RETRATO URBANO: RECUERDOS DE MI PADRE
Publicado en Apr 15, 2012
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Yo no existía para el par de mujeres conversando en voz alta, allí en el bar.

Venía de visitar en su casa a la poetisa Márgel Londoño, en Quimbaya. Varios meses sin verla. Leí en voz alta, para ella, algunos poemas de su libro El valle de los soles, uno de los cuales, Aroma de cafetales, comparto en este retrato urbano para hacerlo menos crudo:

                                                Bajo el sauce llorón
                                                de la pradera
                                                duermen los cámbulos
                                                y la madreselva;
                                                el aroma floreciente
                                                de las cadmias
                                                agita los guaduales
                                                que se mecen esbeltos
                                                entre aromas
                                                de cafetales.      

Seis de la tarde.  Resolví tomarme un jugo de guanábana en el parque principal de dicho municipio quindiano, antes de viajar a Calarcá. Al pasar por un café contiguo a la galería, decidí de imprevisto entrar a tomarme una cerveza. Una de las empleadas me atendió displicente y regresó a su mesa a continuar el animado diálogo que sostenía con una amiga. Nadie más había en el penumbroso local donde aturdía, de Julio Jaramillo, el tema Niégalo. Yo no existía para ellas, eso creo.  Pero también pienso que conversaban para que yo las escuchara. Me vieron sacar la agenda y escribir.

“…pues sí, como le iba diciendo, mi papá cuando me pegaba gozaba echando pedos. Esa era su diversión, yo no sé si nos pegaba para tener la oportunidad de tirarse los pedos o se los tiraba precisamente cuando nos pegaba. Algún placer raro, el de ese viejo hijueputa. Nos pegaba a todas, a mi mamá y a mis dos hermanitas menores. ¡Claro que le alcanzaban! Yo no sé de dónde sacaba tantos pedos mi papá. Como si se ahorrara los de toda la semana en el trabajo por allá en la finca, para venir a pegarnos los sábados por cualquier motivo. Sería por lo barrigón  y porque a él había que darle casi toda la carne que compraba. Chunchurria y bofe. Cuando se le terminaban los pedos, gracias a Dios, terminaba de maltratarnos. Un día se cagó en los pantalones y dejó de pegarnos. Desde entonces, cuando nos iba a pegar, rogábamos a Dios o a la virgen, a cualquier santo de mi mamá, que tuviera mucha mierda en la barriga…”

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Foto del autor Umberto Senegal
Textos Publicados: 901
Miembro desde: Feb 13, 2012
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Descripción

Conversación escuchada en un café de Quimbaya, Quindío, a una mujer hablando de su padre

Palabras Clave: Quimbaya Quindío Poetisa poema Márgel Londoño cerveza padre golpes maltrato familiar barriga pedos santos mierda Julio Jaramillo Niégalo

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Sociedad



Comentarios (2)add comment
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Umberto Senegal

Lilianita, me encanta encontrarte por aquí, con tu característica perseverancia, algo que te caracteriza. No dudo que tu residencia en Textale llenará lugares de tu alma donde se beneficiarán todos aquellos poetas que entrevistas y a loa cuales dedicas parte de tu vida y tus ideales. Sí, un poco de poética en una escena que fue cruel escucharla, vivirla entre dos mujeres del Quindío, en Quimbaya, cerca de nuestro Cartago querida. Esa tarde, poesía y tragedia se juntaron para revelarme que la vida está hecha de ambas. Abrazos y sigue adelante en este espacio.
Responder
April 17, 2012
 

Liliana Agudelo Velsquez

Amo la poética en los relatos.
Gracias por permitir disfrutar de este retrato urbano.
Responder
April 17, 2012
 

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