El tiempo de ti
Publicado en Nov 26, 2012
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Despierto hoy a las 8:25 am. 8 octubre sábado, solo otro día de verano, existe una sensación extraña como si el mundo fuera en blanco y negro, hoy es un día donde no hay mucho que hacer, no tengo deberes por hoy así que paso la mañana sin prestar atención a lo que pasa a mi alrededor, desayuno y salgo de casa buscando algo interesante que ver, acostumbro ir a los columpios del parque, no se porque, la naturaleza es buena para olvidar los problemas, me noto algo distraído, al menos mas de lo normal, al llegar me siento en el columpio de en medio entre otros dos y comienzo a mecerme con suavidad pensando en mis asuntos sin importancia entonces noto que hay alguien junto a mí, al voltear veo a una linda chica acariciando un pequeño gato negro, -lindo gato -le dije despreocupado –ee…. gracias -responde ella con timidez –lo acabo de encontrar creo que está perdido -, -no deberías encariñarte, los gatos negros son de mala suerte– le dije,  -no creo en la suerte, es un gato muy lindo, quiero conservarlo- una extraña sensación me invadió, no podría describirlo, es solo que me perdí en el brillo de sus ojos y me enamore de su cabello corto y de su ternura causada por su torpeza,  Junto mis dedos susurrando -¿te molesta si te hago compañía?- Ella se sonrojó un poco y sonrió con timidez mientras movía su cabeza diciendo –no-, –…por cierto yo soy Alex y tu?-, -Daniela…- nunca antes había sentido algo así,  la sensación de poder tocar la felicidad con la punta de los dedos, no recuerdo la ultima vez que me sentí feliz, pero en el fondo sabia que no duraría por mucho, Daniela se levanta intentando atrapar al gato que se le escapaba de las manos y corre hacia la calle, lo persigue con desesperación, y lo había alcanzado son problemas si no fuera por un camión que surgió de la nada a toda velocidad hacia ella, no tendría tiempo de reaccionar ni de decir su ultima palabra, un golpe, un eterno silencio y entonces todos se vuelve carmesí, la sangre corría por la calle y se colaba por las alcantarillas, un escalofrío recorre mi cuerpo, puedo sentir la locura como un demonio apoderándose de mi, no logro reconocerla, entregaría mi alma con tal de que todo sea un sueño, pero sé que no lo es, sólo veo una sombra del otro lado de la acera que me mira fijamente, tiene un gran parecido a mí, sólo por su cabello que es más claro, ropas blancas que contrarrestan con mis ropas negras, me doy cuenta, su presencia trae la desgracia, mis ojos han visto el dolor y lo único que puedo hacer es cerrarlos esperando no volver a abrirlos nunca más…
Despierto hoy a las 8:05 A.M. 8 octubre sábado al ver la hora y la fecha mi corazón casi se detiene, todos mis recuerdos están ahí ¿Qué fue lo que paso?, sólo puedo pensar en esa chica de la cual no recuerdo su nombre. Al llegar a los columpios, miro a mí alrededor, pero no hay nadie, al parecer solo haba sido un sueño, siento una mescla de alivio y nostalgia y me pregunto si realmente esa chica existirá en algún lugar de este mundo, comencé a mecerme con suavidad entonces un golpe de sueño se apoderó de mi, cerré los ojos sólo un momento y al volver a abrirlos alguien estaba junto a mí, entonces me di cuenta, era ella como si nada hubiera pasado, una sonrisa se dibujo en mi rostro, ella acariciaba un gato -lindo gato -le dije despreocupado –je…gracias -respondió ella con timidez, -lo encontré hace un momento, creo que estaba perdido-, al ver sus ojos pude recordarlo, -eres Daniela ¿cierto?-, -¿Cómo lo sabes?- respondió asustada -creo que ya nos habíamos conocido antes…-,  -jaja enserio?, mi memoria es un desastre- Respondió con una sonrisa, una vez mas pude perderme en sus ojos, pero solo fue un momento pues una corriente de aire agito los arboles a nuestro alrededor y el gato asustado, salto de sus piernas dirigiéndose a la calle, -todo ocurre de nuevo- pensé, ella se levantó con la intención de perseguirle, estire mi mano y sujetando la suya pude detenerla, el tiempo se detuvo unos segundos mientras el camión que debería arrollarla pasaba y desaparecía de la vista, -mi gato…- susurro Daniela con tristeza –lo siento, tal vez recordó su camino a casa-, –si, tal vez tengas razón-, –ya sabes lo que dicen, si lo amas déjalo ir- le dijo sonriendo, y sin soltar su mano dijo -¿qué te parece si te invito un helado?- ella me mira fijamente y sonríe apretando mi mano con fuerza entonces caminamos juntos por la calle, ella agacha la mirada con timidez y yo no podía dejar de pensar en lo frágil que es la vida y lo imponente que es la muerte, ella se veía indefensa como una mucheta de porcelana, entonces comprendí que era mi deber protegerla, ese seria mi juramento, nunca permitiría que nada le pasara, pero un mortal puede hacer poco en un duelo contra la muerte, y en ese momento haría su movimiento, al caminar junto a ese gran edificio ella me detuvo, -espera, tengo que decirte algo-, entonces desde las alturas un golpe se escucho, como una gran explosión, ambos levantamos la mirada viendo como esa enorme grúa dejaba caer bigas de metal sobre nosotros, no hubo tiempo de reaccionar, solo pude cerrar los ojos y tapar mis oídos ante los golpes contundentes de las bigas afiladas y gritos de agonía, al abrir los ojos entre el polvo disipándose pude ver tu figura, sus ojos llorosos y su cuerpo atravesado por el estomago por una biga de metal, el aroma de la sangre se mesclaba con su aroma, ella aun respiraba, la adrenalina recorría mi cuerpo, lleno de furia tome su mano y la mire a los ojos diciendo –la próxima vez no permitiré que esto pase, lo juro- pero ya no tenia pulso, la ira me envolvió y volteando la mirada a un lado ahí estaba él, el chico idéntico a mi, con sus ropas blancas pude distinguir que murmuraba –que comience el juego-, mi corazón latía muy fuerte, no podía mantenerme en pie, mi mirada se perdía, caí al suelo viendo a Daniela y mientras mis ojos se cerraban pude ver su perfil y creo que pude verla sonreír.
Despierto hoy a las 8:31 A.M. 8 octubre sábado, al ver en mis recuerdos lo ocurrido siento nausea, esto no es más que un juego maldito, es tarde, debo apresurarme no permitiré que esto termine así, salgo de casa sin desayunar y corro hacia el parque, pero es muy tarde, el gato ya ha saltado de sus piernas y veo al camión acercándose, ya no puedo detenerla, solo cierro los ojos esperando escuchar el golpe sin embargo no escucho nada, abro los ojos y ahí está ella, al parecer decidió no perseguir el gato esta vez, la notó triste, me acerco a ella rápidamente y sin darle oportunidad a respirar la abrazo fuertemente, ella se asusta, lo que es normal al ser abrazada por un desconocido pero después de unos segundos y por alguna razón ella me abraza también, nunca olvidaría el olor de sus cabellos, después de unos segundos me alejo de ella –perdón!, Perdón, lo siento! -, Ella sólo sonríe -descuida, no te preocupes -  su sonrisa cálida hace sentirme vivo, una vez más recuerdo su nombre y la promesa de protegerla, - Daniela, se que no me conoces, pero necesito que confíes en mi -ella responde -de acuerdo- como una niña inocente fácil de manipular; sonrío, -debes ir a casa-, –mmm de acuerdo, pero ¿puedes acompañarme?- Responde algo insegura, -claro-respondo y  sin dudarlo ni un segundo la tomó de la mano y la acompañó a casa, cada dos segundos giro la mirada buscando el chico de blanco y cualquier amenaza que la pudiera poner en riesgo, por fin llegamos a su departamento ambos subimos las escaleras hasta el tercer piso, yo subo primero, al llegar al tercer piso llego a un pasillo y al voltear la mirada mi corazón se acelera, hay esta él, el de blanco, con toda prisa volteo hacia Daniela sólo para ver impotente como tropezaba y caía violentamente por las escaleras, su frente golpea el suelo y su cuerpo cae hasta el piso inferior, he fallado de nuevo, me acerco a Daniela poniendo su cabeza sobre mis brazos, puedo sentir su respiración, su sangre ensucia mi ropa y lo único que puedo decir es -tranquila, todo estará bien- ella me mira con ternura susurrando sin fuerzas -eres lindo… - entonces una vez mas su corazón deja de latir, derramó una lágrima sobre su rostro, puedo sentir tras de mí a ese chico entonces  me levanto lleno de cólera, lo sujeto del cuello y lo golpeó contra la pared en un ataque desesperación -por que haces esto?!!!- el no muestra ninguna emoción, sólo una prepotente sonrisa, -responde!!!-  Grito mientras aprieto su cuello, él sonríe, -juraste protegerla, debes protegerla… descansa- dice mientras estirando su mano toca mi frente con suavidad y al instante caigo inconsciente.
Despierto en un lugar diferente, el reloj de mi muñeca no avanza, estoy en un cuarto oscuro sin dimensiones definidas donde el tiempo es relativo, a mis espaldas una pared llena de relojes que giran rápidamente a excepción de tres de ellos que están manchados de sangre, -bienvenido al quartus realitatem o también llamado el cuarto de la realidad, cada reloj tras de ti es una realidad destruida y un destino perdido- volteó la mirada, la voz es del chico de blanco -¿quien eres? ¿Porque haces esto? -, -Yo soy tu… -responde acercándose lentamente, -tu prometiste protegerla, eso es lo que tienes que hacer, no hay salida, eres tu contra la muerte…- de pronto el sueño se derrumbó y quedé solo sobre la nada.
Despierto hoy a las 8:12 A.M. 8 octubre sábado, no tengo idea de dónde empezar, desde este momento el tiempo corre mas rápido.
Despierto hoy 8:01 A.M. 8 octubre sábado, hoy Daniela muere por una bala perdida, despierto hoy 8:16 A.M. hoy muere por un vidrio lanzado por el choque de dos autos, hoy 8:28 A.M. es atropellada de nuevo, 8:16 A.M. resbala en una alcantarilla, los días continúan pasando y por más que trato no logró cambiar nada, para éste punto ya he perdido la cuenta de las veces que me he ensuciado con su sangre, pero continuaré con esto, yo sé que puedo salvarla, cada que la veo morir despierto en el cuarto de las realidades sólo para ver esos relojes manchados de sangre e intercambiar palabras con blanco, siempre he mantenido la fe, pero la última vez Daniela murió por un ataque al corazón sin yo poder hacer nada, pienso que soy inútil y mis oportunidades se están agotando, en mi cabeza llevo tatuada la imagen de su sonrisa, esa es mi única razón para seguir.
Despierto de nuevo en el cuarto de las realidades, estoy cansado, no logré encontrar un reloj que no esté manchado, pero sé que lo ahí, estoy seguro, poco a poco pierdo la fe, mi fuerza se acaba y siento que mi alma se dispersa en el aire, ya no puedo dar un paso más, sólo puedo pensar en su sonrisa, sonrisa cálida que me alegra la vida, por primera vez en mi vida tengo el deseo de morir, sentir el fin del camino, sin responsabilidades, sin problemas, sólo la nada, no quiero despertar un día más, el chico de blanco aparece frente mi -esta será tu última oportunidad -, - no, por favor, no quiero verla morir una vez más- respondí sin fuerzas sobre el suelo, -entonces tendrás que salvarla esta vez -, -por favor, por piedad, que es lo que tengo que hacer? -, El chico de blanco me miró fijamente, entonces respondió –idiota…  la muerte es algo misterioso, muy temperamental y celoso, ella no dejará que te lleves a Daniela de sus brazos sin nada a cambio-, -que es lo que tengo que hacer?-, -intercambio equivalente, para ganar algo tienes que perder algo -, -que quiere de mi?-, -te quiere a ti…-.
Despierto hoy a las 8:26 A.M. 8 octubre sábado, esta vez sé qué hacer, mis ropas negras las cambio por ropas blancas y salto a la calle pensando “ que será de mi?” Esta vez no hablaré con ella, por mucho que duela, sólo la veré a lo lejos del otro lado de la calle, volteó a los lados buscando al chico de blanco, pero no parece, entonces comprendo todo, mis ropas blancas, y mi cabello oscuro, estoy en equilibrio, esta vez es mi turno de causar la desgracia, el momento llega, el gato salta de las piernas de esa chica de la cual no recuerdo su nombre, el gato cruza la calle y cuando ella intenta cruzar me lance sobre ella, el camión se acerca con rapidez y por un segundo pareciera que ambos moriremos, pero con mis últimas fuerzas logró apartarla del camino, -cuídate mucho, Daniela- logro susurrar antes de ver la muerte a la cara, el intercambio esta hecho, la he salvado, para el mundo entero este no será más que otro día de verano.
La muerte es lista y orgullosa, desde el momento de nacer perteneces a sus dominios y por mucho que te esfuerzos nunca lograras vencerla, ella jugara contigo y al final caerás en sus brazos como el bebe que anhela a su madre, no hay otro camino…
Hoy una chica despierta a las 8:00 A.M. 8 octubre sábado sosteniendo el reloj en su mano y con una lágrima en su mejilla susurra -he fallado de nuevo…-.
 
By:albersandiaz
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Descripción

Vida, muerte, amor y odio.... La vida se trata de soportar el dolor por la gente que amas, pero de haras si aquello que amas es perseguido por la muerte... -cuento corto-

Palabras Clave: amor vida muerte pasion realidad cario tiempo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasa


Creditos: albersandiaz

Enlace: fb: alber sandiaz


Comentarios (1)add comment
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Sasha

Verdaderamente hermoso :)
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November 26, 2012
 

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busy