Qué no muera mi tradición
Publicado en Dec 25, 2010
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Arroz con gandules, guineo hervido, morcilla, lechón, pastel y el cuerito...
 
¡¡¡ Super rico!!!
 
Ya pasó el mediodía y todavía estoy en esta fila infernal. Tengo los ojos, como estacas, clavados en la vitrina que exhibe el rico manjar. “
 
Yo pensé:
__Estoy aquí temprano y no voy a esperar tanto rato, pero no  ha sido así.
 
Espero con ansias mi turno para deleitarme el paladar con este menú navideño. Ya uno no se tiene que poner  a cocinar. ¿Para qué? Si todo está hecho. Y menos a mí, que no me gusta cocinar., pero sí, el buen comer.
 
Pasteles, morcillas, gandinga, arroz con gandules y guineos son parte de la oferta que acompaña el plato principal que es el lechón a la vara. Aquí es donde sacio mi antojo con todo este repertorio, y a un precio ni qué se diga. ¡Baratito!
 
Además de almorzar bien rico, aprovecho y compro unas cuantas libras de lechón asado, morcilla, una buena docena de pasteles de masa y cerdo, para disfrutarlo con mi familia mañana, que se celebra navidad.
 
De aquí paso  la universidad para apoyar a los estudiantes que están en huelga. Voy con la barriga contenta a la manifestación a gritarle a todos esos hijos de puta que no nos van a parar con sus garrotazos y macanazos.
 
Después de enero recupero mi buena figura porque ahora creo que tengo unas libritas de más. Es que en esta época uno ingiere como aborrecido o se como un puerco, en tanto festejo y tanta comida y bebida de vicio. Suerte que lo voy sudando en las marchas…
 
Para mí es una tradición venir a esta lechonera para esta época.
 
Me dijo Tato, quien es uno de los empleados de este local, que el lechón se adoba el día anterior. Que tarda cuatro horas en cocinarse y ya a las seis de la madrugada sale el primero. Dice que su secreto está en el adobo que se le pone. Estos lechoncitos son frescos del país.
 
¡Cómo se  me salen las babas cuando miro ese cuerito mantecoso!
 
Las navidades, para mí, me saben y me huelen a campo. Tienen ese sabor a  lechón asado. Es más, deberían colocar en cada pesebre una imagen frente al niño Jesús de un chanchito bien asadito…
 
Pero esta mezcla tan difusa que vemos en los adornos y el ambiente me suena a una navidad de allá, de los sosos gringos. Es que ese sueño de muchos de los de nosotros de querer parecernos a ellos no hace inventar tantas monerías. Santa Claus, venaditos, nieve, arboles blancos y no sé qué pendejada más.
 
Por eso es que yo me doy mi escapadita y me llego hasta esta lechonera. Aquí sí se sabe a navidad.
 

De las montañas venimos para invitarte a comer un lechoncito en su vara y ron pitorro a beber...
 ¡Ay, doña María,  ay compay José, ábranme la puerta que los quiero ver.  Ábranme, compay, que ya son las tres y yo no he "tomao" gota de café…
 
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Foto del autor José Luis Marrero
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2 Comentarios 322 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Por eso es que yo me doy mi escapadita y me llego hasta esta lechonera. Aquí sí se sabe a navidad.

Palabras Clave: cuento relato navidad fiesta

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (2)add comment
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José Luis Marrero

gracias amigo y bonitas fiestas
Responder
January 03, 2011
 

raymundo

Las buenas costumbres hay que conservarlas, tanto en las celebraciones festivas como en la solidaridad con las reclamaciones.
Responder
January 02, 2011
 

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