Trollcita bondadosa, bienvenida a este espacio donde tus aportes de antologista serán bien recibidos por cuantos reconozcan labores de difusión como la tuya. Más adelante, déjanos leer algo propio, que imagino transgresor y de filosofía underground. Tu inicial tarea de difusora de poetas no muy conocidos para muchos, como Anne Carson, Lauren Williams, L.E.Aute, Mónika Rinck o Heriot Duke, muestran tu sensibilidad, tu refinamiento poético y tu deseo de hacer buen uso de este interesante espacio.

Un acierto literario el poema Solidaridad explicada, que en prosa es un perfecto cuento atómico (aquellos relatos que no pasan de 20 palabras). Lo tengo en una antología sobre el subgénero del microrrelato. Me alegré cuando lo vi citado por ti. Heriot, cuyos Poemas de vida y muerte esperan un buen traductor al castellano, también vale la pena darse a conocer como el gran poeta visual que fue. Sus Fablegramas son una danza de grafemas, de palabras, de ondulaciones, de sentidos estéticos y rítmicos del verso cuyas propuestas lirico-visuales están, hoy por hoy, más vigentes que ayer.

Trollcita del siglo XXI, sin raíces con aquellos repugnantes seres de la mitología escandinava, y a quien tampoco califico como una flamer: sé que tu opinión no es un flame respecto al orgásmico placer de la vía estrecha entre hombre y mujer. Tal vez no has tenido la fortuna de experimentar algo semejante, por el empleo que haces del vocablo violación. En mi ficción súbita, al poner a dialogar dos personajes antagónicos en ideas, religiosidad y época cronológica como Sade y San Antonio, quiero llamar la atención sobre una circunstancia erótica que sigue siendo tabú para hombres y mujeres. Abrazos . Llegaste a enriquecer y airear un espacio donde también yo soy reciente Textalero. Una hojita de yerbabuena, desde Calarcá, Quindío, Colombia.

Efectivamente, en la violación anal.