Salmos 25, 26 y 27 (Lecciones morales).
Publicado en Sep 06, 2011
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También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá: Gloria de Dios es encubrir un asunto, pero honra del rey es investigarlo. Para la altura de los cielos, para la profundidad de la tierra y para el corazón de los reyes, no hay investigación. Quita la escoria de la plata y saldrá una alhaja para el fundidor. Aparta al malvado de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia. No te alabes delante del rey ni te pongas en el lugar de los grandes, porque mejor es que se te diga: "Sube acá", y no que seas humillado delante del príncipe a quien tus ojos han visto. No entres apresuradamente en pleito, no sea que no sepas qué hacer luego, cuando tu prójimo te haya avergonzado. Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto a otro, no sea que te deshonre el que lo oiga y tu infamia no pueda repararse. Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene. Como zarcillo de oro y joyel de oro fino es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. Como frío de nieve en tiempo de siega así es el mensajero fiel a quienes lo envían, pues reconforta el alma de su señor. Como nubes y vientos sin lluvia, así es el tacaño que se jacta en su generosidad. Con mucha paciencia se aplaca el príncipe, pues la lengua suave hasta los huesos quebranta. ¿Hallaste miel?. Come sólo lo necesario no sea que harto de ella la vomites. No pongas con exceso tu pie en la casa de tu vecino, no sea que, harto de ti, te aborrezca. Martillo, cuchillo y saeta aguda es el hombre que dice contra su prójimo falso testimonio. Como diente roto y pie descoyuntado es confiar en un prevaricador en momentos de angustia. El que canta canciones al corazón afligido es como el que se quita la ropa en tiempo de frío o el que sobre el jabón echa vinagre. Si el que te aborrece tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed, dale de beber agua; pues, haciendo esto, harás que le arda la cara de vergüenza, y Jehová te recompensará. El viento del norte trae la lluvia, y el rostro airado, la lengua detractora. Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer pendenciera en casa espaciosa. Como el agua fría para el sediento, así son las buenas noticias de lejanas tierras. Como fuente turbia y manantial sucio es el justo que vacila ante el malvado. Comer mucha miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es gloria. Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no pone freno a su espíritu.
Como no le sienta la nueve al verano ni la lluvia a la siega, tampoco le sienta los honores al necio. Como gorrión que vaga o golondrina en vuelo, así la maldición nunca viene sin causa. El látigo para el caballo, el cabestro para el asno y la vara para la espalda del necio. Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad para que no seas tú también como él; responde al necio como merece su necedad, para que no se tenga por sabio en su propia opinión. Como cortarse los pies o beber algo en daño propio es enviar recado por mano de un necio. Como espina clavada en la mano de un borracho es el proverbio en la boca de los necios. Como arquero que a todos hiere es el que contrata a insensatos y vagabundos. Como perro que vuelve su vómito es el necio que repite su necedad. ¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio?. ¡Pues más puede esperarse de un necio que de él!. Dice el perezoso: "¡Hay un león en el camino! ¡Un león está en las calles!". Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama. Mete el perezoso su mano en el plato, pero la cansa llevársela a la boca. en su propia opinión, el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar. Como tomar por ls orejas a un perro que pasa es entrometerse en pleito ajeno. Como el que enloquecido arroja llamas, saetas y muerte, tal es el hombre que engaña a su amigo y luego dice: "¡Sólo ha sido una broma!". Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la contienda. Como el carbón para las brasas y la leña para el fuego es el hombre pendenciero para encender contienda. Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas. _Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y el mal corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en su interior maquina engaño; por más que hable amigablemente, no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque con disimulo encubra su odio, su maldad será descubierta en la congregación. el que cava una fosa caerá en ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a la ruina.  
No te jactes del día de mañana porque no sabes qué dará de sí el día. Alábete el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos. Pesada es la piedra y la arena pesa, pero ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?. Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Leales son las heridas que causa el que ama, pero falsos los besos del que aborrece. El hombre saciado desprecia el panal de miel, pero al hambriento, aun lo amargo le resulta dulce. Cual ave errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de su hogar. Los aceites y perfumes alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción: mejor es un vecino cerca que un hermano lejos. Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así podré responder al que me agravie. El prudente ve el mal y se esconde, pero los incautos pasan y se llevan el daño. Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño y tómale prenda al que fía a la mujer ajena. A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por maldición se le contará. Gotera continua en tiempo de lluvia y mujer pendenciera, son semejantes: pretender contenerla es como querer refrenar el viento o retener el aceite en la mano derecha. El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo. Quien cuida la higuera comerá su fruto, y el que mira por los intereses de su señor recibirá honores. Como el rostro en el es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre: Como el seol y el Abadón nunca se sacian, así los ojos del hombre nunca están satisfechos. En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre la boca del que le alaba. Aunque majes al necio en un mortero, entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad. Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños, porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona es para generaciones perpetuas. Saldrá la grama, brotará la hierba y será segada la hierba de los montes; tendrás corderos para vestirte, cabritos para el precio del campo y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento de tu casa y para sustento de tus criadas.
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Salmos de la Sagrada Biblia Cristiana.

Palabras Clave: Sociedad Conciencia Moral Evangelio Cristianismo.

Categoría: Conocimiento

Subcategoría: Instrucciones



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