ojos claros y unas facciones delicadas y delgadas, su olor era fresco y su mirada brillante, el despliegue de vida que irradiaba  serviría para iluminar el más oscuro de los pantanos.
Recuerdo que me dijo, "no me tardo, sólo voy a checar el correo", así que la esperé, pero además de abrir la página de su correo, se puso a chatear y se tardó, más de lo esperado. Ya iba tarde para mi siguiente clase. A veces solo volteaba a verme y sonreía, pero no parecía moverse, así que poco a poco me empecé a desesperar y a sentir una frustración y estrés que buscaba salir de mi cuerpo y explotar. Fue ahí cuando ocurrió.
No sé cuanto tiempo, ni exactamente cómo pasó todo, sólo sé que después de terminar de liberar el estrés, sólo había un bulto de carne con sangre en el piso, casi irreconocible. Al principio me asusté y salí corriendo del aula. Afortunadamente no había clase para la siguiente hora y salí corriendo sin que nadie me viera, pero pensé que sólo era cuestión de tiempo para que dieran conmigo. Así que no escapé, me fui a mi casa y esperé que vinieran por mí.
Al principio imaginé que vendría todo un pelotón de policía a rodear mi casa con patrullas para sacarme, algo que creo que a los delincuentes los hace sentir héroes, ya que se pone mucha atención en ellos, y los medios de comunicación me querían entrevistas el momento de salir con las manos esposadas.
Pasaron dos horas, ya era de noche y nadie llegó, después de estar todo el día encerrado en mi cuarto en un rincón abrazando mis piernas, salí a la sala y prendí la televisión, estaba en todos los canales locales.  Calificaban de terrible el crimen, no se comparaba con ningún otro en la ciudad, sobre todo porque fue en la universidad de más prestigio del estado y casi del país. Pero lo más importante de todo, no tenían pistas de quien había sido, sólo tenían las huellas digitales de la silla, las cuales compararían con la base de datos de criminales, pero yo no era criminal hasta hoy y no darían conmigo por eso.
Tampoco había testigos, ni otra clase de pistas para encontrar al autor del asesinato, mencionaban. El rector de la universidad hablaba de que estaban consternados por el crimen y que interrogarían a todos lo alumnos que estuvieran cerca de la zona de acuerdo a sus horarios de clase,  y que si no se encontraban pistas interrogarían a todos y cada uno.
No podía creer lo que estaba pasando, acababa de matar a alguien en plena luz del día y nadie tenía idea de que yo lo hice. Yo lo hice y me gustó, me quitó el estrés de una manera singular, y me dio una satisfacción increíble el poder desquitar todas mis emociones negativas de esa manera.
Y me dio una gran risa que nadie se diera cuenta. Todos estaban en su mundo interno, preocupados por otra cosa que no sea los demás. Tan enajenados con sus problemas, que no pudieron darse cuenta de que es lo que pasaba a su alrededor, al lado del aula donde llevaban clase.
Por esta condescendencia de la sociedad lo he vuelto a hacer varias veces. Ellos fueron los que convirtieron en lo que soy, ya que impunemente puedo liberar mi estrés y mi odio hacia ellos con terribles crímenes que siguen saliendo en las noticias pero que no pueden identificar quien los hace. Sólo falta que los demás me imiten.
Foto del autor Luis Mario García
Textos Publicados: 10
Miembro desde: Nov 16, 2012
3 Comentarios 438 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Cuento corto escrito en mis días como estudiante

Palabras Clave: Asesino universidad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (3)add comment
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Nuglam

iba tarde para su siguente clase... pero luego no tenía clase....
Responder
September 17, 2014
 

Luis Mario Garca

Gracias, lo haré
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December 27, 2012
 

Joderick Morgan

Me gusta el cuento, solo que le falta arreglarlo para que esté completamente bien!

Te invito a que leas mis cuentos, ya que tienen algo que ver con lo que he leído. :)
Responder
December 27, 2012
 

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