Hay un lugar en el parque,
especial para el encuentro,
de dos seres que se quieran
como yo te estoy queriendo.
Hay que entrar por un sendero,
sombreado de enredaderas
que forman pared y techo,
florecidas madreselvas.
El aroma de las flores
es suave por la mañana.
Después del atardecer,
destilan algo que  embriaga.
La hojarasca, sobre  el piso,
es alfombra de colores
que mantiene la fragancia,
leve y  pura de las flores
 No es apto para menores,
transitar ese sendero
y difícil de encontrar
para el ojo que no es diestro.
Inútil será que busques
pues no lo vas a encontrar,
Pero juntos, si me aceptas,
sí, lo vamos a lograr.