Suspiro. Lo has hecho perfecto. Caballero. Sincero. No podías hacer ni más ni menos que eso. Rabia. Esta  sensación ajena a la ciencia, le sobran fuerzas y regala potencia a la impotencia. African Teacher de Burning Spear.
 
No me gusta saber que me pierdo en el bosque para encontrar carreteras. No me gusta hacer autostop en las mismas para provocar algún incendio.  En la autopista el gentío adquiere protagonismo cuando el final ya está resuelto. Cuando ya te han contado la película la vida es una mierda. Al menos no era ciencia ficción, era un cuento infantil, con una dama de andar esbelto como protagonista. Los lobos One time one night.  Música para los ganadores que pierden. Realidad cruda. Esto en América no pasa – dije irónicamente, haciendo sátira de si latirá o no igual que aquí un corazón en duda.
 
5 women. Debe de haber una manera, pero complacer a mis sentidos, cuyos pies ya advierten, pisando una y otra vez, que verterán o  de hecho ya vierten en mi boca lágrimas que desembocan en embriaguez. 2 o 3, he ahí la cuestión del coloquio femenino, a riesgo de sonar repentino, sacrifico claridad por nervios y fluidez.
 
Harmonica Blues. A veces me pregunto, ¿por qué no vuelves donde mí? A veces me pregunto ¿Por qué no has vuelto todavía? Si me caigo, tú sabes que será tu culpa. Yo llegué y tú ya estabas. Seguro que te acordarás de mi faz sonriente. Te acordarás de mi intento, pero no me encontrarás. Así mismo, tú no podrás ser tampoco topada.
 
Cada día más interesante. Eso es. Eso es malo. Así que etcétera etcétera.
 
Red House – Prince & Maceo Parker.