El caballero por un momento pospone las cosas que está haciendo en el cuarto. Sale a la sala y atiende la llamada de la esposa por el teléfono fijo del apartamento que ambos tienen en aquella ciudad. ¿Ya comió?, ¿Hay Agua? ¿Cambió los tendidos de la cama? La llamada no parecía tener ningún propósito claro. El hombre cuelga el auricular y se pone a pensar:
          ―¿Y esto? ¿Por qué no me llamó al móvil? Lo tenía justo en mi mano. Claro, a esta hora de la noche, ella necesita verificar que yo no retorno a tiempo al hogar. De noche no hay transporte público, seis horas de viaje, el vehículo en el taller… Seguramente está noche sale de cita con algún amante secreto…
          Antes de marcar el número del apartamento, la dama también hace cálculos propios: ¿Hoy es viernes y no regresa? Él terminó las gestiones que estaba haciendo. Seguro tiene cita con la amante, aprovechando que este fin de semana está solo en el apartamento. Para llamarlo al móvil me puede contestar tranquilamente desde cualquier hotel en que se encuentre a esta hora. Mejor llamo al apartamento para estar segura…