Confieso homicidio africano, en sede romana
Publicado en Dec 07, 2011
Padre, vengo a confesar un pecado mortal.
- Te escucho hijo, confiesa. Padre, durante toda mi vida, nunca, nunca, he levantado un solo dedo, para denunciar a los culpables, o para palear en parte, el hambre que sufren nuestros hermanos de África, que en este mismo momento… mientras me confieso, se están verdaderamente… Muriendo! - Muy bien, hijo, eso es tener caridad y pensamientos compasivos, pero cuéntame, cómo andan tus relaciones de familia, de amistad, tus modos de vivir la sexualidad, tu asistencia a misa, tu fervor religioso… cuéntame, qué otros pecados tienes hijo mío.- Padre, no seamos hipócritas, o para ser sincero, no seamos tan pero tan hijos de puta… ¿qué carajo le puede importar a Dios bueno esas idioteces que usted me pregunta, cuando le digo que se están muriendo sus hijos negros, de hambre? Vamos Padre, apúrese a absolverme, que mientras estamos en esta confesión, mi ángel de la guarda, que no creo que sea africano, pero también es inocente, me comunica que acaban de morir en este tiempito, que va de mi confesión, treinta y tres… africanos más… ¿y sabe qué, Padre? creo que por demorarnos tanto, la culpa es mía, y también, suya.- Agregue a mi confesión, que usted y yo, somos asesinos. Hemos matado a treinta y tres hermanos, por quedarnos aquí sentados. Y ese número, a juzgar por cierta gematría, es el número de Cristo. A él, hemos matado.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|