Honorato tiene un gato
que siempre quiere jugar
con los cordones...
los cordones del zapato
que son, para él, el mar.
Viene del colegio el niño...
¡se dispone a merendar!...
más llega el feliz felino
y empieza a desatar
alegremente el ladino
los cordones de abordar.
Se hace pirata aquel gato...
y comienza a imaginar
que es un barco aquel zapato
y él lo quiere asaltar.
Por último queda Honorato
con un pie ya descalzo
y, sin gritar,
inicia sus tareas
antes de ir a saltar.
Salta el niño por las calles
y todos, al verle pasar,
piensan que está mochales
pues no pueden imaginar
que su gato "Romerales"
juega que está en el mar
robándose mil reales
que busca donde ocultar.
Cae la noche. Vuelve el niño.
Está tranquila la mar.
Duerme feliz el minino...
¡y de nuevo a anudar
aquel zapato marino
para mañana saltar!.
(La base principal de este poema es el primer poema que recuerdo hacer escrito en mi vida).