Es del todo imposible que los seres humanos (hombres y mujeres por igual) hayamos sido producto de la evolucíón de un animal irracional. Hay razones suficientes, además de que lo dice la Sagrada Biblia Cristiana, para demostrar que eso es falso e imposible.
En primer lugar los seres irracionales no tienen razón, luego es imposible que de la irracionalidad pueda surgir la razón. Los seres humanos sí somos animales racionales; luego somos completamente distintos a cualquier animal irracional y no hemos podido nacer de un animal irracional.
La Teoría de la Evolución desarrollada por Darwin y otros darwinistas más es cierta hasta cierto punto. En efecto, los animales han idos evolucionando a través de los milenios pero nunca han podido evolucionar hasta convertirse en animales racionales como somos los seres humanos.
Hay quienes quieren demostrar tal falsedad diciendo que los animales irracionales tienen sentimientos (y por supuesto que los tienen) pero los sentimientos de los animales nunca son racionales. Ese es el motivo por lo cual, cuando los animales sueñan no consiguen nunca soñar una historia sino que se limitan a sentir necesidades elementales: correr, saltar, gemir, hacer actos sexuales... pero no pueden consrtuír, en sus sueños, una historia; cosa que sí somos capaces de hacer los hombres y las mujeres. Esto, que parece sencillo de entender, demuesta que los seres humanos no descendemos de ningún otro animal. Y ahí es donde se equivocan Darwin y sus sucesores. Por eso jamás se ha encontrado ni se encontrará nunca ese eslabón perdido del que tanto hablan. No se encuentra el eslabón perdido porque no hay ningún eslabón que nos una a los animales irracionales.
Otro hallazgo al que han llegado algunos investigadores es que todavía no se puede comprender cómo los seres humanos podamos tener el don de usar palabras. Los investigadores que han intentado estudiar esta propìedad única de los seres humanos (que no existe en nigún otro género de animales) han tirado la toalla porque no han podido encontrar la razón de cómo el hombre y la mujer es capaz de hablar y, sin embargo, los animales más irracionales que han evolucionado a través de los milenios nunca lo pueden hacer. La razón de todo esto es que Dios creó a los animales irracionales por un lado y a los seres humanos por otro; luego no existe ni ha existido nunca un animal del cual hayan derivado, por un lado los grandes monos y por otro los seres humanos. Eso es totalmente equivocado y falso.
Sobre la creación del ser humano podemos escribir cuantos cuentos imaginativos y leyendas más o menos amenas nos surjan de la imaginación; pero los humanos fueron creados, de manera directa, y fuera de la evolución de los animales, por Dios Supremo y Hacedor.
El ser humano está compuesto de Cuerpo, Alma y Espíritu. Ningún ser irracional, por muy evolucionado que se encuentre, tiene Alma y Espíritu y están compuesto sólo de Cuerpo. Es cierto que tienen sentimientos y que saben gozar o sufrir, pero de la misma manera que pueden gozar o sufrir, pongamos por ejemplo, los seres vivos vegetales. Cuando un animal irracional muestra sus sentimientos, éstos sólo son propios de su naturaleza viva pero no los pueden analizar ni producirlos nada más que de forma primtiva. Sin embargo los sentimientos humanos siempre pasan primero por la razón (coas que no sucede con los animales irracionales) y por eso pueden demostrarlos usando palabras; lo cual nigún mono, por muy evolcionado que esté, lo puede hacer.
Los animales irracionales tienen aprendizajes muy elementales y los consiguen  expresar a fuerza de ser educados para ello (y siempre limitados a unas pocas acciones imitativas) mientras que los seres humanos manifestamos expresiones desde el mismo día en que estamos dentro de la madre y, sobre todo, cuando nacemos saliendo del cuerpo materno. Y lo hacemos como producto de nuestra racionalidad y sin ningún aprendizaje previo, sino por la naturaleza del don divino que Dios implantó en los hobmres y mujeres creándolos como seres superiores a cualquier otro tipo de animales.
Por eso no somos descendientes de ninguna clase de monos evolucionados  ni tampoco de ningún  otro animal. Luego eso de que somos "primos hermanos" de gorilas, orangutanes y chimpancés, es totalmente falso y equivocado. Los seres humanos (hombre y mujer) fueron creados directamente por Dios al margen por completo de la creación de los demás animales. No existe ninguna cadena evolutiva que haya podido demostrar que nacemos por evolución de algún otro animal. Nacimos directamente de la mano creadora de Dios sin tener que haber pasado por las evoluciones de las teorías darwinistas y otras que siguen esos caminos iniciados por Darwin y que sólo son verdaderas cuando se refieren a los animales pero no a los seres humanos.