Entonces era lidiar
sin medida, triunfar el instante.
Derroche de las hormonas
tentando a los carceleros.
El polvo es olvido temiendo
al viento, los huesos arando tierra
que habita el recuerdo.
Lucrar con estos versos
que demoran el insulto,
maligno portador penando
endiablado,
esquivando los ecos terminales,
sumando conversos.
Entonces era luchar
sin remedio,
juzgar la paciencia,
tumbar las guirnaldas
de la hipocresía.