Siento desde muy dentro un enojo pequeño,
 Luego crece cuando percibo tus maliciosas palabras,  piensas en que tu vida es maravillosa, ni siguieras percibes si un día el sol, esté color rosa...
Acaso crees que con tus consejos de mujer madura, piensas y hablas con soltura, me dices que siga con tu escuela, en mi opinión carente de referentes, no hay lugar para las cosas simples, solo apariencias sin esencias...
Permanezco callada, pero sabes lo que dice mi mirada, conozco tus miserias y tus anhelos de mujer...
Soy mujer como vos, pero necesito sentirme amada,
No creo en que sean pavadas de adolescente, para mi es  algo permanente.
Es el faro que me guía, la luz que me ilumina...
Alegrías y  tristezas se hacen menos pesadas, con lo que tú llamas pavadas.
Me enojo más, al enojarme, porque te escucho, y no puedo hacerme la desinteresada,
Te contesto a tus teorías, pero es regalarte palabras, que resbalan, caen, y se desintegran en la nada... Mundos in mundos