Aunque pasen los años
 
Esa tierna sonrisa de alegre niña
Y de seria mujer no se borra de mi mente,
Esa mirada penetrante que me obliga
Hacer cosas sin que me lamente.
Esa mujer con temperamento fuerte
Y con rectitud, la que jamás se detiene
Por más que la atropellen
Y aunque mil veces se caiga,
Se levanta y sigue de frente.
Esa adolescente que tuvo un amor prohibido
Que creía nunca poder ser feliz
Junto al hombre querido,
Y aunque Dios en su camino puso barreras,
Las derribó todas, y hoy esta con el príncipe
Quien es hoy su marido.
Esa mujer que es romántica y a la vez una
Comprometida con la vida, con las cosas serias
Con la educación,
Es una gran mujer que mueve cielo y tierra
Con una sola sonrisa, una caricia,
O una charla sentida.
Esa mujer tuvo alegrías, tristezas, mucho dolor
Golpes duros desde su niñez y hasta su adultez
Hoy es una señora hecha y derecha
Llena de amor que entrega su corazón.
Soportando un padre que al cielo viajó
Y en su temprana adolescencia de un único hombre
Se enamoró, el príncipe que a su castillo llegó,
Pero era prohibido, mas aun no lo dejó
Ni la más grande familia su amor destruyó.
Los años pasaron y teniendo dos hijas ella tenía alegría
Mas sus problemas no acababan, pues un nieto
Muy pronto a su hogar llegaría.
Esa mujer que supo ser niña y mujer
Todo lo resistió, todo con fuerzas sobrellevó,
Y hoy la veo tan fuerte y débil a la vez,
Pero una mujer con todas las letras ¿Quién mas puede ser?
No es otra más que mi madre, mi ejemplo de perfecta mujer.
Ella todo lo aguanta, y es feliz con los problemas de la vida,
Creo que cumplirá tantos años, pero su cuerpo y su
Rostro, la juventud jamás se irá.
Cumplirá años, seguirá su rumbo
Pero nadie lo notará,
Aunque pasen los años ella seguirá siendo igual,
Seria y enojada por fuera
Pero bondadosa y amable por dentro,
Mi ángel de la guarda, mi cofre de secretos,
Mi madre y amiga en cuerpo entero.
Aunque pasen los años seguirás enseñando en escuelas
Veras mucho nietos crecer, serás madre
Y abuela y seguirás amando al hombre que te hizo mujer,
El que te llamó su princesa de admirable piel.
Aunque pasen los años, los años no lo sabrán
Y no sabrán que mi amor por ti no cambiará,
No cambiaras jamás mamá, mamá nunca olvides
Que te quiero mucho, y lo sabes,
Los años se marchan y vienen otros con la edad
Pero nunca tu rostro se podrá marchitar,
Podrán marchitarse las rosas de todos los jardines
Pero la más hermosa no lo hará.
Los años te encontrarán pero Rosario,
La flor más bella, será una mujer perfecta en la eternidad.
Mi madre querida, la que me ama
Y en su corazón alberga bondad.
 
Autora: Andrea Fernández
Dedicado a: mi madre