CONTINUO-ESPACIO-TEMPORAL
 
Aunque la teoría newtoniana
se anotó un éxito asombroso
con la predicción de Neptuno,
no todo es color de rosa
por los caminos del cielo.
 
Dicha teoría no esclarece
por qué se atraen los cuerpos,
aunque afirma que la gravedad
es la responsable del giro de la Luna
alrededor de la Tierra, dejando inexplicado
cuál es la esencia del fenómeno
que me propongo nombrar.
 
Entonces llega Einstein y nos habla
del asunto en términos geométricos,
asegurando que éste no es más
que la curvatura del espacio-tiempo
generada por la materia misma.
 
Para sustentar su tesis
creó espacios de cuatro dimensiones,
permitiendo en esa forma
que Minkowski acoplara con certeza
un continuo-espacio-temporal.
 
Con esta nueva geometría
la menor distancia entre dos puntos
ya no es la línea recta, sino curva,
donde el espacio-tiempo se desplaza
por una trayectoria geodésica,
cuasi-cerradamente.
 
Hoy definimos la mecánica celeste
como una rama del saber científico
que estudia el movimiento de los cuerpos
aplicando las nuevas teorías
que sabiamente formularon Einstein
y otros estudiosos que lo acompañaron
en su denso camino por la vida.