EL FIN DE NUESTRAS VIDAS
Publicado en Nov 22, 2012
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EL FIN DE NUESTRAS VIDAS.
 
No me había preguntado qué sería de mi vida sin ella aquí…
La miraba todas y cada una de la mañanas a mi lado, como un recuerdo  miraba su sonrisa, todas la expresiones que hacia cuando estaba tan contenta de tenerme junto a ella, nunca me detuve a pensar que sería de mi... si alguna vez ella se fuera lejos.
Era tan feliz, después de tanto tiempo que le regale, tengo que reconocer que no recuerdo ni el por qué de mi enamoramiento asía ella.
Simplemente  una mañana, tenía que ir a una escuela muy lejana en donde las mañanas, parecían noches, de la obscuridad que invadía específicamente esa zona,  parecía el lugar perfecto para un cuento de terror, pero no me pareció mala opción, ya que nunca me ha gustado la luz del sol, ni mucho menos el calor que produce ese tipo de climas, así que me pereció un lugar indicado para mí.
Fue así, que me presente, puntualmente como me lo avían indicado, busque entre edificios muy altos el salón que me correspondía, no recuerdo el  numero en verdad es difícil recordar, antes de ella viví cada día como uno más, cabe mencionar, que mi expresión fue siempre seria, era difícil sacarme una sonrisa, nunca tuve el interés por alguien, soy un tipo como cualquier otro, aunque siempre tengo la mala fortuna de estar en malos momentos y en el lugar menos indicado, pero así siempre he sido yo.
Esa mañana note la escuela llena, millones de personas pasaron a mi lado sin, embargo no me enfoque en ninguna es especial, sabría que saldría de ahí ileso y sin romper una promesa que hace mucho tiempo me avía echo…. No me enamoraría de nadie, el amor... Como lo llaman, es una pérdida de tiempo yo estaba enfocado en terminar mi carrea y partir de ahí a un lugar solitario, nunca me ha gustado estar rodeado de personas, sí, soy  difícil de entender en realidad no tiene caso mencionarlo.
Iba pensando tantas cosas camino a mi salón, afortunadamente lo encontré a tiempo y entre, la mayoría de las bancas que se encontraban al frente ya estaban ocupadas, y las miradas penetrantes, e incomodas  no se hicieron esperar. Yo, afortunadamente, vi  una banca al fondo del salón, así que me apresure a tomarla.
Las clases eran fáciles, y los días iban pasando rápidamente, me estaba acostumbrando a la rutina tan tranquila que llevaba mi vida,  en los tiempos libres solía ir a lo más alto del edificio, ahí nadie vigilaba y casi siempre estaba solo, se  podía ver,  aquellas nubes que cubrían  la escuela y a lo lejos el sol muriendo lentamente como cuando una lagrima muere en la mejilla.
Un día cualquiera, siguiendo mi rutina llego ella, una chica tan sencilla realmente no tenía nada en especial, pero me pareció tan bella, la sensación al verla para mí fue inexplicable, me saco una sonrisa y mis mejillas se tornaron de un color rosado, inmediatamente me voltee ignorándola. Paso a mi lado y por más que lo intente, me costó mucho ignorar la fragancia que dejo al pasar, mi cuerpo se estremeció, y ella se dirigió a mí con una voz tan dulce preguntando…
¿Esta banca está ocupada?
Me quede helado, y con una voz tartamuda le respondí
N n n   ...  no!
Debo reconocer, que la observe barias veces ahí sentada, mientras tomaba las puntas de su cabello,  y lo rizaba con sus dedos,  su cabello eran tan largo como los cuentos de princesas de antes,  ella era tan perfecta, era de una piel tersa y blanca, yo podía notar su mirada perdida, y el nerviosismo que le provocaba morder sus labios tan sensualmente.
Juro, que trate de no enfocarme en ella, pero realmente me enfade cuando note que mis notas de la escuela iban bajando cada vez mas, así que pensé que sería mejor cambiarme a otra parte junto con mi pupitre , al levantarme, y para mi desgracia, ella tomo mi brazo y exclamo
No te vayas!
  No pueden entender lo mucho que eso significo para mi, empezamos a  pasar las tares juntos desde entonces, ella siempre tenía algo que contar aun que sinceramente nunca puse atención a lo que decía. Me perdí en su boca tan roja como la sangre,  que emergía en mis venas cada que ella rosaba mi piel por accidente,  me estaba enamorando de ella, pero no vi que fuese malo, ella me miraba con tanta ternura y yo aunque trataba de no corresponderle, era inútil resistirme a la química que llevaba en sí.
Una tarde lluviosa, después de la escuela, me pidió que la acompañara a casa que estaría sola y que no le gustaban los días tan lloviosos y obscuros como ese, sin más que hacer  le respondí que si, tome su mochila entre mis brazos y ella se sujeto fuertemente de mi , la lluvia se torno fuerte y faltaba poco para llegar a su casa, según recuerdo estaba situada entre miles de árboles era una casa alejada y el transporte no pasaba por ahí , ella recargo su cabeza en mi hombro, mientras caminábamos esquivando las gotas de lluvia, me parecía gracioso, los pequeños saltos que daba para no ensuciar sus zapatos en los charcos de agua estancada.
Cuando llegamos a la puerta de su casa ella me sujeto fuertemente del cabello sin decir nada…   me azoto  contra la puerta,  se paró de puntitas y repentinamente me beso, no me lo esperaba, trataba de guardar distancia lo más posible, pero con el deseo que sentí por ella no hice más que dejar caer las mochilas y sujetarla de la cintura muy fuertemente,  la bese y sin saber que hacer exactamente, puesto que  ella fue mi primer beso, mil ideas revoloteaban en mi cabeza , no es necesario describir lo que paso cuando ella decidió agacharse  para tomar las mochilas empapadas de lluvia , abrir la puerta apresuradamente y  aventarlas dentro de su casa. Junto conmigo, como si yo fuese un objeto más.
Me asombre después de todo lo que en pocos segundos avía pasado y solo pensaba  que estaba más enamorado de ella que nunca y que lo dejaría absolutamente todo, para estar a su lado, era  como una de las promesas que se dan  para la eternidad.
Ese día, Salí tan tarde de su casa y seguía lloviendo, estaba tan angustiado, realmente no conocía casi nada de ella, y temí que sus padres me atraparan a la hora de salir de su casa, ella se quedo dormida en el sofá, olvide cerrar la ventana que estaba en frente de ella antes de salir, pero ya era tarde yo ya me encontraba a fuera, y solo me avía dado tiempo para tomar mi mochila,  después de ver la hora, no supe más que salir y correr a casa.
Espere ansiosamente la mañana siguiente,  quería verla y explicarle, porque me había ido sin despertarla, esa noche no puede dormir, estaba tan exhausto mi cuerpo olía a ella, a la fragancia que llevaba desde que entro a la escuela y mis manos tenían la sensación de querer recorrerla otra vez.
Al entrara a la escuela apresurado, corrí al salón y tome asiento, el profesor ya avía iniciado la clase, y todo el salón estaba en silencio, yo volteaba discretamente a mirar su pupitre vacio, pasaron las horas y ella no se presento a clases, espere a la hora de la salida sentado en una banqueta, pensé que  tal vez ella iría a verme, pero comenzó a llover y con la lluvia llego también la noche, así que me fui a casa.
Largas semanas dolorosas pasaron, después de ese día y ella no asistió a la escuela así que me decidí, a irla a buscar  a su casa.
A lo lejos, mire su casa, se veía más obscura de o común, así que me arme de valor para acercarme, pararme en frente de la puerta y evitando los recuerdos de ese día toque suavemente la puerta , llamándola por su nombre con un tono de voz clara, espere unos segundos  pero al notar que nadie respondía volvía tocar la puerta, esta vez,  un poco más fuerte , no paso nada,  así que rodee la casa para asomarme a una ventana , la misma que esa vez avía olvidado cerrar  y que desde entonces permaneció abierta, mientras la helada lluvia  con ayuda del fuerte viento, seguía entrando por la misma, mi angustia fue enorme al notar que ella se encontraba en el mismo sillón, recostada y desnuda, con el cuerpo húmedo de aquellas gotas de agua que resbalaban suavemente por su cuerpo muerto, mil lagrimas brotaron de mis ojos, sin explicación una tras otra .
Salte por la ventana sin sudarlo  y lentamente me dirija hacia a ella se veía tan hermosa como aquella vez, pasaron más de mil preguntas en mi mente en ese mismo instante,
 ¿Por qué no viene a verte antes?
 ¿Fue mi culpa al dejar la ventana abierta?
  ¿Fui yo que quizá hice algo, que la lastimara y cause su muerte?
 Revise su cuerpo intacto, no mostraba heridas, así que pensé que avía sido una muerte natural.
La casa estaba sola, ella no vivía con nadie más, yo corrí buscando una manta para cubrir su cuerpo desnudo, evitando moverla, pues  a pesar de los pocos días que avían pasado, su piel estaba más helada que la misma noche aquella, nunca voy a olvidar, como de su cabello resbalaban gotas de agua fría y su boca, que se avía tornado morada, como si se encontrara en un estado de congelación, perdóname! le dije angustiado, y me incorpore a lado de ella agachándome para darle un beso.
Por un momento cerré los ojos, las imágenes de aquel día en que la avía hecho mía, pasaban como miles de fotografías reproduciéndose en mi mente, pensar que ni siquiera  lo esperaba, y que tenia miles de planes para ella si se quedaba a mi lado. Cuando abrí los ojos, note en la mesa de centro un florero negro, lúgubre   con una flor ya marchita como el cuerpo de mi amada, a lado de ella una carta con un sobre de color rojo muy intenso, no pude evitar la curiosidad y me dirija a leer la carta que decía:
 
Seguramente fuiste tú el elegido para mi vida, quiero decirte que lo e planeado todo desde que te vi, me e enamorado como una niña de ti, y al ver que tú me estas correspondiendo, tuve miedo de lo que fuese a pasar si me llegaras a abandonar después de lo que paso.
  Quiero decirte que no has sido tú el causante de mi muerte, he sido yo  que antes de traerte a casa, tome unas pastillas con una sobredosis letal.
Has de pensar que fue muy estúpido de mi parte, después de lo feliz que me haces,  haber optado por esta opción, pero para mí no hay mejor manera de estar a tu lado que en la misma alma. Si estas leyendo esta carta, es porque has vuelto a buscarme, y por que al igual que yo tienes la respuesta en tus manos, como me tuviste a mí también.
 
 
Un viento muy fuerte entro por la ventana, y supe que ella, estaba ahí conmigo que avía llegado para quedarse  a mi lado, y que yo no tenía más que hacer en esta vida si ella no estaba conmigo, sin más que esperar quise responder a la propuesta que me avía hecho , dirigí mi mirada al florero lúgubre y, retire la flor marchita y lo voltee,   fue como una respuesta instantánea, notar las pastillas que caían en mis manos unas tras  otras , las fui tomando una a una y con las pocas fuerzas que tenía en mi cuerpo me acerque a mi amada, me despoje de la ropa  que portaba y me recosté a su lado esperando ..
 No el final, si no el inicio de la mas romántica historia de amor.
 
 A lo lejos, escuche el despertador y repentinamente desperté!!! recordé que tenía que ir a un colegio muy lejano, en donde repetí todos y cada uno de los movimientos  que supuestamente avía hecho. Al entrar al salón conocía una chica, la misma chica  de mis sueños, la misma que ame y desee encontrar ase tanto.   
 La respuesta estaba en mis manos una vez más, así que me acerque a ella la bese y al día siguiente me mude de casa con la certeza de que pude cambiar el futuro de esa chica, y hacerla feliz, sin tener que quitarle  la vida.                                                                                                                                                                         
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Foto del autor Geovanna Vela Paniagua
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Descripción

Palabras Clave: amarte me llevo a la muerte

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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