BESARTE  
 
Si me hubieras entregado el corazón
y toda tu alegría
y toda la pasion que te consume,
habría dejado todo.
 
Habría cerrado tu boca
con un beso largo, largo, apretado
tan largo como el hilo de la vida.
 
Y habría cambiado mi camino,
mi horizonte.
 
Me habría entregado
a la fruición
de crear un nuevo mundo.
 
Habrían brotado de mis manos
los milagros
de la felicidad,
de tu sonrisa.
 
Pero tu razón dijo que no.
 
Y con una fría parsimonia
fue tejiendo una malla
de sueños
que me ofreció
con una sonrisa suave
con una voz embrujada.
 
Y ahora me dice que se va,
 y me impide que le escriba.
 
Pero mis abuelos dicen
que volverá todas las noches
para escuchar el canto
de mi corazón y arrullarse,
para poder vivir
y dormir el sueño inconsútil
de un extraño amor sin ataduras
que florece voluntaria, milagrosamente
en la hendidura de la roca
de esa razón malhadada.
 
Así que te espero.
 
Siempre habrá tiempo
Para el verdadero amor.
 
 
SAN JERÓNIMO LÍDICE, JUNIO 25 DE 2011.