AMOR DILATADO
Publicado en Nov 17, 2012
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Espero la noche,
aparece la luna,
anuncia tu llegada.

Marca la hora,
el viejo reloj.
En breve llamarás.
Acondiciono el lugar,
velas bicolor, 
suave música,
lencería roja,
y la puerta abierta.

Tumbada en la cama,
leo una revista,
el sonido particular,
tus llaves en la puerta,
mientras tus firmes pasos,
me anuncian tu llegada.

Mi puerta se abre,
apareces en el umbral,
en el lecho me ves,
esperando... esperándote.

Con calma, 
desvistiéndote vas.
Unos vaqueros, 
una camisa,
¡que comodidad!

En cueros,
ignorándote,
doy media vuelta.

No te demoras,
y me abrazas,
sin responder estoy,
sigues tu danza,
el baile de tu fuego,
que pronto cubre,
mi torso semidesnudo.

Tu amor,
debería conservar,
es una bendición
y se que no hay
muchos así.

Mi frialdad impuesta,
me impide ser más cálida.

Sale el sol,
suena el despertador,
te levantas,
hoy temprano trabajas, 
hasta la noche entrada
no aparecerás nuevamente.

Suena el timbre,
te abro y te miro,
por primera vez 
siento el frío miedo,
que apesumbra tu ser.

Temo una mala noticia,
tu mirada baja,
y la tristeza que intentas ocultar, 
me confiesa,
que la verdad helará mi alma.

Vas a irte,
sin darme una sola explicación,
te detengo,
sujetando tu brazo,
con firmeza poco acostumbrada en mí.

-¿No dirás nada?
-...
-¿Hay alguien más?
-...

Odio ese silencio,
por hacerse eterno.
Sigues sin mirarme.

-¿Porque no me miras?
-...
-¿Quién es?

No puedes ni hablar.

-¡Contesta!
-Bueno... ciertamente, 
hay alguien.
-¡¿Cómo pudiste?!
-Poco, a poco,
a diario trabajando,
fui enamorándome
-¡No te pregunte cómo!

Mi cara enrojece de rabia,
no se como contenerme,
hago esfuerzos por hacerlo,
mientras tu hablas.

-No quería, que sucediera,
lo intenté todo para olvidarla,
todo probé,
mas me es imposible.

Mi mano se levanta,
ganas de darte un bofetón tengo.

Entre lágrimas,
-¿Por qué?
Bajo la mano.

-Perdóname, ¿podrás?.
-...
-No es justo, lo sé, 
pediría tu comprensión,
la que me has regalado,
tantas otras veces,
con mis defectos de hombre imperfecto.

Finalmente,
hago acopio de voluntad,
finjo comprender una vez más.

-Con una condición...
-Tu dirás...
-Hazme el amor, una sola vez más. Que la despedida de esta relación sea cálida y de ensueño, para almenos conservar ese momento como un tesoro dentro de mi.

Lo piensas unos minutos,
no es tan mala mi proposición,
una noche de amor,
para que mañana te dirijas a un nuevo destino.

Igual que noches anteriores,
visita la luna nuestro lecho,
lleno de las locuras y amor
que nos dimos.

Te dejo preparándote,
en la contigua habitación
mientras a la cocina voy,
un cuchillo cojo,
en el calcetín lo pongo,
me acerco en la cama
tumbándome,
aguardando tu llegada.

Llamas a la puerta,
te abro, entras y cierro con llave,
te extrañas, pero te calmo mientras cojo tu rostro entre mis manos.
-Así nadie molestará.

No recuerdo,
tener una noche tan especial,
tan romántica y tan distinta a las demás.
Acaba la noche,
ya escucho tus ronquidos.

Mis ojos poblados de lágrimas que no puedo contener, preguntándome que hice mal, 
para que nuestra historia
así finalizara.
Solo la respuesta de mi frialdad,
por tu indiferencia de los últimos tiempos,
es la respuesta que se me ocurre.

-¡Oh no!, esto no puede aquí finalizar. Tu eres mío,
ahora y siempre lo fuiste,
por eso perdóname amor,
pero una vez más me traicionaron los celos.

Cojiéndo mi puñal, 
me acercó a dónde estás, 
mientras mentalmente,
la misma pregunta me asalta.
”¿Porqué?”

Me tumbo cuidadosmente
junto a ti.

-Pérdoname, pero esto es más de lo que puedo soportar.
Diciendo esto cojo mi arma, y te lo hundo en el pecho,
hasta cerciorarme que no respiras más.

Muerto acabaste tus días,
don Romeo,
sin vida está,
en el lecho que me amó.

Me acerco a tu cara y mirando tu cara serena,
te digo: “Lo ves amor,
lo ves como ahora, 
estarás junto a mí 
pero para que eso sea posible,
tan solo queda finalizar con un pequeño detalle.

Me clavo el puñal, 
me deje desangrar a tu lado,
por eso amor,
siempre estarás junto a mí.

NOTA: Ella dejó una nota con los motivos que la llevaron a este asesinato. Al final en la nota que encontró la policía acababa poniendo. “Zorra... zorra maldita, ¿ahora te sirve?. El siempre será mío”. Lo que los dos protagonistas no sabían es que la mujer de la que se había ido enamorando jamás albergó sentimiento de amor alguno hacia él.
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2 Comentarios 436 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Es un texto de investigacin emocional, en este caso sobre los celos. Es pura fantasa.

Palabras Clave: amor dilatado lecho

Categoría: Poesa

Subcategoría: Poesa General



Comentarios (2)add comment
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christian huamani loayza

wow! bonito! interesante! conservante! agradable y emocionante!
que mas puedo decir! ...
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November 17, 2012
 

Clara

Espectacular!!Atrapante de principio a fin...
Responder
November 17, 2012
 

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busy