Doa Ins y "La Paca" (Novela). Captulo 13
Publicado en Nov 15, 2010
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En la lujosa (pero sobrecargada de objetos, joyas y regalos de todo tipo), habitación de "La Paca", se escuchaba una antigua canción de Adamo: "Ella anda por calles rumorosas; ella anda tranquila y silenciosa. ¡Ay, amor, que pueden sorprenderte y alguien más se puede enamorar!. Sin tú saber yo acaricio tu sombra más yo sé bien que tu voz no me nombra mi bello amor, me da pena mirarte y al llamar me verás suplicarte. Ella ya no es mi amor; libre es para amar. Ella ya olvidó quién soy yo, que la amé de verdad. Ella anda del brazo de cualquiera. Ella anda, hay otro que la espera. Ella va su víctima buscando y olvidó nuestro viejo amor. Y ellos van por las calles del brazo. Y ellos van por las calles soñando. Y yo estoy como un loco perdido porque perdí su querer...".
Ella estaba tumbada en la cama, esbelta figura de mujer, vestida con un jersey de lana de color azul con rayas blancas y un pantalón vaquero de color negro ceñido a sus caderas. Se había quitado los zapatos rojos. Y sentados en dos sillones, admirándola y absortos, se encontraban el supermillonario Don Antonio y el cura párroco Don Ramón.
- A veces, Antonio, me entra la sensación de que me equivoqué de hombre y pienso que hubiera sido mejor conquistar a Jesús.
- ¿Pero que estás diciendo, Paca?. ¡Eso es un sacrilegio!.
- No se asuste tanto, señor cura, que no he dicho Jesucristo sino que me estoy refiriendo a ese futbolista que es capaz de crear sueños con el balón. Yo no soy más pecadora que usted; porque, al menos, no escondo mi condición. ¿Y usted?. ¿Qué derecho divino tiene usted para condenarme a mí si es usted el primero que debería estar condenado?. Quizás hasta Jesucristo esté dispuesto a perdonarme a mí antes que a ustedes dos; uno, como usted, porque es un sepulcro blanqueado vestido, curiosa paradoja, con las ropas negras del pecado infernal trabajando con las almas; y otros, como Don Antonio, un pobre multimillonario vestido con los ricos trajes de gala de los trabajadores de cuerpos. ¿Qué tienen ustedes dos de más grandeza que yo?. La grandeza de un ser humano no se mide por sus poderes fácticos sino por los poderes de su sensibilidad y, en esta cuestión, Jesús, el futbolista Jesús, habría sido mi mejor conquista.
- ¿Pero no sabes, desdichada, que es un guardia civil?. ¿Cómo se te ocurre pensar que un guardia civil va a irse a la cama con una furcia como tú?.
- ¡Retenga su lengua, viejo Don Ramón, retenga su lengua porque no insulta quien quiere sino quien puede y suted no puede ni tan siquiera dos minutos... y ya sabe por qué lo digo... así que retenga su lengua o salgo, en estos momentos, completamente desnuda bajo la luz de la luna llena, por todas las calles de Mijas gritando al mundo entero que usted es quien me abusa las noches en que se encuentra en celo y que gusta gastarse las ofrendas de su fanáticas beatas y santurrones beatos, en sólo dos minutos con mi cuerpo. ¿Quiere que haga eso para que se enteren todos lo de su parroquia que tan entusiasmados están con sus encendidos sermones que están dispuestos a santificarle en vida?.
- ¡No, Paca, por favor... no cometas tal locura porque ese sería mi final como sacerdote y sabes cuáles son mis sueños!.
- ¿A parte de tener la oportiunidad de hacer con Doña Inés lo mismo que hace conmigo?. Que me he enterado que quiere usted confesarla dentro de su cama.
- ¡No empecemos ya a nombrar a mi Inés!.
- ¿Tu Inés, Antonio?. ¿No sabes que tu Inés ya está enamorada por completo de otro hombre de verdad?. Como dice la canción: "Sin un adiós se fue un buen día, sin yo saber que me queria, si fue temor, decirlo no puedo si a nuestro amor... le tuvo miedo. Era una linda flor, me atormenta pensar que pudo ser su amor el que soñé encontrar. Fue un ave que al pasar mi destino cruzó. Yo la dejé volar y nunca más volvió. Cuando el amor deja una herida cuesta olvidar, pero se olvida. Toda pasiónn es una locura del corazón... que el tiempo cura. Era una linda flor, me atormenta pensar que pudo ser su amor el que soñé encontrar. Fue un ave que al pasar mi destino cruzó. Yo la dejé volar y nunca mas volvió. Era una linda flor de amor que tal ves yo amé. Era una linda flor pero ya la olvidé...".
- ¡Deja ya de cantar canciones tristes de ese dichoso Adamo, Paca!.
- ¿Qué te sucede, Antoñito, que no has visto la cantidad de flores que ya hay por toda tu casa?.
- Por favor, no me cites más veces a Inés...
- ¿Te cito entonces mejor a Miguelito?.
- !No, no, no!.
- ¿Por qué no?. ¿Acaso tú eres ahora, de repente, la voz de mi conciencia cuando ni tan siquiera tienes conciencia de tu propia voz?. Eres lo que eres por tu propia voluntad; así como yo soy mi voluntad propia. Es por eso por lo que os he reunido a los dos rivales de mi cuerpo porque voy a pediros una cosa a cada uno si es que seguís queriendo gozar de mí.
- ¡Otro regalo, no, Paca!. ¡Esta vez se acabó!.
- Esta vez todavía no se acabó; porque esta vez ha empezado hoy mismo y terminará el próximo día 14 de mayo.
- ¡No entiendo nada!.
- ¡Usted, Don Ramón, bastante tiene con entenderse con Dios... así que no se meta donde no le llaman, mangas verdes, que quien se mete donde no le llaman sale trasquilado!.
- ¿Yo un mangas verdes, Paca?. ¿Por qué me dices mangas verdes?.
- Por no decirle otra cosa peor. Por si no lo sabe usted, un mangas verdes significa que una persona ha tardado mucho en hacer algo y tendría que haberlo echo antes.
- ¿Y qué es lo que tenía yo que haber echo antes?.
- Pues ya que hablamos de mangas verdes... lo que tenía que haber echo antes de enredarse conmigo es haber pedido el tralado a Mangas Verdes que, como usted bien sabe, Mangas Verdes es un barrio que pertenece al distrito Ciudad Jardín de la ciudad de Málaga, España. Según la delimitación oficial del ayuntamiento, limita con los barrios de Los Cipreses y Cortijo Bazán al norte; Monte Dorado, al este; Parque del Sur, al sur; y con el barrio de Ciudad Jardín al oeste. Recibe este nombre por las viñas que antaño bajaban en filas por la ladera antes de la plaga de filoxera.
Se trata de un barrio construido de forma caótica, en el que casi cada vivienda ha sido autoconstruida por una familia de las que durante los años 60 y 70 llegaron al barrio por el auge de la construcción, procedentes de núcleos rurales como Olías, Colmenar o Casabermeja. Durante esos años se edificaba de forma artesanal y descontrolada sobre cualquier terreno, por lo que durante mucho tiempo el barrio permaneció sin servicios mínimos de abastecimiento de agua y saneamiento. Mangas Verdes es conocido por haber sido el lugar de residencia durante un tiempo de El Lute, motivo por el cual el barrio fue sitiado por la guardia civil en una ocasión y fue escenario del rodaje de la película El Lute: camina o revienta. Entre sus lugares notables destacan el acueducto de San Telmo, del que dos kilómetros atraviesan el barrio y las cuevas que sirvieron como vivienda y refugio durante los años de la Guerra Civil. Mangas Verdes es uno de los barrios de la ciudad de Málaga en los que se desarrolla la Fiesta de Verdiales, Bien de Interés Cultural de la categoría actividad de interés etnológico, según el gobierno autonómico. La fiesta de verdiales constituye una de las expresiones culturales de más fuerte arraigo en la provincia de Málaga y forma parte de su patrimonio inmaterial vivo. Hasta la década de 1960 los verdiales se focalizaban en los Montes de Málaga, pero a partir de esta década, con el fuerte éxodo rural, se desplazan paulatinamente a los barrios periféricos de la capital, siendo Mangas Verdes uno de los lugares en los que los emigrados trasmitieron la tradición a las nuevas generaciones y a las élites de la capital, de manera que la fiesta pasó a ser sentida también como propia por los malagueños". ¡Allí es donde usted debería haber pedido al obispo que le situara para haber aprendido a tratar con gente difícil de entender. Quizás si se hubiese propuesto haber ido allí ni me hubiese conocido a mí ni hubiese conocido a Doña Inés. Dos mujeres y un camino equivocado, Don Ramón!.
- ¿Y qué quieres que haga yo por tí, Paca?.
- Muy fácil, Antonio. ¡Quiero el famoso collar de diamantes que le regalaste a ella el día de vuestra boda!.
- ¡Eso es imposible!. ¡Lo guarda como su mayor tesoro!.
- Pues lo haces posible si quieres seguir gozando de mí; porque el día 14 de mayo lo deseo lucir en la fiesta taurina.
- ¿Para seguir deslumbrando a todos?.
- No. Para vencerla definitivamente. Ya sé que estoy condenada pero, al menos soy directa y no como vosotros dos. Para mí en el amor y en la guerra vale todo. Yo sé muy bien que los dos os emborracháis por culpa de ella. Tú, Antonio, porque la has perdido y tú, Ramón, porque nunca la has conseguido. Así que esta vez quiero vencerla. Es mi última palabra, Antonio... o el famoso collar de diamantes o chao si te he visto no me acuerdo... y tú, Ramón, ya no me ineteresas para nada más que para terminar de cumplir mi venganza.
- ¿A qué te refieres ahora?.
- A que quiero que todo el mundo me vea en la fiesta taurina del próximo día 14 acompañada de ti, el santo varón de las beatas y beatos de Mijas.
- Pero... ¡si a mí no me gustan los toros!. ¡Sabes bien, Paca, que soy antitaurino!.
- Pero esta vez te tienen que gustar. Deseo que seas mi compañero de palco y luciendo yo el famoso collar de diamantes de Doña Inés. Quiero que, por un dia, todos tus beatos y beatas me miren como si fuera yo no "La Paca" sino Santa Francisca. ¿Qué te parece?.
- Siempre que no salgas desnuda por las calles diciendo a voz en grito que yo soy uno de tus amantes estoy dispuesto a hacerlo.
- ¿Y si me da, ese día, por saltar al ruedo completamente desnuda y en plena faena del famoso "Espaldares" diciendo lo que algunos ya saben pero todos desean no saber?.
- ¡No te atreverás a llegar tan lejos!.
- Ustedes hagan lo que les he dicho. Tú, Antonio, quiero que ese día seas pareja de tu Doña Inés aunque ya no sea tuya y tú, Ramón, quiero que seas ese día mi "pareja de baile"... porque quiero ser la más deslumbrante de la fiesta. ¡Ahí es nada!... Los dos hombres más importantes de Mijas sufriendo por mi culpa... pero eso no me cnsuela de nada... lo que quiero y deseo es que Doña Inés sufra por mi culpa. Ya sé. Ya sé que estoy condenada pero quizás Jesucristo, quizás, me prefiriese antes perdonarme a mí que a vosotros dos. Si ese día no la venzo definitivamente prometo retirarme de esta vida y hacer como hizo Mayka, ¡desaparecer de Mijas pero para internarme en un convento de monjas de clausura!. Ya tengo elegido el lugar, por si falla mi estratagema... ¡en el pueblo burgalés de Lerma!. En Lerma existen 3 conventos con monjas de clausura: las carmelitas de la madre Maravillas (de estricta observancia, 15 monjas muy mayores y ninguna novicia); las dominicas, (13 monjas y dos novicias) y las clarisas, un monasterio de clarisas de 72 religiosas cuya edad media no supera los 30 años, hecho por el cual la villa ducal se ha hecho muy popular. A uno de esos 3 conventos he de retirarme si no consigo vencerla. O venzo definitivametne a Doña Inés o si ella me derrota me marcho defintivamente de Mijas a un convento de clausura de Lerma.
- ¿Y qué va a ser de mi, Paca?.
- Mira Antonio... tú simplemente cumple con lo que te he pedido que hagas. Sé que soy malvada pero pienso, auqnue estoy equivocada, que en el amor y en la guerra todo vale. Sé que estoy cometiendo un error pero esta vez quiero vencer yo.
- ¿Ésta vez?.
- Ese es mi gran secreto y tengo ganas de confesarlo... por eso es necesario que Antonio se marche de aquí y vuelva dentro de una hora con lo que le he pedido. Ahora quiero estar con usted, Don Ramón, a solas; pero no para lo que están pensando sino para hacer una confesión personal que no deseo que nadie jamás conozca. Por eso espero que usted, señor cura, ahora se olvide de todos sus pecados y guarde el secreto de confesión y no lo cuente ni aunque alguna vez esté borracho.
- ¿Algún grave problema de desamor?.
- ¡No hablaré nada más hasta que Antonio se haya marchado!.
- Ya sabes... Antonio... "La Paca" quiere que te vayas y no vuelvas hasta dentro de una hora. Al fin y al cabo sigo siendo un sacerdote y como sacerdote, a pesar de mis pecados, tengo la condición y la obligación de escuchar una confesión secreta y guardar secreto de confesión. Y eso voy a hacer.
- Vaya. ¿Por qué tengo siempre que perderme lo mejor  de todas las historias?.
- Porque eres un bocafloja cuando tomas dos copas de más y si te eneterases de mi gran secreto a los pocos minutos todo Mijas lo sabría... !así que lárgate ya a cumplir con lo prometido!.
Don Antonio salió malhumorado a la calle, subió a su flamante Ferrari color rojo y ´partió, raudo y veloz, hacia la Calle Arrietas de Campanales... hacia su finca y su domicioio que tanto tenía abandonado.
- Ya estamos solos, Paca... ya puedes empezar a contarme...
- Déme su plabra de honor de que lo guardará simepre comom un secreto y no lo divulgará por ninguna parte. Estoy apelando a su condición de sacerdote y a la obligación que tiene un sacerdote de mantener el secreto de confesión.
- Aunque sé la cantidad de pecados que tengo encima de mí... sé también que tengo una responsabilidad ante Dios que no puedo traicionar jamás. Esa obligación se llama secreto de confesión. Te juro que de mi boca no saldrá jamás nada de lo que me confieses.
- Primero tengo que decirle que ni soy malagueña ni mucho menos soy mijareña. Yo soy canaria pero no importa de qué lugar de aquellas islas. Lo que quiero confesarle es que todo lo que hago con esto de dedicarme al más viejo oficio en el Camino Viejo de Coín es por culpa de un desamor. Sí. El amor es a veces un veneno que nos transforma en seres que no queremos ser y nos deja trastornados. Sobre todo cuando se trata de un amor imposible. Le insisto en que esto debe guardarlo como secreto de confesión. Yo lucho contra todas las mujeres que considero más guapas que yo porque un día, en Madrid capital, conocí al Maestro Zeta-Zeta, y nunca jamás diré su verdadero nombre ni el mío, en un lugar que tampoco importa saberlo. Sólo le puedo confesar que me enamoré locamente de él. El amor es a veces una locura que nos lleva a cometer locuras. Poco tiempo después de haberme enamorado locamente de él, supe que a pesar de su juventud y de estar soltero todavía, llevaba dentro de su alma el amor verdadero hacia una mujer bellísima, de la que estaba enamorado... ¡asómbrese si lo desea!... desde que tenía sólo siete años de edad. Desde entonces mi vida ha consistido en intentar destruir a los hombres donjuanes de cierta edad mayor y de buenos recursos económicos. Los demás no me interesan. Busco vencer a las mujeres más bonitas que yo, destruyendo a sus esposos donjuanescos que tengan mucha más edad que ellas. Es mi forma peculiar de vengarme. Sé que lo que hago es, en cierto modo, una atrocidad, pero si no hubiese hombres así yo no destruiría sus hogares. El caso es que, volviendo al tema en cuestión, fue tal mi locura de amor que cuando me enteré de que la futura esposa de Zeta-Zeta era, además de jovencísima, una bellísima mujer tanto por fuera como por dentro, tuve que abandonar mi deseo. Todavía no lo he podido olvidar del todo. Cuando hago que un donjuan quede destruído es una manera para mí de intentar olvidar. Sé que él no fue culpable, pero sé que se consideró culpable sin serlo. Y eso es lo que le hace tan grande y tan noble. Por eso no he podido todavía olvidarle. Quiero vencer a Doña Inés porque junca jamás podería haber vencido a la que yo creo que es ya la mujer de Zeta.Zeta y supongo que ya habrán tenido descendencia.
- ¿Y como sabes que es tan bellísima por dentro y por fuera y que es incluso superior a Doña Inés?.
- Porque si no fuese así, Zeta-Zeta sería ahora mi esposo.
- ¿Tú conoces la verdadera identidad de Zeta-Zeta?.
- Sí. Pero jamás lo diré a nadie mientras esté viva. Nadie sabrá a quién me estoy refiriendo.
- Y si eres consciente de esta imposiblidad... ¿por qué no detienes esta locura?.
- Por lo mismo que usted no detiene la suya, Don Ramón. Porque hay personas que hemos nacido de una manera que es muy difícil de cambiarla. Porque el amor es tan ciego que aunque sabemos que es a veces un imposible no podemos evitar no creerlo. Sé que él es profundamente feliz y que yo jamás podría compararme con ella; por eso me comparo con las otras, con las que siendo bellas tienen maridos que no valen la pena serlo. ¿Me está entendiendo ahora?. No. No rece por mí. Si quiere usted rece por usted mismo. Yo sólo le digo algo que leí del citado Zeta-Zeta. Escuche: "En lo hondo de tu cuerpo estoy sintiendo tu amor en mis entrañas y notando la fiebre ardorosa del tenerte dentro como estigma. En lo hondo de tu cuerpo estoy
recorriendo las millas amorosas y tu pulso se me agolpa en las caderas haciéndome vibrar las emociones. En lo hondo de tu cuerpo estoy presenciando el amor de lo excitado y mi beso se llena de tu cuerpo en cada centímetro de espacio. En lo hondo de tu cuerpo estoy viviendo un éxtasis de esperma y tu latir me llena de sorpresa
al batir los besos con tu piel. En lo hondo de tu cuerpo estoy asumiendo la viril presencia de todo mi organismo enervado en la raíz de tu sexo alimentado". Se lo dedicó a ella, a la que llama su Princesa... porque de verdad es una Princesa. ¿Comprende ahora mi dolor?. Ah, por favor, no se lo he contado para que me mande rezar no sé cuantos padrenuestros y no sé cuanrtas avemarías que de nada me valdrían... ¿entendido?... así que ahora salga de mi habitación y no vuelva hasta que yo le llame. Y que Dios, si quiere, perdone mis pecados.
Don Ramón se alejó hacia su parroquia de Santa Teresa de Jesús. Al fin y al cabo, aun dentro de lo mezquino de sus acciones, aquella mujer le había dado una leccìón de sinceridad y hasta quizás de arrepentimiento en cierto grado.
- ¿Cómo sigue Miguelito, Inés?.
- Dormido. Está otra vez profundamente dormido. No lo despierte por nada del mundo. Si el próximo 11 de mayo dormirá para siempre dejemos que descanse en paz.
- Lo que le han hecho no tiene perdón de Dios.
- En verdad que no. Tiene mucho más valor un ser humano que se equivoca que un ser humano que se equivoca con maldad. Porque el ser humano que se equivoca puede levantarse en cualquier momento... pero el ser humano que se equivoca con maldad no puede levantarse jamás.
- ¿Eres feliz, Inés?.
- Mucho más de lo que todos creen. Y soy feliz porque no oculto serlo. Hay personas que no saben lo que es la felicidad porque no aprendieron nunca a ser felices. Se quedaron en la etapa infantil reuniendo monedas como si fuesen excrementos. Es lo que los psicólogos denominan etapa infantil fecal. Son los avaros, los codiciosos, los tacaños... los que no saben ni tan siquiera regalar un ramo de flores... o, en su lugar, escribir un poema de amor sincero. O quizás solamente pintar un corazón rojo con una S en su interior. Cada vez que miro ese corazón rojo y esa S pintada en su interior junto a ese ramo de rosas blancas, más me confirmo en la sospecha de que no se trata de una incial de nombre o de apellido alguno, como dice el detective Andrés. Yo creo que significa un estado de ánimo o una forma de ser. Podría ser Soledad, o podria ser Sencillez o, por qué no, podría ser Silencio... claro que no puedo descubrirlo sino sólo crear hipótesis que ya es suficiente. Podría ser incluso Suficiente tal vez.
En esos momentos les interrumpió la llegada intempestiva de un Don Antonio tembloroso, febril, desesperado; que entró acobardado en la habitación de ella.
- Yo... vengo... porque... si puede ser...
- Como dijo Jesucristo a Judas Iscariote en la Última Cena, "lo que tengas que hacer hazlo pronto".
 
- No... si yo lo que quiero... es saber si... todavía guardas... el collar de diamantes...
- ¿Quieres cenar antes de eso?.
- La verdad es que tengo hambre desde hace dos días...
- Ya. Sobre todo hambre de ambición. No importa. ¡Clarisa, ven Clarisa!.
- ¿Desea algo Doña Inés?.
- Dos cosas. Primero da de cenar todo cuánto quiera a Don Antonio y luego dale el collar de diamantes que encontrarás en el segundo cajón de la consola de la habitación matrimonial. Creo que con eso ya hemos cumplido, Antonio.
- Esto... sólo te quiero decir... si me acompañarás el día 14 a la fiesta taurina de Mijas.
- Desde luego que sí. ¿Por qué no?. Nada me ata y nadie me lo impide. Tú y yo somos dos seres ya tan extraños el uno para el otro que acompañarte a una corrrida de toros no es para mí ningún sacrificio. Vete. Vete donde quieras y no te proecupes porque el día 14 te acompañaré a la Plaza de Toros.
- ¿Y el chico?.
- El chico ya ha dejado de ser chico. Ahora es sólo un espacio vacío.
- ¿Soy culpable, verdad?.
- No soy yo quién para juzgarte. En lo que a mí atañe ni eres culpable ni eres inocente... sino que eres nada... solamente nada... y sobre la nada y el infinito leí un día algo importante. ¿Tienes un par de minutos para escucharlo?.
- Sí. Pero tengo mucha prisa.
- Las prisas siempre son malas consejeras pero como tus consejeras siempre han sido malñas por eso no puedes evitarlos. Voy a ser rápida.
Inés sacó otro texto de su caja de caudales. Y leyó.
"La hora de los infinitos: Todos los seres humanos somos como puntos concéntricos de un variado y múltiple sentir. Según vamos viviendo siempre hay un momento en que encontramos la hora de los infinitos. Esa hora en que, en verdad, nos hacemos eternos. No estoy hablando de la Muerte ni tampoco de lo que puede haber después de la Muerte. Estoy hablando de la Vida. De ese encuentro con el eco de nuestra propia voz que se convierte en luz de plena consciencia. Es esa hora única en que hallamos el porqué de nuestras existencias en los vacíos supremos del espejo cotidiano en que nos contemplamos cuando queremos vernos por dentro. Ningún filósofo, ningún pensador, ningún poeta lo ha podido explicar jamás... pero hay un hora única (que a pesar de ser única se repite continuadamente), en donde hallamos la explicación de nuestras enigmáticas búsquedas. Nos ocurre a todos. No importa quiénes seamos. Nos ocurre a todos ineludiblemente de vez en cuando. Pero es imposible traducirlo en expresión comprensible para los demás. Es la hora de aquellos infinitos en donde las líneas paralelas de nuestra personalidad (el sí y el no de nuestras esencias) se unen en un punto de luz. Pero no podemos explicarlo porque nos agobia el peso de su presencia. Sin embargo, todos somos capaces de sentirla muchas veces en nuestra vida. Es la certera virtualidad de saber que hemos podido comprender momentáneamente. La respuesta a nuestra inquietante interrogación vital. Después, esa hora se hace fugaz y etérea, se pierde en el ámbito de nuestro pensamiento y somos incapaces de poderla retener para poder explicárselo a los demás. Y seguimos viviendo olvidándonos de ella hasta que de pronto, en algún otro momento, se nos vuelve a hacer luz. Es el continuo juego de ser un ayer convertido en un mañana. Sé que estamos designados a desaparecer en el momento en que el Destino así lo tenga determinado pero mientras tanto, mientras vivimos nuestra eternidad signada por el enésimo segundo de nuestro presente, estamos siempre persiguiendo y percibiendo ese eco de luz, esa hora de los infinitos en que lo podemos comprender todo acerca de nuestra personalidad. Lo que sucede es que no podemos, por más que lo intentemos arduamente, atraparla en una expresión verbal, gestual o escrita que sea completa; y por eso no podemos hacer comprender a los demás la verdadera intensidad de nuestro propio yo. No hay vocabulario oral, gestual o escrito que contenga todas las palabras, los gestos o los signos posibles para poderlo describir. Vivimos un presente continuo que instantáneamente se nos escapa por la espita de nuestra composición extracorporal. Yo tampoco sé expresarlo, sino simplemente sentirlo. Es la hora de los infinitos que se nos cruza varias veces en el camino de nuestro discurrir. Y es imposible que algún pensador, algún filósofo o algún poeta lo pueda atrapar y lo consiga sustentar en un fragmento real. Es por eso por lo que el ser humano, el hombre o mujer que hay dentro de nosotros, no puede ser explicado por nadie sin caer en determinismos y errores de interpretación. Nosotros mismos, que entendemos esa hora en que encontramos nuestra verdadera personalidad, somos incapaces de poder mostrarla en plenitud. Todos somos algo. Todos somos alguien. Y sin embargo todos somos incapaces de definir con total exactitud lo que somos. Y nos debemos conformar con las diversas, múltiples y muchas veces contradictorias aproximaciones que de nosotros mismos ven y observan los demás. Por eso todos los seres humanos somos, en cierto modo, ampliamente desconocidos. Pero en esa hora de los infinitos, esa hora que no podemos atrapar en su plenitud, es cuando deberíamos detener la marcha de nuestras inquietudes y, despojándonos de todo revestimiento circunstancial, poder romper la incomunicación y poder decir a los demás lo que realmente, profundamente, hondamente somos. Sentimos la necesidad profunda de vivir hasta agotar el último de nuestros momentos, pero la pregunta incesante que en estos instantes se me plantea es saber responder con acierto qué es, verdadermaente, lo que somos. ¿Somos ciertamente una realidad tangible o solo una ilusión, una ficción, un sueño más o menos profundo?. ¿Somos verdaderamente una creación de algo o de alguien o somos simplemente un reflejo irreflexivo que proviene de la Nada?. Esa hora de luz, esa hora de los infinitos que abre, en algunos momentos de nuestras vidas, nuestras mentes hasta hacerlas lúcidas, capaces y locuaces con nosotros mismos, me hace pensar que somos ciertamente trascendentes. Y sin embargo me queda latiendo la sempiterna duda de si es veraz o quimérica tal trascendencia. Lo que al final llego a determinar, aunque no sé si es una equivocación del pensamiento, es que necesitamos seguir existiendo dentro de nosotros aunque los demás no puedan comprendernos totalmente. Y que es importante seguir experimentando con los fragmentos reales e irreales de nuestra existencia para poder hallar una configuración personal tangible y fungible que pueda darnos a entender la validez de todo esto que nos ocurre, incluyendo particularmente esa hora de los infinitos en que, al fin, descubrimos el eco de nuestra personalidad. Posiblemente radique ahí, en ese enigma de comprensión e incomprensíón alternativas, el verdadero motivo de querer vivir, el verdadero interés de nuestra existencia, el verdadero porqué de todas nuestras luchas internas y externas. Si algún ser humano puede atrapar indefinidamente la hora de los infinitos y explicarla con verdadera nitidez es que ese ser humano es Dios. Mientras tanto, mientras no llegue ese momento histórico culminante que convierta a la historia humana en una comprensibilidad absoluta, debemos seguir gozando con la comprensibilidad relativa de cada uno de nosotros mismos. No es conformismo. No es tirar la toalla ante lo inexplicable. Es, por el contrario, la verdadera emoción y emotividad de la vida, la verdadera dimensión que nos hace repetirnos una y mil veces que somos algo y somos alguien. Y que, por consiguiente, somos capaces de sentirnos ampliamente verdaderos en esos momentos en que la hora de los infinitos nos ilumina con su destellante presencia". De Diesel por si te interesa... 
 
- ¿Diesel?.
 
- ¡Venga conmigo a la cocina, Don Antonio, y deje de hacerse bolas con el cerebro si es que tiene usted suficiente cerebro para comprender sólo la décima parte de lo que escribe ese tal Diesel. Pero primero dese una buena ducha y luego cámbiese de traje que viene usted echo un verdadero adán que hasta "Toby" y "Wendy" están más limpios que usted!. Y ¿sabe por qué se lo digo?.
- ¿No me estará comparando con un perro, verdad?.
- No, le estoy comparando con un buitre. Así que dúchese cuanto guste y cene cuanto desee... que los buitres son así... se limpian por fuera para luego pudrirse por dentro de tanta carroña que se meten en el buche.
- Oye, Clarisa... ¡en esta casa mando yo!.
- Ja, ja y ja... en esta casa manda usted pero en mi boca mando yo, ¿entendido?... y no me mire tanto a la boca que nunca va a ser suya porque la tengo reservada, lo mismo que tengo reservada una entrada de graderíos para la tarde taurina del 14 de mayo que no quiero yo por nada del mundo dejar de conocer a ese tal "Carrillín" del que todos hablan y nadie conoce nada; excepto los verdaderos entendidos de toros. ¿Usted que entiende de toreros, Don Antonio?. ¿Sabe por ejemplo quienes fueron sus tocayos Bienvenida, Ordóñez y Chenel?.
- Chanel... Chanel... eso me huele a perfume...
- ¡Está usted como un cencerro!. He dicho Chenel y no Chanel... pero me parece que de tanto escuchar lo que no le conviene de la tal bruja Leonarda, que de todo me entero yo de fuentes bien informadas, se está usted volviendo un poco sordo... al menos cuando le interesa hacerse el sordo.
- No tengo ni idea de quiénes son...
- Bien. Entonces le voy a demostrar que sé lo que digo en cuanto a la bruja Leonarda y las cosas que debería usted haber aprendido en vez de consultar a esa absurda sacaperras. Antonio Mejías Jiménez, más conocido como Antonio Bienvenida (Caracas, Venezuela; 25 de junio de 1922 - Madrid; 7 de octubre de 1975), fue un torero español perteneciente a la dinastía torera de los Bienvenida. Fue el cuarto hijo del matrimonio formado por Manuel Mejías Rapela, el legendario Papa Negro, y Carmen Jiménez. Es el más célebre de seis hermanos -Manolo, Pepote, Rafael, Ángel Luis y Juanito-, todos ellos toreros. Su hermana, Carmen Pilar, es actualmente la única superviviente directa de Manuel Mejías Rapela. Antonio perteneció a la saga de toreros célebres que empalmó la época de Manolete y Pepe Luis Vázquez con la de Antonio Ordóñez y Manuel Benítez "El Cordobés". ¡Chúpese esa Don Antonio... mientras le preparon la cena... pero como me gusta rematar las faenas como las buenas toreras ahí va el otro: Antonio Ordoñez Araujo, (*Majadahonda, 16 de febrero de 1932 - †Sevilla, 19 de diciembre de 1998) fue un torero español. Antonio Ordoñez nació en Majadahonda (Madrid), en una casa que tenían sus padres en la zona de El Plantío; una vez pasaron los días de cuarentena le llevaron en tren hasta Ronda, donde fue inscrito y bautizado. Existen personas vivas que corroboran esa información y se tiene constancia de quién le asistió en el parto. La casa en la que nació fue destruida y saqueada durante la Guerra Civil. Se da por seguro, pero no es cierto, que nació en Ronda, dado que se intenta conservar la tradición torera de la familia Ordoñez, aunque se sabe que dicha tradición no es cierta en su totalidad. Es el tercero de los cinco hijos del matador de toros Cayetano Ordóñez, conocido como "El Niño de la Palma" (La Palma era el nombre de la zapatería de sus padres) y Consuelo Araujo, conocida artísticamente como Consuelo Reyes. Crece Antonio presenciando la gloria de su padre, quien, al igual que él mismo posteriormente, fuese inspiración para Hemingway, escritor con el que establecería una recordada amistad y a quien llamaba familiarmente, por conocerlo desde su infancia, "Papá Ernesto". Fue también amigo del director de cine Orson Welles, admirador del diestro rondeño y amigo hasta tal punto de que sus cenizas descansan desde 1987 en la finca El Recreo, de Ordóñez".
¡Tome esa otra, Dona Antonio!. Y no podría faltar el tercero, si usted em lo permite.
- Yo sólo quiero cenar.
- Mire, prepárese para la ducha y después ya tendrá la cena completa; pero el tercero es, porque aún vive, "Antonio Chenel Albadalejo conocido popularmente como Antoñete (nacido en Madrid el 24 de junio de 1932), es un célebre ex matador de toros español. Nacido muy cerca de Las Ventas, pasó los años de la Guerra Civil Española en Castellón y, una vez finalizada la contienda, en 1940, regresó a Madrid. Cuñado del mayoral de la Plaza de Las Ventas de Madrid, Paco Parejo, amigo y consejero, pudo presenciar desde temprana edad corridas de toros con los grandes diestros de los años cuarenta, a quienes consideraba sus héroes. Sobre todo a Manolete, a quien veía fumar en el callejón de cuadrillas y de quien heredó este hábito. Durante su infancia y adolescencia, pasaba su tiempo en el patio de caballos, las cuadras y los corrales de Las Ventas, ayudando a entrenarse (haciendo de toro) a diestros como Agustín Parra "Parrita", Paquito Muñoz y Manolo Navarro. Se viste de luces en 1946 y se forja en capeas por los pueblos. Novillero entre 1949 y 1952, toma la alternativa el 8 de marzo de 1953 en Castellón de la Plana, demostrando un estilo ortodoxo y clásico aunque de temple, arrojo y mucho valor, razón por la cual sufrió varias heridas de gravedad al principio de su carrera. Su larguísima carrera de torero se prolongó a lo largo de más de cuarenta años, con muchos altibajos, y con retiradas y reapariciones". ¡Tome la tercera , Don Antonio, que para algo deberían de servir todos estos almanaques que trae usted del Bar "Dulcinea"!... para escribir, por ejemplo, fichas de toreros como hago yo... porque me pregunto... ¿para qué tantos almanaques si no sabe usted nunca en que día ni en qué mes vive?. Pues eso, a ver si tenemos más seso con s de sabiduría y no con x de xilofón, Don Antonio, que bien le gusta a usted tocar el xilofón de vez en cuando aunque sea traicionando a la luna; que no le sigo contando porque se me corta la leche pòrque supongo que también tomará usted leche esta noche... ¿verdad, señorito?... y de paso, mientras termina usted de cenar, le aso unas cuantas castañas que sé que las castañas son sus preferidas. ¿O no es cierto?.
- Clarisa... ten un poco más de respeto...
- ¿Respeto a las castañas?. Pero si las castañas a las que me refiero yo son a las que según el Diccionario Real de la Academia de la Lengua se trata del fruto del castaño, muy nutritivo y sabroso, del tamaño de la nuez, y cubierto de una cáscara gruesa y correosa de color pardo oscuro. ¿A qué otra clase de castañas se pensaba usted que yo me estaba refiriendo?. De mal pensados está el mundo lleno pero yo desde luego que no. ¡Venga, venga, usted a lo suyo y yo a lo mío, que para eso estamos vivos todavía!. Bueno, a decir verdad, hay una clase de vivos y otra clase de vivos pero eso cuesta dinero aclararlo y no quiero ni un céntimo de usted.
Poco tiempo después Don Antonio se había duchado, había cenado opiparametne y con el collar, que le había entregado Clarisa, guardado en el bolsillo derecho de la americana  de su flamante traje color azul eléctrico, salió de casa otra vez rumbo al Camino Viejo de Coín sin despedirse de nadie.
- !Vaya tuercebotas!.
- No importa, madre. Ni tan siquiera le insulte. Él no se morirá de hambre precisamente... pero como hay dinero que sirve par ir viviendo y hay dinero que sirve para ir muriendo tenemos que saber cada uno de los habitantes de la Tierra cómo utilizar nuestro dinero. No me quejo. Dios me ha dado en abundancia y también le ha dado abundancia a él. Así que si él ha elegido el Camino Viejo yo he elegido el Camino Nuevo. ¿Entiendes, mamá?.
- Si, Inés, sí...
Y Rogelia siguió acariciando al manso gato "Barrabás" que estuvo todo el tiempo dormitando sobre su falda.
El Señor Salinas y el Señor Silva tropezaron de bruces en el portal.
- ¡Oiga, señor Silva, que he llegado yo primero... así que la Mayka es para mí y usted se conforma si quiere con La Chicha!.
- ¡De eso nada, Señor Salinas, que no tiene usted ni la mitad del salero que tengo yo... así que la Mayka es para mí!.
Como si de dos niños se tratara, en lugar de hombres ya bastante maduros por lo menos en teoría aunque no tanto en la práctica, empezaron a subir los escalones empujándose el uno al otro y dándose codazos mutuamente.
-  ¡Mire, Señor Silva, si no me suelta usted ahora de inmediato y de ipso facto mi chaqueta le meto un sopapo que baja las escaleras rodando como una perinola!.
- ¡Y si yo le arreo una manguzá como si fuese usted una caballería en vez de un caballero, va usted a saber lo que es ver las estrellas sin telescopio!.
- ¡Que le he dicho, Señor Silva, que la Mayka es para mì esta noche!. ¡Y deje de silbar tanto que se va a despertar todo el barrio!. ¡Vaya manera más chabacana de llamar a una señorita!. ¡La Mayka, por mucho que le silbe usted es para mí esta noche!
- ¡Y yo le repito a usted que antes pasará por encima de mi cadáver e insisto que usted será Salinas pero ni tiene sal ni salero aunque intente hacerse el gracioso!.
- ¡Si tengo que pasar por encima de su cadáver paso y acá paz y allá gloria.
Estaban ya los dos en el suelo discuetiendo y dandose pequeños puñetes el uno contra el otroa, armando tal tremolina, que La Chicha no tuvo más remedio que salir de su habitacion.
- ¿Pero qué están ustedes haciendo que parecen dos niños en estado de crisis emmocional en vez de dos perfectos caballeros!.
- Hola Chicha... este Señor Silva de caballero no tiene  nada... porque se empeña en que la Maykka es suya esta noche mientras yo he llegado primero.
- !Ha llegado usted primeero pero yo soy más hombre que usted de aquí hasta Lima!.
- !Dejénse ya de tanta Lima y de tanto limón, que son ustedes peores que los niños de la Guardería El Chupete de San Pedro de Alcántara en cuanto les sueltan para ir al recreo.
- ¡Chupón!. ¡Es usted un chupón, Señor Salinas!.
- ¡Y usted un mequetrefe bizco... que no ve más allá de su  narices!. ¡He dicho que yo he llegado el primero y por eso para mí es la Mayka esta noche!.
- ¡Y yo le repito que antes de eso pasará por encima de mi cadáver!.
- !Levántense ya del suelo los dos!. ¿No ven que están haciendo el ridículo?. Además como sigan con ese escándalo va a venir Silvestre y se nos va a acabar el chollo a todos. ¿No saben que Mayka se fue definitivamente de aquí?.
- ¿No me digas, Chicha?.
- Sí te digo, Salinas!.
- Entonces... ¿quién tiene encendida la luz de su habitación?.
- Un distinguido huésped de honor!.
- ¡No me lo creo, Chicha, lo que pasa es que tú me quieres enganchar a mí porque estás conchabada con este tal Silva que me pone de los nervios!.
- Puedes comprobarlo por ti mismo...
El Señor Salinas abrió impetuosamente la habiyación que antes perteneció a Mayka y se encontró a un Don Antonio todo sudororo por los nervios que tenía debido al asunto del collar de diamantes.
- Pero... Don Antonio... ¿qué hace usted aquí?.
- ¡Cierre esa puerta, bellaco!... ¿Que no ve que estoy rezando a todos los Santos del Santoral gregoriano para que todo salga bien?.
- ¿Qué es lo qué tiene que salir bien si se puede saber?.
- ¡Chicha, llévate a este esperpento de aquí!.
- La Chicha, musculosa que era de verdad, agarró por el cuello de las chaquetas a Salinas y a Silva e intentó meterles en su habitación.
- ¡Vengan pasa acá!. La Mayka ya ni está en Mijas.
- ¿Y lo ha permitido "El Rubio" Ocaña?.
- "El Rubio" Ocaña hace bien en estar escondido proque ya está en el piunto de mira de Silvestre. ¡Pasen para adentro o márchense para siemrpe!.
- Suéteme del cuello de mi cara chaqueta que yo, como me llamo Salinas, me marcho de aquí!. Me da en la nariz que en tu hsabitación está escondido "El Rubio" Ocaña.
- Está bien... márchate por donde ha venido. ¿Y usted, Señor Silva, viene conmigo o se marcha!.
- Antes la muerte que morir entre tus brazos. ¡Me largo también de aquí!.
- Ya te han descubierto, Ocaña... y como sé que lo primero que van a hacer es decírselo a Silvestre... ya puedes buscarte otro refugio.
- Yo no les creo capaces. Me quedo aquí.
Grave error el del "Rubio" Ocaña `porque tanto Salinas como Silva lo primero que hicieron, ofendidos por la ausencia de Mayka, fue contarle a Silvestre que "El Rubio" Ocaña estaba escondido en la habitaciónn de "La Chicha". Y, por supuesto, minutos después era detenido por el teniente de policía de la barriada.
- "Rubio"... !sal de inmediato de debajo de la cama!.
- ¡Yo no he hecho nada!.
- Si no has hecho nada... ¿por qué te econdes?. ¿Crees que la policía es tonta?. Vamos para Comisaría. Y procura explicarme bien de dónde sacas tanto dinero si no tienes ni oficio ni beneficio y en qué Banco guardas todo el dinero que obtienes haciendo de chulo.
"El Rubio" Ocaña sabía que le iban a caer por lo menos 10 años en prisión más devolver todo el dinero que le había quitado a Mayka mientras la explotó sexualmente.
- En el Deutsche Bank de Calahonda.
- ¿Así que dinero "negro" para luego "blanquearlo" en Alemania, verdad?.
- Si... Lo reconozco...
- Y supongo que esa cuenta no está a tu nombre... ¿o me estoy equivocando?.
"Rubio" Ocaña era de verdad muy flojo ante las autoridades policiales.
- Supone bien. Está ingresado a nombre de un tal Wagner.
- ¿Cuándo envió la última remesa de dinero?.
- En abril.
- ¿Has dicho Wagner y abril?.
- Sí. He dicho Wagner y abril.
- ¿Confirmas que has dicho Wagner y abril?.
- Lo confirmo... lo confirmo... pero... por favor...
- Nada de por favor y gracias por la ayuda.
La noche ya era profunda cuando Miguel y Jesús se presentaron, junto con Caganvilo, en el barrio gitano de las chabolas de Golden Hills.
- Mucho cuidado ahora, Caganvilo, que entramos de lleno en la Colina de Oro; la famosa Golden Hills de los gitanos de Mijas. Nada de bravuconadas con ellos porque cuando están solos son cobardes pero cuando están en grupo son traidores... así que nada de apartarse de nuestro lado o no sabemos qué te puede pasar. Aquí se sabe cuándo se entra pero no se sabe cuándo se sale si es que se sale vivo de aquí. Tú vienes a por algo que es sagrado para muchos de ellos: una gitana enamorada. ¡Es muy difícil que acepten que te la lleves para casarte con ella!. Eso tenlo muy en cuenta, chaval, muy en cuenta. Porque hasta nosotros podemos ser atacados si nos separamos mutuamente. Ahora bien, yo te aseguro que mientras estemos Miguel y yo aquí y tu no te extravíes y te separes de nuestro lado, estarás a salvo... otra cosa bien distinta es que consigas tu objetivo. Las costumbres gitanas son sagradas para casi todos ellos. La única ventaja que tienes es que a su líder principal, el cantautor "Mijares", padre y protector de "La Mijareña", le caigas simpático o le caigas antipático. De todas formas aún así, él será quien imponga la ley... y menos mal que en el mundo actual ¡ya no eres el primer caso de un payo que se casa con una gitana!. De todos los problemas que tendrás que afrontar el más serio es Antón Mejías, que anda "colado" por ella desde que se ha enterado que la estás tirando los tejos. Esperemos también que, por fin, al menos aquí, las propias gitanas tengan voz propia... y ya sabes lo que quiere decir eso.
- Si es necesario enfrentarme a duelo con navajas no me voy a echar para atrás.
- ¿Pero has olvidado lo que te ha dicho Jesús?. Nada de violencia. Y mucho menos aceptes un duelo a navajas con el gitano Antón, pues aparte de ser muy diestro con ella suele atacar a traición cuando menos te lo esperas porque es verdaderamente un marrullero sin escrúpulos. A este Mejías no es la primera vez que hemos tenido que llevarle al cuartelillo por broncas armadas entre los propios gitanos por culpa de algunas de sus chicas.
Al poco de entrar en la barriada ya estaban rodeados por gitanos y gitanas de todas las edades, mientras los "chejarós" o patriarcas, se calentaban alrededor de una gran fogata entre sus carromatos. Rápidamente, antes de que comenzase la bronca, surgió de una chabola el líder llamado "Mijares".
- Buena noche tengan ustedes, señores guardia civiles... ¿ahora qué de malo hemos hecho alguno de nsotros?.
- Nada malo, "Mijares", por lo menos de momento.
- ¿Qué quiere decir eso, Jesús?.
- Primero manda a todos los que tienen piedras en las manos que las arrojen de inmediato al suelo o esta noche arde todo el Golden Hills.
- ¿Por qué tengo que darles esa orden?. Aquí yo soy el líder.
- Mira, tengamos la fiesta en paz. No venimos en son de pelear los unos contra los otros pero si os ponéis farrucos con derribaros unas cuantas chabolas se arregla el asunto.
- ¿Y qué asunto es ese, si se puede saber?.
- Primero que tiren todas las piedras al suelo, se alejen de aquí y nos dejen parlamentar en paz.
- Está bien. ¡Tirad todas las piedras al suelo y dejadnos solos que vamos a "chamullar" tranquilamente.
- Tranquilo, Caganvilo, está diciendo que está dispuesto a dialogar pacíficamene.
- ¿Cuál es el asunto, Jesús?.
- ¡Yo sí sé qué asunto es ese, "Mijares", anda por ahí un payo que dicen que me quiere robar el amor de "La Mijareña" y si es este delgaducho que viene con Jesús y Miguel te prometo que ahora mismo le rajo la jeta con mi faca... que para eso la tengo bien afilada... ¡adelante, valiente, a ver si eres lo suficientemente hombre como para llevártela!.
"La Mijareña" observaba el lance de aquel cruce de palabras que se iban a enviar ambos rivales. Se sentía orgullosa de que dos hombres peleasen por ella, y sin embargo ella queria tener la sufificiente autonomía para poder elegir libremente de entre los dos.
- ¿Por qué no puedo elegir yo en paz?. ¿No soy yo ya una mujer lo suficientemente adulta para saber qué me conviene en la vida y qué es lo que no me conviene en la vida que es Dios y nada más que de Dios?.
- ¡Cállate tú, mocosa y vete pa dentro, que eto es cosa de hombres y no de mujeres!.
- !Callaos los dos de inmediato!. Escucha Antón, yo soy aquí el líder y al líder se le respeta, ¿entendido?, y tú "Mijareña", yo soy tu padre y como soy tu padre soy tu ley. Te doy el derecho de que estés presente pero no el derecho de que puedas opinar para decidir tu futuro.
- ¿Y cómo es que no puede ella elegir su propio futuro, "Mijares"?.
- Escucha Jesús. Vosotros tenéis vuestras propias leyes de ciudadanos de primera clase. Nosotros no somos ni de segunda clase sino que vivimos marginados como los tercermundistas de Mijas. Así que en mis dominios el que impone las leyes soy yo.
- Te equivocas, "Mijares"... en cuanto a las leyes púbiicas aquí quienes mandan son las autoridades públicas. Esto no es territorio tuyo y si nos haces cabrear con derribar todas las chabolas asunto concluído. Yo no soy tan pacifico y tranquilo como mi hermano Jesús, ni tengo tan santa paciencia.
- Miguel. Yo tampoco quiero gresca ni echar cizaña al fuego. Nosotros queremos vivir en libertad. Por eso es mejor que esto no siga adelante.
- Dos no pelean si uno no quiere, "Mijares".
- Eso está bien, Jesús, y como yo no quiero pelear con nadie es mejor dejar que la corriente del río siga su curso y se lleve las malas entrañas de los mengues.
- ¡No es cuestión de mengues, "Mijares"!. ¡Es cuestión de honor gitano!. ¿Y mi honor ha sido mancillado por este payo que no es más que un macarra rostro pálido nada más.
- Ni macarra ni rostro pálido soy... sino alguien que viene a decirte que soy capaz de dar mi vida por esa chiquilla gitana que me tiene enamorado.
- ¿Enamorao, tú?. ¿Enamorao tú de una caló?. ¡Venga ya!. ¡Que te gusta su físico nada más!. Pero ¿qué sabes tú del alma de una gitana bedorí?.
- De cierto comentario que leí hace tiempo, al leer "Cancionero gitano" de Federico Lorca, uno puede sentir qué es eso de alma diferente, también al escuchar las casi increíbles zardas gitanas. Hasta ahora, sin ser perfectos, los gitanos han sido irreductibles y saben y conocen mejor que nadie su "identidad": ni siquiera necesitan hablar de ella: la tienen y punto. Bueno, pueden disentir conmigo todo lo que quieran: a mí me son simpáticos. Y eso, a pesar de sus defectos, y no me explico porqué me son simpáticos, pero así es. Sus zapateos, el cante jonde (canto hondo), sus voces roncas, sus guitarras. Por supuesto que tienen un alma, incorruptible. Es por eso por lo que la amo de verdad. Tú estás "acharao" por ella y yo estoy "enamorao" de ella. Esa es la gran diferencia entre nosotros dos. Los celos gitanos no dan la libertad. Lo que da la libertad es el amor sin celos.
- !Dejad de discutir por unos momentos y dejadme pensar!. ¿Cómo te llamas?.
- Todos me conocen como Caganvilo pero no tengo complejo alguno... así que estoy dispuesto a la lidia.
- Mira, chaval... esto no es una lidia de toros porque aquí nadie ha puesto los cuernos a nadie que yo sepa... ¿verdad?.
- Yo soy totalmente virgen. Ni le he puesto los cuernos a ningún calé ni le he puesto los cuernos a ningún payo... sólo que estoy enamorá dél.
- ¿De quién de los dos?.
- De quien ha tenido la bravura y valentía de decírmelo hace tiempo a la luz del sol y no aprovechándose del embrujo de la luna. ¡Tú, gitanito Antón, te nombrarás Mejías y me parece muy bien!, pero ¿cuándo me has declarado el amor de forma cariñosa?. No haces más que fardar de enamoramiento pero crees que soy objeto de tu propiedad. ¡No, padre, yo amo a Caganvilo y no me importa lo que digan de mí los demás gitanos ni gitanas. La ley de los romaní no es mi ley!.
- Pero esto es nación gitana y como nación gitana no está permitido el cruce con otro nativo de lugar ajeno.
- Perdona, "Mijares", te equivocas. Esto es nación española seamos payos, gitanos, moros, chinos, japoneses o negros... ¿me has entendido bien?.
- Te he entendido perfectamente, Jesús. Sentémonos los interesados en el tema y discutamos como personas... mientra busco la manera de saber a quien se la doy...
- Pero ella tiene derecho a estar sentada también en el círculo y decidir por su propia voluntad.
- Espera, Jesús. Tengo una solución perfecta que no tiene por qué ser violenta. Ella puede sentarse y estar presente pero debe tener la boca callada. Y la última palabra es mía.
- Yo no estoy de acuerdo, Dada, con esa marginación que me impones.
- Soy tu bató, y mientras vivas en mi chabola, soy la voz que habla por ti.
- ¿Y qué es mi voz entonces, Dada... la voz del silencio acaso?.
- Efectivametne, la voz del silencio en este caso.
- ¿Qué le está llamando, Jesús?. ¿Algo relacionado con el dadaísmo?. ¿Es que acaso la ha vuelto loca la luna?. ¿Qué tiene que ver Dada con todo esto?. Precisamente Dada fue uno de los escritores más ridículos y absurdos de la Literatura Universal. ¿Es que todo esto es un absurdo universal, Jesús?.
- No, Caganvilo, Dada es una palabra romaní que quiere decir Padre. Le llama Dada por respeto a su progenitor. Y la palabra bató significa lo mismo. La utiliza él por respeto a su retoña.
- Bueno, Jesús, te prometo ser justo. Si este payo se la merece no tendrá que pelear con Mejías sino conmigo
- Eso no es justo, "Mijares". Tú ya eres un adulto bregado en mil batallas como yo y Caganvilo todavía es un joven inexperto en la vida. No es justo. ¿Por qué no peleas contra mí?.
- Escucha, Jesús, sé que eres mejor que yo en las peleas poéticas y por eso no voy a pelear contigo. ¡Sería muy fácil que tú la enamorases y luego se la dieses a él!. ¡Si es un hombre bravo y valiente tendrá que hacerlo él solo sin la ayuda de nadie. Jesús, si no lo consideras justo lo que voy a determinar hacer, entonces levantaos los tres y marchaos por el mismo camino por donde habéis venido. Que camineros somos todos y unos van por el centro como vosotros dos, y lo digo por Miguel y yú, y otros tenemos que ir por las orillas porque si no nos cae la ley de vagos y malhechores. Bastante privilegio le estoy dando a este joven de que no pelee a navaja con Mejías!.
Todos se sentaron alrededor de la fogata.
- ¡Yo quiero que se aplique la antigua ley de la sangre gitana!. Si dos se enamoran de la misma uno de ellos tiene que pagar con la muerte!.
- !Escucha, Antón Mejías, nosotros, como representantes de la seguridad civil, no vamos a permitir esa atrocidad!.
- Miguel... deja que termine de hablar mi colega calé. Estoy pensando... sigue Antón Mejías.
- Yo creo que este payo solo viene encaprichao y nada más. Encaprichao de una belleza morena pero nada más.
- ¿Qué sabes tú del alma blanca, Antón?.
 
- Contigo no deseo hablar, Jesús, a ti te respeto demasiado después de haberte visto jugar al fútbol... y te respeto auunque me hiciste perder todas mis apuestas. Me costó perder el sueldo de un mes... pero demostraste ser el mejor... por eso te admiro y te pido que no intervengas en mis asuntos coni ese tal Caganvilo.
- ¿Y no sabes tú, que este tal Caganvilo también ha llevado una vida marginada aún todavía mayor que tu?. Tú y todos vosotros, que sólo sabéis fardar y molar diciendo que vivís marginados... ¿sabéis acaso la marginación de hombres blancos en su propia patria?... en vez de hablar tanto de vuestrs penas por qué no os dais cuenta de que tenéis mucha mñas libertad que algunos blancos o payos o como queráis llamarnos que hemos conocido soledades más grandes de las que os podéis imaginar. Vosotros, al fin y al cabo, formáis lo que llamáis tribu o nación o como querráis deciros; pero ¿qué sucede con la soledad de los blancos en su propio lugar?. Vosotros sois trahumantes... pero ¿sabéis la diferencia quen existe entre trashumante y emigrante?. Pues yo os la puedo decir porque la he vivido. El trashumante siemrpe va con su gente, un nutrido grupo de gente, y nunca se queda sólo debajo de las estrellas... mientras que el emigrante camina solo, a veces acompañado de su compañera... pero muchas veces sólo debajo de las estrellas. Queréis saber del mundo más que los que vivimos en el mundo y os equivocáis por completo. Esta chiquilla al menos lo comprende pero ¿y vosotros que os las dais de hombres cuando estáis en grupo pero luego en la intimidad maltratáis a vuestras propias mujeres, las golpeaís cuanto os viene en gana y las atáis si es necesario para que no salgan de vuestras chabolas o de vuestros carromatos?. ¡Qué me dices a eso, "Mijares"!.
- Llevas razón, Jesús. Por eso voy a hacer un acto de justicia legal. Yo soy cantautor profesional y padre de la gachí y si un gachó payo o calé quiere casarse con ella debe vencerme a mi y no a ningún estúpido como Antón Mejías.
- Pero yo...
- ¿Te callas, Mejás, te callas o te levantas y te vas para siempre!. Si la quieres de verdad, aunque parece que sólo lo has demostrado en cuanto has visto que se ha enamorao de otro distinto a ti, es mejor que estés callado. ¿Estás listo a competir conmigo a cante limpio y sin trampas?. Mira que yo soy un profesinal y tú un  novato.
- Estoy dispuesto.
- Pues entonces ahi vamos. Ya tienes un punto a favor. La valentía. Y eso es buena señal. Ahora vamos a ver si tienes tanto arte como yo o más. Y si lo tienes es tuya.
- De acuerdo. Dios me ayudará.
- ¿Tú crees en Dios tanto como para decir eso?.
- Por supuesto que si... aunque no me pase media vida en los cementerios como vostros poniendo estampitas de vírgenes y santos, llenando de flores las tumbas meintras coméis a dos carrillos y bebéis vino sin parar hasta terminar borrachos en medio del cementerio. Que ni silencio por los muertos tenéis.
- En verdad que eres valiente. Vamos a ver si tu Dios te da la victoria sobre nuestras Virgencitas y santones.
- Yo tengo fe. Vosotros solo costumbre. Esa es la diferencia.
- Si me vences te daré la razón. Empiezo yo: A la sombra de la luna los carros avanzan y se lanzan a la ventura guiados todos por un farol. El río riela por los olivares y sus cantares son de charol acompañados de palmas, jaleares y un candor.
Están cenando, los gitanillos, zaranganillos con coliflor. ¿Quién es la niña que baila tanto?. Es la amante que está sin amor. Algún tunante le da dolor. El taranto
ya se desgrana en la voz amarga del cantaor. Junto al ferrocarril...rueda la escena
bajo un candil. Toda la tribu baila que baila y taconean con frenesí. Los churumbeles duermen su sueño pues es abril y el tiempo fresco hace dormir. Los ojos rasgados de una morena el corazón desangra de un asistente que vive y muere en el aguardiente para olvidarla hasta la muerte. La noche palpita con las estrellas que vistas de abajo son mil doncellas... !y los gitanos enamorados de las más bellas!...Tierras leonesas son las que pisan. Por eso bailan con tanta prisa y el cierzo sopla junto a la brisa. Son los gitanos seres humanos y cuando cantan se hacen hermanos de la madrugada... y juntas las manos dan vueltas y vueltas entre los carros...la manada que va al mercado todos los días hoy no se duerme en la alquería. Bajo el cielo azul turquesa un cante jondo sobre la mesa. Hay flores rojas y un jarro hondo. Jacas negras con los gitanos y luna llena sobre geranios. Sigue la fiesta de los gitanos. De caminar vienen mas no están cansados. Estos seres vivos son muy humanos. Un caballo da breves brincos como un enano y lanza relinchos. Cantan sus penas mas no se odian; solo que a veces ellos parodian. La niña que baila rompe en un llanto pero nadie sabe su triste canto. Entonces resurge junto a la nena un gitanillo que ve su pena y toma la mano bella y morena. Y en medio de aquella noche la besa en los labios y la transforma... !Es chica nueva con feliz promesa de que este verano la hará su esposa!. 
 
- Ahora me toca a mí: Entre albérchigos y ciruelas se serenaba el atardecer... y después, al parecer, sonaron las castañuelas bajo la luna de miel. !Gitanos en la plazuela de un pueblo al anochecer!. Canté todos los nocturnos cantes jondos del querer como quejíos profundos en el centro de mi ser. Había luna en las callejuelas
y en el patio del Manuel bailaban las gitanuelas (en su cabello un clavel), y en medio de las hogueras mi cuerpo sació su sed. Y bebí... bebí de los hidromieles
del mundo que aquel ravel centelleaba en las pieles de aceituna y cascabel. 
 
- ¡Bravo, muchacho, lo dejo en un empate técnico pero vences tú gracias a ese punto de valentía que le has sabido echar. Asi que llevátela, es para ti con todo el dolor de mi alma y de mi corazón. Tu Dios ha sido superior a todas nuestras Virgencitas y Santos que solo son estampitas nada más frente a tu profunda fe. Pero llevátela lejos, donde ya no la veamos más.
- Por supuesto que me la llevo si ella quiere. No es mi deseo ganar su corazón sin que ella tenga su propia y definitiva voz.
- Pero ¿no te he dicho que te la has ganado?.
- Que sea ella la que lo decida. Ni es un objeto ni un trofeo sino una mujer con voluntas propia. Jesucristo me enseñó que jamás una persona, hombre o mujer, quede sin libertad para decidir por ella misma o él mismo. ¡Decides tú, "Mijareña"!
Antón Mejías acariciaba el mango de su cuchillo.
- ¡Guárdate tu cuchillo, animal, para seguir degollando a perros inofensivos o cortando las alas a los pajarillos para que no puedan volar, miserable; me voy con él porqu él si me da la libertad de elegir!.
Mejías quedó avergonzado ante toda la tribu.
- Pero llevátela lejos de aquí.
- No se proecupe, señor "Mijares". Soy mecánico electrónico y tengo licenciatura en informática. En Madrid hay multitud de trabajos para mí y, si lo desea, para ella. Ella es libre de quedarse en casa o trabajar.
- Elijo también trabajar.
-Entonces trabajaremos juntos en las mismas empresas. En cualquier cosa pero juntos. Quizás en alguna Organización de Derechos Humanos... pero juntos... y tú, Antón Mejías, si intentas ir a por ella a Madrid te juro que es lo último que haces en la vida... porque de Artes Marciales sé más que tú de navajas... ¿me has entendido?.
- Te ha entendido bien, vámonos.
- Gracias, Jesús por la oportunidad que me has dado. Nunca lo olvidaré.
- Mira. Deja de darme las gracias y vive feliz con ella. Algún día nos volveremos a encontrar si Dios quiere y entonces me contarás que tal te va. Vámonos. Aqui ya no se nos ha perdido nada.`Y es noche oscura. Regresaremos los cuatro juntos no vaya a ser que algunos de estos haraganes drogadictos no hayan quedado contentos con el veredicto.
- Los chejarós acabaremos con todas esas redes de drogatas. Adiós, Jesús. Yo me encargo de hacerles entrar en vereda.
- Está bien, "Mijares". Cumple con tu promesa.
Caganvilo y "La Mijarena" caminaban cogidos de la mano.
- ¿Qué son los chejarós?.
- Son los patriarcas gitanos.
Y ella le dio un beso en la boca a él.
Roberto se encaró directamente con Fideo "El Judas".
- Verás Fideo... a mì no me interesa que me cuentes tu vida ahora, pero sí que estoy interesado en la vida de "La Quina".
- No. Yo no tomo jamás jarabes.
- Pero sí que habrás oído alguna vez lo que es el jarabe de palo... ¿verdad?.
- ¿Es que me va usted a zumbar?.
- Si me lo propongo sí... pero sólo quiero oír cómo zumbas declarando.
- Declarando ¿qué?.
- Declarando dónde vive "La Quina", esa barragana con la que engañas a Teófila. Y por cierto es ya de noche y quiero encontrarla en su primer sueño..
- ¿Qué recibo yo a cambio?.
- ¿Qué prefieres, castañas o tortas?. De las dos clases tengo para darte de sobra.
- ¿Me está usted amenazando?
- Vaya... parece que ahora te estás dando cuenta.
- Tengo siempre pavor al dolor físico.
- Pues entonces dime donde vive esa bruja.
- ¿Promete no zumbarme?.
- Si me das la dirección completa no pero si por un casual te falla la memoria tendré que enderezarte el cerebro.
- Está bien. Usted gana. Vive en la pequeña Calle del Padrón.
- ¡Qué coincidencia!. De padrones va la cosa esta noche. Bueno. ¿En qué número?.
- En el 5.
- Espero que no te haya fallado la memoria porque en caso contrario lo que te va a fallar va a ser todo el esqueleto completo.
La memoria no le había fallado.
- ¿Quién llama a estas altas horas de la madrugada?. ¡Que estoy durmiendo!.
- Despierte sin armar tanto ruido. Vengo de parte de Fideo.
- Espere un momento que me ponga la bata.
Por fin abrió la puerta.
- ¿Quién es usted?.
- Un amigo de Miguelito y no intente cerrar la puerta o la tiro abajo.
- ¿Qué quiere de mí?.
- De usted no quiero ni mirarla porque me da espanto. Sólo necesito que me conteste a estas tres preguntas.
- Adelante. ¿Es un concurso de la tele?.
- No exactamente. Pero si tanto te gusta salir en la tele, yo te prometo que saldrás en una serie.
- ¡Que emoción!. ¿Cómo se llama esa serie?.
- "Brujas despelotadas"... pero no te asustes... no es que salgáis desnudas sino cantando a pleno pulmón para que todos los televidentes se aprendan vuestras canciones.
- Pero yo no sé cantar.
- No importa. El caso es estar en el plató.
- No me queda nada para convidarle.
- Gracias, pero ya he cenado. No dije plato sino plató.
- ¿Y qué es un plató entonces?.
- No te preocupes por eso. Hablemos de platones. Aquí vienen las tres preguntas... ¿en qué parte de Andalucía se hacen las mejores mojamas?.
- Muy facilita la primera pregunta. Ojalá las dos siguientes sean igual de fáciles. Como se hacen con atún, en Zahara de los Atunes, en la provincia de Cádiz.
- Perfecto. Diste en la diana. La segunda de las preguntas te la voy a poner más fácil todavía. ¿De dónde proviene el apellido Barragán?.
- ¡Esa es muy difícil!.
- ¿Difícil lo de Barragán?. Venga... piensa un poco... ¿De dónde provienen los Barraganes?. Piensa en Fideo...
- ¿Me dejas consultar?. Fideo siempre colecciona libros de Heráldica porque dice que un dia será tan millonario que se comprará un título nobiliario.
- Venga. Te dejo consultar esos libros.
- Es muy fácil.
"La Quina" buscó entre los libros amontonados, de ciencias ocultas, ciencias paranormales, misterios, magias negras, libros de brujerías y otras artes oscurantistas que yacían apilados en un rincón, cosa que advirtió rápidamente Roberto y que le indicó que no se había equivocado. ¡Aquella era la bruja que había envenenado el antes noble corazón de Miguelito!. Y tendría que pagar por ello.
- Ya está aquí. Está lleno de polvo...
- Sí. Ya me he dado cuenta de que hay demasiado polvo por aquí...
- Lo digo en el buen sentido, amigo.
- Por supuesto que yo también lo digo en el sentido exacto. Busca entonces Barragán y me lo explicas.
Pasando las hojas del pesado volumen mojándose los dedos como quienes no tienen apenas cultura, cosa que también descubrió Roberto al contemplarla, comenzó a intentar encontrar la letra B.
- No te ofusques, tenemos tiempo suficiente... y te advierto que si sigues mojándote el dedo para pasar las páginas puedes contaminarte de microbios´y no solo debido a los polvos.
- Me estás insinuando algo...
- Nada. Sólo estaba pensando en voz alta. De momento no me hagas ni caso. No es necesario. Yo prefiero ser un anónimo en estas cosas.
- Yo creo que me estás insinuando algo.
- Ni hablar. Tengo mi propio estilo para decir las cosas y, sobre todo, para hacer las cosas.
- Mira que me estoy mosqueando.
- Venga. Dejemos las chorradas para el final. No eres mi tipo y basta.
- ¿Yo soy basta?.
- A mí me pareces basta pero eso ahora no importa. Habrá quienes te admiren más que yo supongo. 
- Bueno... aquí está...
- Lee para saber quienes son los barraganes y, por supuesto, las barraganas.
- ¿Por qué te interesa tanto este apellido?.
- Cuestiones del programa.
- ¿De verdad que pàrticiparé en Televisión?.
- De verdad. Pero lee ya.
- Barragán. Origen: Gallego. También existe otra familia del mismo nombre con casa solar en Puente de la Reina (Navarra). Descripción del Escudo de Armas: Los de galicia: En campo de oro un arbol de sinople, a su pie un caballero muerto y dos cuervos de sable con las alas levantadas cebándose en el cadáver.
- Exacto. Muy bien acertada la respuesta. ¿Has dicho un caballero muerto y dos cuervos cebándose en el cadáver?. ¿No podrían ser dos sapos convertidos por arte de magia negra en cuervos?.
- Otra vez me estoy mosqueando.
- No tienes porqué conivertiste en mosca. No eres de las que me gustan a mí pero seguro que tienes algún admirador que otro. Pasemos, ya que de cadáveres dice el libro, a la tercera pregunta.
- ¿Será también facilita?.
- Mucho más que las otras dos. Miguelito.
- ¿Qué pasa con Miguelito?.
- No. La pregunta la he hecho yo. Tú tienes que darme la respuesta. ¿Qué pasa con Miguelito?.
- Es un buen amigo mío.
- Ya. Eso ya lo sabía. Pero ¿qué pasa con Miguelito?.
- ¿De verdad que es importantre esa respuesta para poder ir a la Televisión?.
- La más importante de la tres. Recuerda el orden: Mojama, Barragán y Miguelito. ¿No te parece curioso lo que hemos descubierto en estas tres preguntas?.
- Me parece gracioso.
- Bueno. A mí no me parece nada gracioso eso de un cadáver y dos sapos convertidos en buitres. Pero en fin... ¿qué pasa con Miguelito?.
- Pues que hace unos días que no le veo por ninguna parte.
- ¿Tú recuerdas aquel juego infantil que decia "A la zapatilla por detrás, tris-tras.  Ni la ves ni la verás, tris-tras.  Mirar para arriba, que caen judías. Mirar para abajo, que caen garbanzos"?. Felices juegos... ¿verdad?... lo que más me admiraba a mí es que se formaba un verdadero círculo como de brujos y brujas.
- ¿Esto está dentro del contexto de las preguntas de la Tele si o no?.
- Sí. Es para medir la inteligencia de los concursantes. Por ejemplo... ¿sabes jugar a la escoba?.
- ¿Te refieres a los naipes?.
- Claro... ¿estabas pensando en alguna otra escoba?.
- Es que ya me están empezando a fastidiar tus preguntas.
- Pues todavía tienes que esperar un poco antes de que te seleccione para la televisión. ¿Qué te parece aquella hermosa atracción infantil del tren de la bruja de las ferias de aquel entonces en que había que quitar la escoba al brujo para poder montar de nuevo gratis?.
- ¿Por qué hablas tanto de brujas?.
- No. Estoy intentando que me respondas que pasó con Miguelito o qué te parece Miguelito.
- Demasiado inocente.
- ¿Tan inocente como para meterse en problemas de éxtasis?.
- No. Yo no creo que sea tan religioso.
- Pero yo me estoy refiriendo a otra clase de éxtasis.
- Eso sólo pertenece a su libertad.
- ¿Y cuándo la libertad de un ser inocente es limitada por la acción de los hechizos de una bruja se puede decir que es verdadera libertad?.
- Si lo ha elegido él así sí... aunque yo de eso no sé nada...
- Pues yo sé bastante de eso porque para algo he estudiado en la Universidad sobre cuestiones de manipulación de los individuos o manipulación de las masas en esta moderna sociedad.
- ¿Eres comunicador social?.
- No exactamente... pero tengo un formidable amigo que sí, que es Licenciado en Periodismo por la Complutense de Madrid. En fin, para que podamos resolver esta última pregunta es necesario que visitemos a nuestro querido amigo Fideo "El Judas".
- Veo que lo conoces muy bien.
- Claro. Nos une el mismo asunto. Así que arréglate, ponte todo lo gupa que desees auqnue no seas mi tipo ideal y vamos a ver a nuestro Fideo que, junto con él, resolveremos, seguramente, la última pregunta de ¿qué pasó con Miguelito?... y ya está... ¡sales de seguro en el programa televisivo como su primera concursante lo cual, por supuesto es todo un honor!.
 
Ella se vistió todo lo elegante que puedo y soltó su melena de oro recién teñida con el tinte más potente del mercado. Montaron en el coche de él y, sin apenas darse cuenta, se encontró en la Comisaría junto con su amigo y barragán Fideo.
Mientras tanto, Silvestre, como había prometido, fue en busca de Mohamed, el de la Calle de la Avenida de los Lirios. Solo que el carácter y la forma de ser de Silvestre era totalmente opuesta a la de Roberto. Él siempre iba directo y claro hacia el asiunto y no le gustaba bacilar. Llegó al portal. Buscó el nombre de Mohamed y lo encontró en el Tercero-C. No lo dudó y tocó el timbre.
- ¿Quién molestar a estas horas de la noche. Mohamed querer dormir. No darse cuenta usted que la noche ser para dormir?.
- ¡Alá es Alá y Mahoma su Profeta!.
- ¡Bien!. ¿Si tú querer ser uno más de los nuestros  no haber problema!. ¿Estar seguro de querer hablar del Corán?.
- Seguro de querer hablar una sola cosa.
- ¿Y no poder preguntar desde la calle?.
- No poder porque no ser pregunta sino ser confirmación.
- Ah... ¿querer decir que buscar confirmación islámica?.
- Sí. Querer decir eso.
Mohamed, contento por el nuevo correligionario dispuesto a traicionar a la sociedad occidental, abrió diligente el portal y la puerta de su casa Tercero B... sólo que la cara se le volvió pálida cuando vio el cañón de la pistola de Silvestre apuntándole al corazón.
- Pero esto que ser... ¡¡socorro!!... ¡¡me secuestran!!.
Silvestre sacó su placa de policía.
- ¡Cállate, mamarracho, estás detenido!.
- Ser injusta ley.
- Ser justicia nada más. Venga. Vamos tal como estás. En comisaría te daremos ropas nuevas, con rayas horizontales que se ha puesto de moda este año y con un numerito además. A lo mejor es que te va a tocar el Gordo de la Lotería.
Sin decir ya nada más le hizo girarse media vuelta, le esposó las muñecas y bajaron así a la calle. allí le introdujo en la parte trasera de su coche, cerró con llave las puertas traseras, encendió el aparato de radio y condujo ya tranquilamente hacia la Comisaría escuchando una canción: "Ven, dame tus manitas, acércate a mí; tengo en mi canastica amor para ti, bailo yo muchos bailes con un tamboril, y todos esos aires, me llevan a ti. Y en nuestras almas miran por ser cariñosas, fíjate que suspiran por la vida en rosa, tu dote no me arrastra porque eres hermosa; tengo en mi canasta montones de cosas. Collares de perlas rubias al mar arrancado. De todo el desierto el arenal ha dominado. Todo lo conseguí, el viento lo cabalgué, y fustigué al tiempo por volar a ti. Ponme tú las esposas y condéname, y así verás preciosa, que sufro la ley, y átame primero muy fuerte a tus pies, que soy el jilguero que te ha de querer. Que ven, que con mis caricias mi amor yo te expliqué. Deja que la malicia su envidia repique, yo seré Don Quijote, temor de bribones. Te meto en mi canasta y que Dios me perdone. Te meto en mi canasta y que Dios me perdone"
En esos momentos, Don Antonio ya lo había decidido y entró en la habitación de "La Paca" con el collar de diamantes que Doña Inés decidió devolverle para no tener ya nada más de él en absoluto.
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela de ficcin con algunas realidades.

Palabras Clave: Liteeratura Novela Ficcin Realidades Conocimiento Cristianismo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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