Textale

Infinito

Publicado en Dec 14, 2010

¿Alguna vez te han hecho una pregunta que no supiste contestar?... A mí sí me paso, así es como me di cuenta que no me he logrado explicar muchos eventos de mi vida. En sí no he hallado las respuestas de muchas preguntas que han surgido en mi mente durante cada día que he respirado el aire de este mundo. Varias veces me he preguntado: ¿Por qué me pasa esto?... ¿Por qué le ha pasado a él/ella y no a mi?... ¿Por qué sufre tanto?...¿De dónde salió esto?... Seguramente a muchos también les ha pasado. Imaginen que ni siquiera tenemos una respuesta a: ¿de dónde vengo? Más allá de saber que somos producto de una relación entre nuestros padres y que nuestra madre fue quien nos tuvo en su vientre hasta que nacimos y llegamos a este mundo, seguramente por primera y única vez. Somos seres finitos. Buscamos siempre una respuesta a todo. Aunque quizás no la haya. Pero todo se resume a supersticiones, creencias y decisiones. Algo que se aprende en la vida es que nunca encontraremos respuestas claras a esas preguntas. En realidad no vale preguntarlas. Nadie nos dará una respuesta, con cada vivencia de la vida, cada día que despertemos, cada día que transcurra y cada cosa que pasemos nos aportara un granito a la respuesta de esas preguntas. Pero no una respuesta concreta. Cosas de la vida, usaran muchos como respuesta, pero es poco compleja para nuestro entendimiento humano, total... ¿Qué son exactamente las "cosas de la vida"?... En la vida tenemos dos opciones básicamente: Vivirla o morir en el intento. Al final, la única condena de esta vida es la muerte. Y la muerte suma otras preguntas a nuestra lista. Cada oportunidad que perdemos seguidamente la tomara otro, por eso, nada aquí se pierde. Tal vez tampoco se gana nada, al final dejaremos todo luego de morir, o quizás no... No tenemos mucho que perder ni mucho que ganar. Solo una vida que enfrentar. Los problemas que surgen tienen solución siempre, eso es un hecho, y si no tiene solución, simplemente no es un problema. La vida en si no es más que una duda a nuestro entendimiento, una incógnita para nuestro razonamiento y una confusión para nuestra alma y sentimientos. El que no sufre, no vive, el que no goza, no vive. ¿Entonces? Nunca estaremos bien, pero tampoco del todo mal. La vida es un balance, pero... ¿qué es lo que se balancea?... Quizás la respuesta a esto sea: Una duda y una respuesta. Respuestas que nunca hallaremos, dudas que siempre nos plantearemos; mientras seamos seres finitos atados a un pensamiento que no explica lo infinito. Estas preguntas tienen en común que sus respuestas son todas, completa y exclusivamente infinitas. Y el infinito hasta donde yo sé, no puede ser explicado.

PÃ¡gina 1 / 1