HISTORIAS NO SIEMPRE CONTADAS -PARTE II-
Publicado en Apr 02, 2011
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     Ya al atardecer, el agricultor junta las herramientas. El día fue largo y agotador, pero valió la pena. Ya desmalezada, la franja de tierra está lista para plantar…

    El camino de regreso es el mejor. Lo lleva a sus hijos, al descanso y a la paz de su hogar. De pronto, Roco el perro pastor, comienza a ladrar y le indica con sus movimientos nerviosos un lugar en el pantano cercano. El hombre tira sus herramientas y corre tras el animal que insiste para que los siga. Un caballo negro los cruza… el jinete seguro está en aprietos. Escuchó entonces los gritos…

     Un jovencito, en medio del pantano está atrapado. Cada movimiento lo hunde más. El hombre, avezado sabe qué hacer. Tranquiliza al muchacho para que no se mueva. Se saca las ropas y las une con apretados nudos. Así alcanza las manos del muchacho y lo arrastra a un lugar seguro… El esfuerzo y la tensión fueron agotadores. Los dos se tienden en el suelo húmedo a descansar. Ya casi de noche, Roco les indica el camino para salir del pantano.

     Llegaron a la casa con la luna alta, toda la familia preocupada por la tardanza, salió a su encuentro y conocen al joven que lo acompaña.
Un par de días después cuatro caballos tiran de un carruaje negro y dorado. Sube la cuesta que lo lleva a la casa del labrador. Una escalerilla deja ver zapatos de charol negros y el mejor traje cortado a medida, un sombrero de pana negra enmarca los ojos más grises que la familia viera… El recién llegado, de alta alcurnia con gran emoción abraza al joven que el labriego salvara de una muerte segura. Es su hijo. Luego, agradecido, le habló al hombre:

-Pídeme lo que quieras. Te lo daré.

Pero el hombre en su humildad y nobleza contesta:

-Nada me debes. La vida de un hijo no tiene precio…

Fue entonces que el hijo del labrador salió de la casa y al verlo el hombre rico le dijo:

-Entonces, ya que no quieres nada para ti, te propongo algo. Déjame que me lleve a tu hijo a Londres. Yo lo cuidaré y le daré estudio. Si resulta ser como su padre, será un hombre esforzado, honrado y noble.
El labrador consultó la mirada de su hijo y supo lo de siempre. El sueño del muchacho se haría realidad…

     Fue así que el joven se graduó en el St. Mary’s Hospital Medical School como doctor en medicina y siguó su carrera de investigador.

    Una noche de invierno su benefactor lo llamó de urgencia, su único hijo se moría. El médico acudió de inmediato.

    El que fuera una vez salvado por el padre en el pantano, ahora es salvado por el hijo médico, administrándole su gran descubrimiento: “la penicilina”.

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Foto del autor Turmalina
Textos Publicados: 54
Miembro desde: Jan 07, 2011
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Descripción

Palabras Clave: historias no siempre contadas

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (1)add comment
menos espacio | mas espacio

Daniel Florentino Lpez

Ágil relato
De base histórica
Me gusta tu estilo
Un abrazo
Daniel


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April 04, 2011
 

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