1996.Yo acababa de ganar, junto con mi esposa Liliana Del Castillo Rojas, el Concurso Nacional de Ensayo "Premio Benjamín Carrión" de la Casa de la Cultura de Guayaquil y también hacía poco tiempo que había renunciado a estudiar el Doctorado en Ciencias de la Comunicación y Literatura de la Universidad Católica de Quito (sólo habíamos aprobado el acceso  a dichos estudios 3 personas) porque una señora (cuyo nombre no conozco ni deseo conocer jamás) se empeñaba en que yo tenía que pagar 3 ó 4 veces más que un ecuatoriano...
En aquel entonces escuché que en Radio Colón, de Quito, el señor Gordon, de IMG (Industrias Metálicas Gordon), anunciaba que se creaba el I Premio de Poesía IMG que sirviera para promocionar su negocio de estructuras y muebles metálicos. Mi amigo Fausto decía que era imposible escribir una buena poesía literaria sobre productos metálicos; pero mi amigo Pablo le llevaba la contraria; así que lanzaron la apuesta. Yo no quería competir por conseguir ni el primer lugar, ni el segundo, ni el tercero ni cualquier otro lugar en el Concurso Poético IMG, pero debía participar para demostrar a Fausto que esta vez él era el que estaba equivocado y que perdería su apuesta con Pablo.
He de aclarar que Pablo no intervenía para nada en la decisión  de cual poema era el mejor; cosa que hacía directamente el señor Gordon o quizás algún jurado de IMG pero Pablo sólo se dedicaba a recoger cuantos poemas presentasen cualquier poeta o poetisa, de cualquier nacionalidad, que quisiera concursar con cualquier número de poemas. Así que escribí uno y lo envié al Concurso. Me pilló por sorpresa saber un día, mientras se estaba celebrando el Concurso, que yo ocupaba el primer lugar con dicho poema. Vuelvo a insistir que eso no era para mí lo más importantes y me quedé pensando si yo sería capaz de vencerme a mí mismo. Así que me dediqué a escribir otro poema tan espontáneo como el primer pero, esta vez, mucho más difícil porque me entregué a la labor de que fuese un Soneto con ritmo y rima (aunque con entera libertad en el número de sus sílabas). Lo titulé "IMG es la empresa" y lo entregué en Radio Colón de Quito.
Para mayor sorpresa mía no sólo seguía estando en primer lugar sino que, efectivamente, me había batido a mí mismo (cosa que suelo hacer muchas veces porque me entretiene y me hace desarrollar más mis falcultades literarias). Así que, al final del Concurso, el señor Gordon decidió que aquel Soneto era el mejor poema de todos los presentados. El premio consistía en un sólido escritorio metálico (que todavía conservo en mi casa de Quito y en donde todavía, a veces, sigo escribiendo) y una cómoda silla también de IMG.
Cuando acudí a Radio Colón, de Quito, para recoger el premio, Pablo me hizo una entrevista dándome a conocer que el señor Gordon había decidido, aun reconociendo que yo había sido el ganador del Concurso, dar el mismo premio a una señora cieguita que había hecho un gran esfuerzo para presentar su poema; pero que antes de ello quería saber cuál era mi opinión sobre el asunto. Le dije a Pablo que yo no estaba compitiendo contra nadie sino contra mí mismo y que no sólo me parecía excelente que premiasen de la misma manera el esfuerzo de aquella señora cieguita sino que si quería dárselo a alguien más por mí encantado. Observé que, efectivamente, había allí dos mesas metálicas y dos cómodas sillas de IMG enteramente iguales. Recogí mi premio y agradecí que me hubiesen declarado el ganador del Concurso.
Pablo Montenegro Zaldumbide (que para nada había intervenido en el veredicto a pesar de cierto señor que decía que nos conocíamos y era cierto que  nos conocíamos  pero no por eso tuve palanca alguna) ganó la apuesta, en esta ocasión, a Fausto Zambrano Zúñiga.
Nota Aclaratoria: Este Premio de Poesía IMG, junto con el Premio de Ensayos "Benjamín Carrión" constan en mi curriculum vitae (hoja de vida si lo prefieren) que un tipo sinvergüenza tenía guardado en su cajón para que no lo conociese el Señor Presidente de Ecuador: Don Rafael Vicente Correa Delgado. Y como todo esto es verdad no me duele prendas recordarlo y hacerlo público.