Ablación, sin mis ojos no te veo;
Abocetado un playón blanco, nevado. nubeloso.
Hecho al óleo. camina sobre él
un ablegado sin birretes en sus manos
Cardenal desahuciado, sin santidad.
             sin abolengo.
 
Aborrezco tus lánguidas manos, abrasivas
que corroen y tocan el pecado.
Escondo mi alma, aguijoneada por una espuela
águila implacable de mirada tierna.
engañas lo poco crédulo que soy.
 
Arribo al puerto de tu placentera vida anacoreta
navegando sobre brillantes lágrimas
lastimeras, sin creer como bordea los pliegues
del dolor.
Si alguna vez me entrego será bajo la luna llena
                    Te dejo dormida.
Con asperezas en tu corazón, como si bebieras
borraja y sudas por ello tu precaria pasión.
 
Huye mujer, fémina bornediza. pusilánime.
De carácter maleable. Borrascosa bragueta sin 
sustrato, sin brasas, ni candela
Al menos mi tarea ya fué hecha
a pesar de tu braceo estéril
a pesar de apagada tu mecha.