2. Los cantores del Este
Publicado en Sep 06, 2011
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Los cantores del Este
Isaac deseaba quedarse en el convento. El primero de seis hijos, no tenía muchas posibilidades al regresar a su casa. Su padre era labriego y su madre costurera y apenas si tenían lo suficiente para subsistir. El pueblo del cuál provenía era muy pequeño y las oportunidades de estudio escasas.
Su extraordinaria voz había despertado el interés del padre Juan, quien le había escuchado cantar en la pequeña iglesia de su pueblo, mientras visitaba a un pariente suyo. La familia del chico no se opuso a su partida, pues era una oportunidad que difícilmente se le hubiera presentado en otro momento y las circunstancias económicas le convertían en su mejor opción.
Isaac se logró adaptar al colegio sin mayor problema. Su modesta vida anterior le ayudó a superar las carencias del colegio de varones que presidían los dominicos. No le incomodaba bañarse con agua fría, dormir en duros camastros con apenas un sayal encima o levantarse al alba para los oficios de los monjes. Soportaba bien el frío y podía permanecer horas sin probar bocado.
Era un estudiante excelente, sobretodo en cálculo y gramática. Entre sus hábitos favoritos estaba leer y participar en el coro. No era bueno para los deportes, debido a su mala condición física, pero procuraba la gimnasia de rutina para mantenerse en forma.
Conocido por su carácter apacible, era más bien reservado y tranquilo.
A los dos años de haber llegado Isaac al convento, ingresó un chico pelirrojo de nombre Eugene Eustace Bourlot. Eugene era de clase acomodada, un año menor que Isaac, y su voz una de las mejores, razón por la cual ingresaba al colegio.
Pronto, Eugene se convirtió en la primera voz y en la atracción del coro. La gente acudía a la misa de mediodía para escucharle entonar los salmos y solía participar en eventos prestigiados. Se le conocía en el ámbito como el Ruiseñor del Convento, aunque en el colegio, sus condiscípulos le habían apodado "la cotorra" por su voz chillona y estridente, cuando no cantaba.
Isaac y Eugene se volvieron inseparables y compartían la misma celda, a la que un año después llegó Isaías Fontana.
Isaías había sido rescatado de las calles. Un año mayor que Isaac, Isaías tenía una voz de soporte excelente. El muchacho había vivido de la mendicidad y algunos hurtos, tenía mal carácter y solía reñir con facilidad. Sin embargo, la amistad que trabó con Isaac y Eugene logró encauzarlo medianamente en la vida del convento.
Los tres solían hacer espectaculares solos, donde resaltaba la brillante voz de Eugene, y eran aclamados por el público en las presentaciones que daban.
Durante cinco años, el Ruiseñor del Convento fue una de las mayores atracciones del convento del Este, llegando incluso a beneficiar económicamente a los dominicos por las presentaciones extraordinarias y la abundancia de limosnas en la misa del mediodía.
Pero un día llegó a la celda de los tres amigos, Benedicte Vianni.
Benedicte, de diez años, era menor que sus compañeros de habitación (para entonces, Eugene cumpliría trece años, Isaac tenía catorce e Isaías estaba por cumplir los quince). Provenía de clase aristocrática, por lo que fue apodado "El Principito". Sus rasgos eran finos, de grandes ojos azules y cabello castaño claro. Ben tenía una voz espléndida y se corrían rumores de que había llegado a sustituir a Eugene, pues no tardaría en suceder lo inevitable.
La dura vida del convento asustó a Ben, y tardó en acostumbrarse. Era un chico mimado, el menor después de tres hermanas y no estaba acostumbrado a la rudeza ni a carecer de comodidades. Sin embargo, estableció buena comunicación con Isaac, quien le ayudó a superar poco a poco los inconvenientes de aquel lugar.
Benedicte, que no era muy bueno haciendo amigos, se apegó a Isaac y le seguía con la fidelidad de un perro. Isaac, acostumbrado a su papel de hermano mayor, era comprensivo y paternal con él, protegiéndolo en lo posible de los compañeros abusivos y los bromistas.
Para Eugene e Isaías la presencia de Ben no era tan grata. Isaías no congeniaba con el estilo aristocrático de Ben, y siempre que podía le decía indirectas. Eugene por su parte, lo veía como una inevitable amenaza. Aunque su voz seguía siendo hermosa, algún día cambiaría y por su edad, aquel día estaba cerca.
No manifestaba un claro rechazo a Ben, pero tendía a competir en los coros, y reclamaba para sí las mejores piezas. Últimamente se mostraba agresivo y prepotente, aunque nunca dirigía esta agresión a Ben.
Luego, un día... la voz de Eugene cambió. Pero no fue para dejar la posición de solista. La voz del chico tuvo una transformación espectacular, se volvió aún más transparente, más bella, más angelical y portentosa. Incrementó así su posición sobre Ben, cuya hermosa voz no llegaba a los alcances que el portentoso Eugene conseguía.
Todos quedaron maravillados con aquel portentoso cambio, y admiraban a Eugene como la mejor voz en toda la comarca. Todos, excepto Isaac, que empezó a comportarse de una forma muy extraña.
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Descripción

Una introducci tarda al primer captulo para ubicar el contexto y nuestros personajes.

Palabras Clave: convento pupilos monjes canto escuela

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



Comentarios (2)add comment
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Hoz Leudnadez

Elvira, sin ahondar mucho, tengo que felicitarte por el certamen corto de tus personajes
que causarán más y más intrigas, más tengo que decirte mi opinion y lo bueno
es que ha quedado claro todo esto entre nosotros para que no se vea ofuscada mi sincera
opinion para con tu texto. Respecto a la línea de tiempo y el conjunto en el que el capitulo
anterior y esta entrega descriptiva, está muy lejos de dañarlo, por el contrario, tomo este
como una referencia, pero eso sí, me pareció tan bueno que, debo de decirlo
entre, Isaac, Euge, Isaías y el pequeño Ben (no suena nada ecleso suena a yanky jeje)
pasa algo, lo explicas brevemente y eso se te reconoce, pero sí creo que esto pueda
y debe para más, en el trenscurso de qué pasa antes o crear la historia en cuanto a lo
que cuentas, desenredar lo sdialogos y las descriptivas bueno al menos a mi me encantó
y me recordó a toda la disertacion y deshinibe de tus personajes al máximo
tal como en el grupo de las seis -sino me equivoco con el título- pero por todo
me pareció muy bueno, claramente no se puede desarrollar mucho este tipo de textos
y menos en una página donde no hay mucho tiempo y si se le tiene todos leen
cosas cortas o se auto leen, o se auto eligen favoritos para que los lean, asi entra la vanidad
pero yo elijo mucho la clase de textura y este cuento es bueno claro, ya te lo dije
me encanta ese deshinibe un buen seguimiento voy por el otro
Responder
September 08, 2011
 

Verano Brisas

Querida Elvira: Lo único que se me ocurre ya contigo es felicitarte una vez más, pues siempre tendré que repetir los adjetivos que ya conoces, frente a tu trabajo. Un abrazo de Verano.
Responder
September 07, 2011
 

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