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SE FUE UNA ROSA
Publicado en Dec 06, 2012
 Té fuiste en silencio, como el agua entre las manos, como las gotas de rocío, como los bellos colores del otoño. Tú vida se perdió en el invierno y algo se congelo en las nuestras. La rosa de tú vida se extinguió sin marchitarse y la Rosa de tú nombre se ha quedado entre nosotros. Entre los que té queríamos, entre los que té admirábamos. No podías esperar y té fuiste, pero entre nosotros quedó tu semilla, ese trocito pequeño de ti que es tan grande. Ese trocito de ti que cuidarás desde esa estrella que queremos creer que existe para que en nuestras almas se calme un poco el dolor de no sentir jamás tú risa, esa risa guasona y divertida, el brillo de tus ojos y la belleza de tu alma, tú alma de niña grande que supo vivir y morir con tanta dignidad. Quisiste irte en silencio, pero tu ausencia resonó como una granada en la noche silenciosa y algo se murió dentro de todos los que té queríamos. Té fuiste muy triste pero dejaste sembrada la alegría en el recuerdo de los que té seguimos queriendo. No te has ido, por que estarás siempre enredada entre nuestros más bellos recuerdos y nos sentiremos orgullosos de que nos hayas considerados tus amigos. Antonia Rico.
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