PRIMER AMOR
Nunca lo había visto era la primera vez ¿cómo es que pudo vivir más de medio siglo sin esa visión que fue casi bíblica como un Dios a bordo de un carro de fuego? Apenas el semáforo marcó el alto peatonal ella lo distinguió en la banqueta de enfrente, el encuentro sería inevitable cuando cruzaran del otro lado de la acera. La sensación de angustia creció al darse cuenta que la luz verde era inaplazable, quiso tener poderes sobrenaturales para detener el tiempo porque nunca en la vida se podría replicar semejante perfección; el brillo de su piel, su juventud esplendorosa, los labios encendidos de ese hombre cuyo cuerpo irradiaba masculinidad. Pensó en lo infame que era envejecer y al mismo tiempo sintió un azote en el ego cuando su rostro maduro se reflejó en la ventanilla de un automóvil que pasaba. Pensó en su propia juventud, si él la hubiera visto hace veinte años sin duda se habría entusiasmado con su silueta de bailarina y el resplandor de sus ojos felinos y sobre todo habría reparado en la espectacular cabellera que se deslizaba con voluntad propia cobijando una espalda infinita.
Avanzó lentamente sobre la avenida contando los pasos y al tiempo pensó que su corazón se detendría, sintió que levitaba al verlo más de cerca, toda ella nadaba en una especie de almíbar cuando contempló sus bucles magníficos, tenía un aura desconocida de criatura bendita, una criatura amada por la oscuridad. Entonces recordó el fuerte rumor que desde hacía semanas cimbraba al mundo entero todos hablaban de forma insistente sobre el tema pero para ella no era más que un argumento burdo producto de la mala televisión que se hacía en esa época de modernidad delirante.
Miro dispersarse a la gente y el caos se adueñó de la escena, nunca supo si los cantos de catedral que escuchó algo distorsionados eran reales o producto de la histeria colectiva, en unos cuantos segundos sólo quedaban ellos dos en esa calle inmensa. Dejó de evadirlo y se entregó al deleite de contemplar sus ojos vanos y la negritud de su alma. Gustosa se abandonó sabiendo que cada centímetro de su carne sería alimento para él como ambrosia, quizá más tarde caminarían juntos en un escenario donde la diferencia de edades fuera lo último importante. Por otra parte los noticieros no mentían realmente el apocalipsis zombi había comenzado.