Siendo sincera no recuerdo exactamente cuándo te conocí…
no recuerdo que solíamos hablar y mucho menos, recuerdo cómo, porque o siquiera una razón por la que fuiste entrando a mis días…
sencillamente ingresaste… te incorporaste a la cotidianidad de mis horas, a los divagares de mis pensamientos, a las sonrisas fieles con el tiempo que entregan mis labios, a las locuras imaginables de quien va queriendo y a las letra que voy uniendo.
Vamos andando despacito por la vida, a veces tomamos impulsos y corremos queriendo alcanzar la meta pronto, queriendo huir del presente, olvidando quizás que los pasos que nos llevan son solo los que hacemos… son solo los que nos sustentan y los que vivimos.
Vamos por la vida queriendo enamorarnos, queriendo vivir días