Para mi amiga: LUMA54. Textalera. Compatriota residente en uno de los bellos lugares de Colombia-
     
   Este siempre desplomarse uno
   en la melancolía, en todo lugar,
   por cualquier motivo o sin ninguno.
   Y siempre desplomarse solo
   aunque esté acompañado.
   Este desplomarse así,  no tiene
   descanso y siempre lo peor:
   sin límites en la vida o en la muerte.

   Y uno siempre  confiando,
   insensato optimista de los gestos
   y las palabras, que tiene mucho
   de dónde sostenerse durante la caída.

   Donde cualquier retazo de sombra
   parece ayudarle de apoyo, a falta
   de luz para guiarse o perderse más de prisa...
   este simpre desplomarse en la melancolía
   es cada vez más desolado y frecuente.

   No sirven de mucho las tenues y pasajeras
   alegrías inventadas durante el descenso.
   Por el contrario, uno se precipita
   más de prisa y siempre, este siempre desplomarse
   con los ojos cerrados, desde la propia o la ajena melancolía
   no tiene descanso.
  ¿Qué más hacer en el vacío, sino precipitarse en él?
   ¿Decorarlo al caer? ¿Buscar señales de retorno?