Cuando suena el timbre anunciando el descanso para comer, Carmen ya ha logrado introducirse en la Sala de Convenciones y se acerca a una de las azafatas. 
- Por favor... ¿quién es Geovanni Sanfilippo Sívori?
- ¿Te refieres al sacerdote italiano?
- Que sea sacerdote o no sea sacerdote no me interesa.
- Entonces... ¿para qué quieres conocerle?
- Para algo muy importante. Solamente dígame quién es. 
- Es aquel señor bajito que está hablando con aquel señor alto. 
- ¿El más bajito de los dos?
- Eso es. El más bajito de los dos y, además, el más bajito de todos los asistentes.
- Bueno... en realidad el tamaño no tiene nada que ver con la inteligencia. Gracias. Voy hacia allá y que Dios me ampare.
Carmen se acerca a los dos contertulios. 
- Perdón... ¿es usted el señor Geovanni Sanfilippo?
- Efectivamente, señorita. Yo soy Geovanni Sanfilippo Sívori. ¿Qué desea de mí?
- Desear no deseo nada de usted. Sólo quiero tener una pequeña entrevista. 
- ¿Es usted periodista?
- Todavía no. Estoy estudiando periodismo pero ahora soy, solamente, la ayudante de un joven investigador profesional. 
- ¿Y qué desea de mí?
- Le repito que desear no deseo nada de usted sino que quiero que me conteste a una pregunta. 
- ¿Una sola pregunta? Lo siento. Es la hora del almuerzo y estoy hambriento. ¿Es muy interesante lo que me quiere preguntar?
- De vida o muerte. 
Geovanni Sanfilippo Sívori se queda un momento pensando antes de reaccionar.
- De acuerdo. La invito a usted a que se siente a comer a mi lado como una invitada especial.
- ¿Para hablar de lo que quiero hablar con usted?
- Mientras almuerzo no hablo de nada trascendente...
- Entonces... ¿para qué quiero yo comer a su lado?
- Porque después de la comida tenemos veinte minutos de descanso. Puedo invitarla a un café y aprovechar dicho descanso para responder a sus inquietudes. 
- Eso es. Son inquietudes. Estoy intentando saber algo que puede ser de vida o muerte. 
- Bien. No hace falta que me repita lo mismo. Una buena investigadora periodista no repite nunca lo mismo... pero veo que es usted todavía una principiante. Durante el café hablaremos.