Es el  tango “Pasional”, uno de mis preferidos,
Lleva en su letra el dolor, del  no  ser correspondido.
“No sabrás, nunca sabrás lo que es morir mil veces de ansiedad”
El lo sabe, lo calibra, lo pregona con dolor.
La fulana lo ha olvidado o él la quiere por los dos.
“No podrás nunca entender, lo que es amar y enloquecer”
Insiste el taita amargado, sin poderla convencer.
“Tus labios que queman, tus besos que embriagan
 y que torturan mi razón”
¡Que la mina es brava, es brava! Si casi lo calcinó
Discípula de Torquemada, le torturó la razón.
“Estás clavada en mi, te siento en el latir
abrazador de mis sienes, te adoro cuando estás
 y te amo mucho más cuando estás lejos de mi”
Así  se confirma el dicho, en la anterior referencia,
El amor se hace más grande, cuando promedia la ausencia.
“Tus manos desatan caricias que me atan a tus encantos de mujer”
Entre tantas amarguras, algunas que son dulzuras
asociadas sin remedio a  momentos que se fueron
y tenaces aún  se aferran a sus más caros recuerdos.