El secreto de Klara (la carta) Parte 1
Publicado en May 14, 2011
Prev
Next
Image
Querido José:
Como habrás notado, mi vida está atravesando un momento muy difícil y repleto de confusiones por las que me he visto obligada (y seguiré) a tomar sombrías decisiones.
Debo pedirte disculpas, sinceras disculpas, por mi extraño comportamiento; necesitaba hacerme de este espacio en soledad para poder escribir esta carta.
Todo lo que hice y dije, y tal vez aún continúe, no son más que piadosas mentiras; lo hice porque precisaba ponerte a prueba para terminar de creer lo que en un instante voy a decirte.
Respecto de Daly -tu gran amigo-, creo que no tengo mucho para decir. Todo lo que te conté anoche es absolutamente cierto y si bien no era mi intención hablarte de él por este medio, lo hago porque considerando que fuiste el único que apoyó siempre mis locuras, mis caprichos, o simplemente mis decisiones -como dije anteriormente-, es que haré una breve mención sobre su persona.
Te pido que no me juzgues amparándote en el pensamiento machista que suelen tener ustedes los hombres en circunstancias como éstas.
Estoy convencida de que Daly es una gran persona, pero nuestra relación alcanzó su techo; así de rápido, así de cruel; no se trata de buscar culpables, no, eso sería lo más cómodo.
Él me ha enseñado muchas cosas, y especialmente en el campo de lo sexual; podría decirse que fue mi educador. En dos palabras: es un hermoso degenerado.
Sin embargo mis adolescentes (aún lo soy) laberintos fueron suficientes para poner fin a esa relación. Somos disímiles, hasta te diría: de estilos distintos de pensar.
Le deseo lo mejor...
Vuelvo a lo que en realidad quiero contarte.
Antes tengo que ser insistente en mi pedido de disculpas, porque sé muy bien que debes estar atormentado por mi culpa. Quizá te confundí haciéndote creer que sentía una inexistente atracción por vos, ¡es que estaba nerviosa por tus persistentes preguntas y más preguntas!
Por supuesto no pretendo atribuirte la responsabilidad de mi comportamiento de anoche, bien sabes que siempre te he apreciado.
Tampoco creas que haya olvidado esta carta en tu alcoba, pues te la he dejado con total intención y si no te la di en mano, simplemente es porque preferí que la leyeras en mi ausencia.
Te lo ruego: ¡no te enojes! Pero quizá lo que vas a leer a continuación sirva de sobrado motivo.
Lena y yo somos amigas desde pequeñas. Prácticamente no hay secretos entre nosotras, y esto abarca absolutamente todo...
Ella siempre fue una niña muy terca, desobediente y caprichosa. Quizá no sean más que características comunes pertenecientes a las bellas señoritas, porque no se puede negar que es descomunalmente hermosa. Generalmente atrae la atención de cualquier hombre que se cruce por su camino y casi al mismo tiempo hace bajar la mirada de los jovencitos de su edad, como si los estuviese retando y para serte franca, tampoco mostró alguna vez síntomas de modestia pues jamás saludó primero a alguien, sino, más bien, esperaba para luego no responder. Daba la impresión de hacerse lamer las plantas de los pies con enorme regocijo, sabiendo que lograría su propósito sin que hubiese algo por lo cual preocuparse.
Por más adultos que fueran: hombres casados con familia, acostumbrados a tratar con señoritas de la calle, o acaso experimentados negociadores, siempre salían peor parados que ella.
Paradójicamente todo aquello me recuerda a tu relación conmigo; aun teniendo en cuenta tu bondad y respeto hacia mí, pues me sentí siempre culpable, como si mi presencia fuera para vos algo verdaderamente fastidioso, o, una perversa tortura.
Posiblemente consideres un atrevimiento de mi parte todo lo que diga en esta carta respecto de Lena, alguien a quien todavía no conoces, pero siento que no puedo ni debo hacerme la distraída, a sabiendas de que tarde o temprano se cruzará por tu camino; pues de ocurrir, no tardarías mucho en desatar todo tu inquina hacia mí por no haberte advertido sobre ella.
De modo que siento es mi deber o tal vez mi razón para vivir en paz, velar por este intento, cubriéndote todo lo necesario del peligro que representaría ella en tu vida, puesto que siempre opta por lo más repugnante, lo más vulgar y ridículo que esté a su alcance, no por decisión propia, naturalmente, sino por ignorancia; por pura soberbia. En ella abunda una obstinada necesidad de herir a hombres como vos.
Definitivamente no sería una buena influencia sobre tu persona querido primo... no dejes que manche tu buen nombre.
Te equivocas notablemente si piensas que digo todo esto por celos o maldad, pero hay un largo y oscuro trecho entre la realidad y tu imaginación; una prueba de ello puede ser el hecho de que no deberías creer en todo lo que te digan y una carta suele actuar como un medio también a desconfiar. Inclusive ésta que estás leyendo ahora. Estas en todo tu derecho.
Sin embargo, me estoy refiriendo puntualmente a una carta que tu madre escribió, no hace mucho tiempo, imitando con suma paciencia la letra de tu padre. En la misma cuenta una infamia tan grande como su crueldad, confabulándose con... Lena, su gran socia en el arte del odio.
Nada debes creer de lo que allí se diga, pues yo no soy hija de Pepe. Es grande la indignación que me invade ya que no solo difaman el honor de tu padre, que no se ha dado cuenta de la existencia de dicha carta, pues de haber sucedido, se hubiera armado una gran trifulca en tu casa, pero nada de eso ocurrió al menos por ahora; también lo están haciendo con el honor de mi madre inventando una relación amorosa (¿o acaso solo sexual?) irreal. Obraron con absoluta desvergüenza y prefiero no seguir agregando calificativos.
Página 1 / 1
Foto del autor Gustavo Milione
Textos Publicados: 148
Miembro desde: Apr 02, 2010
2 Comentarios 256 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

La carta que Klara le escribi a Jos Unkul. Toda una revelecin.

Palabras Clave: carta revelacin

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Gustavo Milione

Derechos de Autor: Reservados


Comentarios (2)add comment
menos espacio | mas espacio

Gustavo Milione

Gracias, Sí de hecho ya publiqué la segunda parte... saludos
Responder
May 18, 2011
 

Emme

Interesante carta, supongo que seguira ¿no?
Saludos, Emme.
Responder
May 16, 2011
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy