Siempre igual, nada diferente, todos los días es lo mismo, algunas personas
tenemos distintas rutinas pero al final siempre nos llevan a un sentimiento de
vacío, a la inconformidad.
 
El ser humano desde el inicio se ha caracterizado por su sed de conocimiento, su
curiosidad innata, su deseo de aprendizaje, con el paso de las eras, esta
característica se ha ido perdiendo, el sedentarismo y los avances tecnológicos nos
han transformado en algo que no somos, en nuestro interior aún existe esta
hambre de aventura y la necesidad de un cambio.
 
Las personas solemos sobrevivir el día a día dependiendo de otros, atrapados en
una enorme caja pensando que somos libres, siempre pensamos en pequeño y
las personas que deciden romper con esta costumbre son personas exitosas ,
trascedentes, pero las que verdaderamente la rompen, consiguen la
felicidad.
 
Monotonía y felicidad, tan distintas, tan desiguales, las personas siempre le
buscamos el sentido a nuestra vida, la razón de nuestra existencia, nos
convencemos de que la vida será mejor después de terminar los estudios,
después de tener un trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo,
después de tener otro, al cabo de esto nos sentimos frustrados ya que nuestros
hijos no resultan ser suficientemente grandes pero seremos felices cuando
crezcan, después de esto nos frustramos porque son adolescentes muy difíciles
de tratar, ciertamente seremos felices cuando salgan de esta etapa.  Nos decimos
que nuestra vida estará mas completa cuando a nuestra esposa le vaya mejor,
cuando tengamos un auto o una casa, cuando vayamos de vacaciones, cuando
estemos retirados. La verdad es… que no hay mejor momento para ser felices que
ahora, si no es ahora ¿entonces cuando?, nuestra vida está llena de retos, es
mejor aceptarlo y ser felices, no conformistas.
 
Por largo tiempo esperamos para empezar a “vivir” pero siempre hay un obstáculo
en el camino, algo que resolver, un asunto sin terminar, algo que pagar, tiempo
que pasar, entonces la vida comenzará, ahora me doy cuenta que esos
obstáculos son nuestra vida.
 
La felicidad es el camino, atesora cada momento que tienes y atesóralo mas
cuando lo compartas con alguien especial, lo suficientemente especial  para
compartir tu tiempo, recuerda que el tiempo no espera por nadie, deja de esperar
a que termines la escuela, que vuelvas a la escuela, que bajes 2 - 5 - 10 kilos,
hasta que te cases,  hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan de casa,
hasta que te divorcies, hasta la primavera, el verano, el otoño, el invierno o hasta
que mueras para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz “la
felicidad no es un destino, es el trayecto".
 
Trabaja como si no necesitaras dinero,
Baila como si nadie te estuviera viendo,
Ama como si nunca te hubieran lastimado.
 
Vicente Santiago Lozada Valderas/    Luis Eduardo Tirado Meza