Decamos ayer... (Reflexiones).
Publicado en Sep 21, 2011
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Parodiando, y salvando las distancias, a Félix Lope de Vega y Carpio, decíamos ayer que la Nada no existe. Algunos creen que son muy importantes pensadores cuando hacen lucubraciones sobre la Nada. A mí me parece algo inverosímil, y del todo punto no creíble, que se pasen la vida entera filosofando sobre la Nada, pues es lo mismo que filosofar sobre la No Existencia. ¿Existe algo más absurdo, en la historia del pensamiento humano, que pasarse siglos enteros intentando definir lo que no existe?. Está bien que los sofistas griegos perdieran el tiempo en crear, y recrearse dicho sea de paso, hipótesis esdrújulas sobre el pensamiento humano, pero lo que no se puede comprender es que desde la propia Era de la Ilustración (la llamada Era de las Luces), rebasado ya el Humanismo, todavía existan filósofos que se pasan la vida meditando sobre la Nada.
Pongamos, como hicimos el otro día, otro ejemplo representativo. Supongamos que nos encontramos en un Teleclub (en este caso en el Teleclub de La Costera de Alhama, en la Región de Murcia). Si partimos de la base de que la Nada fuese algo existente sería del todo impensable que en dicho Teleclub estemos un grupo de seres humanos existentes viendo la televisión (que es algo que no es precisamente la Nada) mientras algunos juegan a las cartas, otros juegan al dominó, los hay que se limitan a ver jugar a los demás, está el hombre que vende las bebidas y estoy yo escribiendo. En el Teleclub es imposible que exista la Nada porque todo lo aquí presente tiene y tenemos presencia y eso es parte de un Todo universal.
Si en dicho Teleclub se pudiese demostrar que existe la Nada (lo cual no es cierto), podríamos decir que la Nada es parte de la vida; lo cual, de por si, es una paradoja no creíble. Definir la Nada se hace, en este caso y en los demás con seres humanos por presencia o por ausencia, imposible. No ocurre lo mismo si nos ponemos a definir todo lo que sí existe en el Teleclub. Todos los aquí presentes, junto con las cosas que existen, formamos parte de un conjunto que tiene existencia. La televisión existe. Los jugadores de cartas existen. Los jugadores de dominó existen. Los que miran cómo juegan los demás mientras, de paso, visualizan la película que está proyectando el televisor, existen. El hombre que sirve las bebidas existe. Y yo, que estoy escribiendo, existo. Y se demuestra que formamos parte de un Todo y no de una Nada; porque podemos comunicarnos con las palabras habladas o incluso con el silencio, puesto que el silencio forma parte de un Todo.
Algunos creen, por definición cultural o filosófica, que el silencio es igual a la Nada. Grave error en el que han caído muchos pensadores bastante más modernos que los sofistas griegos. El silencio es una forma de comunicación sin palabras pero va acompañado de gestos, posturas, tics más o menos nerviosso o simplemente pensamientos; y todo ello, todo el conjunto que forma el silencio, es algo que comunica y, por ello, forma parte del Todo en el que estamos participando quienes nos encontramos en el Teleclub. Para muchos recalcitrantes, que permanecen en la inactividad más completa, es increíble que la inactividad forma también parte de un Todo. Se equivocan. Lo volcanes, a veces, están externamente inactivos pero no por ello forman parte de la Nada. En primer lugar porque la Nada no existe, en segundo lugar porque tienen presencia y en tercer lugar porque en su interior está bullendo el magma.
Si la Nada existiera, la vida de los volcanes y toda la Naturaleza entera (incluídos los que nos encontramos en el citado Teleclub) no seríamos nosotros mismos sino cualquier cosa indefinible y, precisamente, las cosas forman parte de un Todo porque o bien se definen por ellas mismas o por nosotros mismos si nos referimos a los seres humanos, y por eso somos cualquiera definición. Precisametne las cosas y los seres humanos aquí reunidos formamos parte de un Todo (lo cual dice que no existe la Nada) porque o se deiinen o nos definimos "per se" o bien por definiciones que hacen otras personas con suficiente conocimiento cultural y filosófico para demostrar que existimos. Todo existe. Todo es definible. Luego, por regla de tres filosófica, si Todo existe y Todo es definible no puede existir lo indefinible que sería la Nada a la que se refieren los escépticos. Ahora bien, el escepticismo, que es una manera de pensar filosófica determinada por la duda, ya está obsoleto y caduco, lo cual demuestra por sí mismo que es un error del pensamiento humano. Los escépticos (que abundan mucho incluso hoy en día) se lamentan de haber perdido el sentido de su pensamiento intentando ser tan incrédulos como para afirmar que quienes formamos, por ejemplo, parte del Teleclub de La Costera de Alhama, en la Región de Murcia, salimos de la Nada y vamos hacia la Nada. Totalmente falso, porque la realidad demuestra que salimos de algún lugar (normalmente de la casa donde vivimos o de la casa de algunos parientes o amigos donde hemos estado comiendo) y volvemos a dichos lugares.
Observemos a un grupo da gatos y gatas (machos y hembras) reunidos alrededor de la mesa donde se encuentra un escritor (digamos, por ejemplo, que ese escritor soy yo). Escribo y observo un todo parcial, pero ese todo parcial (gatos, gatas, mesa, hojas para escribir, bolígrafo, mano que escribe y momentos en que estoy pensando lo que estoy escribiendo) es un todo real que pertenece a un Todo superior y donde no hay cabida alguna para la Nada.
Algunos, asimismo, confunden la inexistente Nada con el aire. Se equivocan si creen que el aire (que no se ve) forma por eso parte de la Nada. Y es que el aire tiene vida "in situ"; o sea, el aire se mueve no por su propia libertad (como haría en caso de que fuese Nada) sino por causas pertenecientes al Todo universal. Los gatos y las gatas olfatean el aire... luego si el aire fuese la Nada no podría tener olor que llegase a los gstos y las gatas. Su olor existe y por eso no puede ser Nada. El olor del aire, por lo tanto, existe y forma parte de un Todo universal en el que podemos inlcuir, asimismo, a las ideas que se nos están ocurriendo mientras vemos y observamos el proceder de los gatos y las gatas y podemos olfatar el aire y sacar la conclusión de que es un todo parcial ya vivido en el pasado, un todo parcial que estamos viviendo en el presente y un todo parcial que viviremos en el futuro.
Observemos otro detalle: ¿los gatos y las gatas se mueven libremente como algunos piensan que hacen?. Falso. Si existiera la Nada sería cierto, pero eso no es verdad. Al observsr sus movimientos vemos que actúan de acorde con algunas causas (por ejemplo la cercanía de un perro) distintas a sus intereses primarios que podría ser estar durmiendo. Si la Nada fuese existencia los gatos y las gatas no olerían al perro y se moverían por causas inexistentes; pero ellos se mueven no con libertad sino motivados por causas (de causalidad y no de casualidad) que son existentes y por lo tanto definibles dentro de un todo parcial. La existencia del perro (algo) hace que los gatos y las gatas (algo también) se muevan en una u otra dirección o hagan algún movimiento diferente cada vez. Esto demuestra que no puede ser la Nada la que rige la vida de los gatos y las gatas o el perro. 
Pongamos, pera terminar, otro ejempo todavía más significativo o igual de significativo. ¿Salió de la Nada una ciudad tan grande como Madrid?. Si fuese cierto no estaríamos hablando de una gran ciudad, ni de un pueblo ni tan siquiera de una aldea porque entonces Madrid no exisíría al ser parte de la Nada. Pero Madrid nació de un todo parcial que era una fortaleza nominada Magerit y ésta nació, asimismo, de un todo parcial llamado Castilla que, a su vez, nació de un todo parcial llamado España, el cual nació de otro todo parcial llamado Europa que, igualmente, nació de un todo parcial llamado Tierra que, definitivamente, forma parte de un Todo total llamado Universo. Luego si todo nace de un Todo universal que podemos percibir como algo real (como sucede en el caso de Madrid incluyendo a sus habitantes los madrileños y las madrileñas) es que la Nada no existe porque nla Nada no puede crear algo y sería, por lo tanto, una locura o una terrible ignorancia decir que Madrid, los madrileños y la madrileñas nacen de la Nada. La Nada no existe ya que todo procede de un Todo universal.
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Reflexiones

Palabras Clave: Comunicacin Divulgacin Pensamiento Filosofa Conocimiento.

Categoría: Artculos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones



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