Quizá, esta canción sincera y honesta, /
Cause en usted una alentadora reacción; /
¿Y, -  Quién quedó - en aquellos escritos sin fecha?/
Quizá, mi poca atención y desmedida, /
Me conlleve  a esa complicada lección; /
De no saber casi, - Casi nada – de su partida, ¿Y qué paso? //
 
Si  aquellas señales amenas, /
Provocaron - Sentimiento -, ¿Y qué ocurrió?, /
En aquel borde de la pena ajena; /
- Y la entereza sedujo a la tristeza- . //
 
¿Por qué, los dioses no acabaron; /
Este valle tan herido? /
Aquellos girasoles tan amados, /
Que al mar quedaron por los siglos. //
 
Y la luna fue el tema cursi, /
Que le propuse cuando salíamos; /
Aquel vino tinto por la “calle” suelto, /
 “Me doy cuenta de este argumento sin sentido”. //
 
- ¡Perdone, tengo frio! - //
 
Quizá, su aroma de alborada hizo de mi, /
Un absurdo dependiente; /
Cual, sin sus sábanas ya no concibe vivir. /
Quizá, mi voluntad este perdida; /
¿Cómo luchar cuando no se tiene, /
El fervor de unos labios llenos de vida? //
 
¿Por qué, los dioses no acabaron; /                    
Este valle tan herido? /
Aquellos girasoles tan amados, /
Que al mar quedaron por los siglos. //
 
Y mi ilusión resta paciencia, /
En la Lucerna de un primer piso; /
Cuando le miro por las nubes blancas, /
 “Y me despierta un ligero ring… /
Y me da el aviso, de que llegara por la mañana… “ //
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“3 am. Buena hora para dormir… ”
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