Cuando llega la maestra sucede algo curioso, uno de sus alumnos demanera especial, porque por razòn de circunstancias especiales,se es un poco imparcial con el, por problemas de salud,etc., y la citada maestra lo ha apoyado durante todo el semestre,a la pobre ilusa, no le habìa caìdo el veinte que lo que gritaba era directamente para ella, al entrar la ingenua y hasta atolondrada maestra Manuel que es el nombre del susodicho alumno empezaba a gritar en voz en cuello, huele a ajo, huele a ajo, cuando al fin se dio cuenta que era mucha causalidad que siempre gritara lo mismo, y que pusiera a  alguna de sus compàñeras a echar aerosol de perfume para el ambiente, fue asì, como se dio cuenta, en varias ocasiones ellas una u otra echaban el aerosol, en una ocasiòn una muchacha le echò en el cuerpo y tal vez su nerviosismo hizo que dirigiera el aerosol sin querer hacia una rejilla de la refrigeraciòn y se le regresò y le cayò directamente en los ojos, la pobre mujer, le dijo que te pasò hijita? a lo que le contestò---- me arden mucho los ojos, parece que me hubiera caìdo chile-----, pasaron los dìas, y la protagonista de èsta deplorable historia decidiò darse un baño màs efectivo, enjabonarse y tallarse con màs fuerza, empapò su ropa de lociòn, y regresò de nuevo a su trabajo, una de sus alumnas que sabe que le tiene aprecio llorò con ella y le dijo, maestra no se merece lo que le hacen, se burlan de la artritis de sus manos y las engarruñan, y dicen que es bipolar, que es una neuròtica, una vieja decrèpita y se burlan mucho de usted, en ese momento la maestra sacò de una carpeta que traìa en su maletìn la fotografìa de dos jòvenes sonrientes una joven morena de hermosa presencia y un joven alto blanco que sonreìa de una manera franca y sincera y viendo hacia el cielo apretò junto a su corazòn a esa fotografìa de sus amados hijos respirò hondo y le dijo, no te preocupes si solamente me quiere Dios y mis hijos, que el mundo ruede, el que vivan tan amargados y les guste patearme, no va ha resolver sus problemas, de ninguna especie, quienes lastiman, hirien gratuitamente estàn enfermos pero no de la mente, sino del corazòn, son seres amargados, miserables, tenemos que orar por ellos, cuando se tiene la necesidad de trabajar, se tienen que aguantar humillaciones, ofensas y agresiones, como el sentir que el aerosol directamente en la piel lastimada arde, arde como àcido