Año 2011. Resulta que, de repente y de sorpresa como siempre suele ocurrir, aparece en Renuevo un pastor de piel negra, procedente de Brasil, que (y no sé todavía cómo lo pudo conseguir el menda) empieza a decir quer sabe todo sobre todos los que estamos en  el culto aquella tarde. También sabe todo lo que pensamos (lo cual me parece ya todavía más sorprendente) y, además, nos suelta el rollo de que viene a expulsar demonios o no sé qué demonios de cosas que dice él (pero no se lo cree ni borracho) ¡Toma ya visiones que parece que todos tenemos demasiadas visiones!
A uno va y le suelta que se va con mujeres malas cuando resulta que no ha hecho nada de eso ni con el pensamiento; a otro va y le dice que es un borracho perdido cuando ni prueba tan siquiera agua con limón sino que sólo bebe agua; a otra va y le suelta el rollo de que está pensando ligar con otro que está casado cuando ella ni tan siquiera sabe lo que es ligar inocentemente... y claro, como yo esto allí, también se atreve a decir que me conoce a la perfección cuando ni tiene idea de dónde he nacido, de en qué barrios he vivido ni qué edad tengo. Como lo sabe todo por ciencia infusa (que no sé que mal rollo es ese de la ciencia infusa) me pilla y me dice que quiere hablar muy seriamente conmigo de no sé qué horribles pecados que dice que tengo; lo cual me hace sonreír aunque me entran ganas de reírme a carcajadas... pero como estamos en el culto y tengo más respeto hacia todos los demás y todas las demás y no voy diciendo tonterías sobre ellos y ellas, guardo silencio para demostrarle que tengo mucha más educación que él y que no se me ocurre cotillear de mala manera entre todos los asistentes al culto diciendo que lo conozco todo sobre sus vidas. Este tipo está majareta del todo o poco le falta para estar majerata del todo. Yo llego hasta pensar, y que Dios me perdone si me equivoco pero me equivoco poco en estos casos, que está más drogado que Michael Jaegger el de los Rollings Stone.
Así que, con la ayuda de otros brasileños que ya no sé ni que pintan por aquí, me dice que me va a exorcizar demonios (¿y qué habré hecho yo para aguantar a este tiparraco que se las da de exorcista y todo sin que sepa que yo ya he visto la película "El Exorcista" y sé de qué malos rollos va todo esto?) en la casa de Alcantarilla -Calle Mayor- donde se encuentran de alquiler sus compinches brasileños. Total que nos llevan a mi chavalilla (hablo de mi única esposa no vaya a decir este menda visionario que tengo más de una esposa o todo un harén de esposas porque es capaz de inventarse hasta eso el tío de las visiones en technicolor y todo porque debe estar más fumado que Ramoncín) y a mí a la sala comedor.
Se empeña este dichoso visionario (que no sé de dónde se habrá sacado tanta ciencia infusa) de que yo soy fumador cuando he demostrado un millón de veces que no soy fumador. Y va y suelta la gansada o la patochada o la payasada de decir que para que deje de fumar (¿quién le habrá dicho a este escarabajo de hombre que yo fumo?) tiene que sacarme demonios (¡toma ya lo que ve este tiparraco!). Me pone sus manos en mis orejas y empieza a decir estupidez tras estupidez mientras yo contengo la risa y me da sólo por sonreír; así que se me enfada y todo y, como muy ofendido porque descubro que no tiene ni idea de lo que está diciendo, me dice que está hablando en serio con lo cual ya la risa me es imposible aguantármela y se me ocurre pensar que este tipo alucina pero bien alucinado. Como no sale ningún tipo de demonio porque no tengo ningún demonio dentro de mi cuerpo sino el Espíritu Santo para que se entere de una vez este patético personajillo salido de no sé donde y bastante salido está, va y dice que estoy nervioso y sudando cuando yo estoy trranquilo y no sudo ni una sola gota mientras él está más nervioso que un flan chino mandarino porque le estoy descubriendo sus mentiras y suda más bien a chorros que hasta el sobaco de la camisa le chorrea de las chorradas que dice. Dice unas cuantas chorradas más y se va como si me hubiese engañado al igual que ha engañado a toda la iglesia de Renuevo.
Para terminar con esta superchería de los brasileños, que deberían estar en Brasil porque allí sí que existen millones de brujos y brujas, porque allí sí que hay prostituciones por millones de personas y porque allí si existe hambrunas en cantidades industriales en las favelas, de repente desaparecen todos ellos (el mangante que va engañando diciendo que es visionario y exorcista) y los que vivien en la casa de alquiler.
Nota Adjunta.- En Brasil, a parte de demonios, brujos y brujas, también viven todavía viejos nazis y jóvenes neonazis.