BIOGRAFÍA DE UN CHOCOLATE

Chocolate sinérgico
Te escurres en el fondo de la servilleta.
Tienes un lunar en el hígado
y tu nariz incolora.

Chocolate fundamentalista
que argumentas por la amargura de la miel.
Tienes una fractura en el dedo gordo.

Chocolate indeciso
entre la sopa y la aguja de papel;
te has internado en una caja de zapatos
buscando los consejos del arcoiris.

Y te encerraste en una olla, despechado,
porque no te fue posible bailar tango con una aceituna.

Chocolate disuelto;
de tu forma inconclusa brotan plumas.

Te sale una cabeza de ajo,
y te escondes, avergonzado,
detrás del macetero.

Chocolate, tú querías volar
y te habías preparado saltando de las azoteas,
con una escafandra.

Todo parecía estar bajo control,
pero nadie quiso esperar.