LAS MIRADAS DEL BHO (5)
Publicado en Sep 21, 2012
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MI ACTITUD es la de asistir, cuando no puedo estar lejos, al espectáculo humano de la degradación, los degradados y los degradadores, sin involucrarme en ningún aspecto con sus intereses, ni con sus miedos. Unos y otros son peligrosos para la libertad del individuo.  
 

NO RETENGAS nunca el sentido poético ni trates de convertirlo en información para vanagloriarte frente a los demás. Déjalo fluir con naturalidad. La naturalidad del auténtico poema es como vuelo del ave o perfume de la flor. Vívelo cuando está ahí. Sigue el curso normal de tu vida cuando no está o por algún motivo no lo percibas.


SI TU contacto con la poesía es solo a través de poemas escritos, mediante libros con hábiles teorías, argumentaciones, disertaciones y discursos sobre la poesía, el poema, el poeta o el acto poético de la escritura, entonces no estarás relacionándote con la poesía esencial. Esa fuente inagotable de verdad, amor y luz, emociones y sentimientos, vacío y soledad creadoras donde podrás beber cuanto desees. No hay límites. No hay saciedad.


¿DE DÓNDE vienen? ¿Para qué vienen los imprecisos, apesadumbrados y marchitos rostros de mis amigos muertos, si no llegarán a ningún lado por cuanto se trata de mi corazón? ¿Qué desean, si mi rostro debe parecerles también marchito e irreal, sin emoción alguna? ¿Quién los llama? A nadie he convocado porque nada tenemos para decirnos. De algo estoy seguro: nadie querrá saludarlos, así tan muertos como están. En este momento nadie querrá saber de esos olvidos.
Tendrán que desvanecerse solos. Otra vez volver a su nada y esperarme allí, sin ningún recuerdo dónde ocultarse. Sin nadie quien los extrañe. Yo no. Por lo menos yo no tengo tiempo para tales ausencias, pensando en la extensión que tendrá la mía. ¿Quién los va a entender si nadie quiere escucharlos? Nadie los detendrá aunque se vayan o vengan caminando lentos, paso a paso o hacia atrás. Aquí ocurre algo semejante: los rostros de los vivos también buscan quién los observe y, prestándoles atención por un momento, les confirme que no están solos. Aunque todos lo estamos. ¿Para dónde vamos? 
     

MIENTRAS esté aquí, no voy a perderme la extraordinaria realidad de esta excitante ilusión que es el mundo. Tampoco permitiré que la ilusión de esta realidad me induzca a perder de vista la esencia de mi paso por el mundo. Es grata y milagrosa la ilusión: tiene perfumes y sabores, tiene amores, tiene milagros. Tantas cosas tiene. ¿Por qué negarlas? De la ilusión a lo real, no hay ningún paso, no hay distancias. Solo tu mente, tu yo pequeño y soberbio.


CUANDO hice mi primera comunión, en un desayuno al cual estábamos invitados por el sacerdote, el blanco lienzo colgando de mi cirio se empapó de chocolate. Me amargué el resto del día porque creí cometer un gran pecado. Desde entonces, desprecio a la iglesia católica. Desprecio el cristianismo y Jesucristo, el de la iglesia católica, me repugna. Mi madre aún conserva el cirio. Como símbolo de mi aversión a las ideas cristianas, por aquellos días hubo un incendio donde por fortuna se quemó el local donde funcionaba Foto Becerra, negocio de quien me tomó la foto de la primera comunión. El chocolate me gusta cada vez más.


APLASTO la garrapata sobre la pared. Nadie va a extrañarla en mi alcoba ni en el universo. No existió para nadie, tal vez ni para ella misma. Su muerte nada cambia en el universo de las garrapatas. Ni en el de los animales, ni mucho menos en el de los seres humanos. Igual cuando murió Gurdjieff. O cuando desapareció del mundo Ramana Maharshi. O cualquiera de esos escritores que durante breves años estuvieron en boca de muchas personas.
Hacer una lista de todos ellos sería insensato porque esto sigue igual, como si continuaran apareciendo garrapatas en la pared y alguien las aplastara. No olvidemos que tú y yo somos garrapatas y el desplazamiento por la pared no va a durar mucho tiempo. Buscando no ser convertidos en reducida mancha sobre la pared, que borra fácil con un trapito húmedo. Los hombres inventaron la religión y la filosofía. ¿Tendría alguna creencia esa garrapata?
Suponiéndole alguna filosofía a la cual estaba entregada con empeño, fe e inteligencia, ¿marchará en alguna dirección cuanto de ella quedó? No es mucha la diferencia entre la garrapata y el hombre. Sólo es cuestión de tamaño, ropa, costumbres y un poquito de conciencia de sí mismo.

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Foto del autor Umberto Senegal
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Descripción

Reflexiones y anotaciones, un poco ecpticas, sobre la vida y el arte, sobre la literatura y el oficio de escribir y vivir.

Palabras Clave: Miradas bho reflexiones observaciones filosofa escptico

Categoría: Artculos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones



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