Un día como cualquiera
desperté en el amanecer de mis sueños
y en ellos conocí una dama cuya belleza y ternura
superaba cualquier grado de dulzura. 
 
Llevaba un velo color rosa
y lucía un sonrisa seductora
jamás vi antes mujer tan hermosa
quiero verla, quiero que sea ahora.
 
Como aquella Esfinge es ella
la cual queda en esa tierra tan lejana
única la cual nada es mas bella
e hipnosis por su mirada emana.
 
Hoy más que nunca la llevo en mi corazón
mientras sigo esperando a que llegue el día,
en que tomados de la mano vuelen nuestras almas.  
 
Sólo tú sabes quién eres,
que mientras sonríes alguien mas te quiere,
muy lejos de tí algún día sabrás
que quizá algún día me amarás 
 
21-VII-2011 01:07am