Doa Ins y "La Paca" - Captulo 11 (Novela).
Publicado en Nov 12, 2010
Prev
Next
- !Doña Inés!. !Doña Inés!. !Mire que hermoso ramo de rosas blancas le ha regalado hoy!.
Y Clara entró, entusiasmada, en la habitación de Doña Inés que ya estaba un par de horas antes esperando el milagro. 
- ¿Cómo puede ser ésto?. ¿Cómo puede adivinar lo que estoy pensando?.
- Debe ser alguien que ha aprendido de otro alguien, creo yo. 
- Yo también creo que se trata del discípulo más aventajado de algún misterioso Maestro conocedor del lenguaje de las flores... pero no me explico que...
- No se explique nada, Doña Inés, es mejor que no se explique nada... porque lo verdaderamente importante del amor es su raíz. Si la raíz es pura, como sucede en este caso, el amor es noble; si la raíz es impura, como sucede en los casos llamados de amores libres, el amor es un producto podrido. Lo sé por haberlo visto demasiado en estos últimos tiempos.  - ¿Sabes que llevas razón, Clara?. Es tan sencillo como eso. El enigmático Maestro Zeta-Zeta, que segura estoy de que es él, debió prepararle muy bien... porque ha aprendido a saber lo que es el lenguaje de las flores de manera perfecta. Y lo otro... lo de por qué conoce mis pensamientos más profundos ya no importa. Sé que debe ser alguien tan noble como lo es el Maestro Zeta-Zeta. Sé positivamente que éste no es... porque está casado con una mujer más bella todavía que yo, pero ¿quién es este hombre que se ha enamorado tan locamente de mí que no le importa ser descubierto por Andrés?. ¡No quiero que Andrés ni nadie más le descubra!. Algún día se acabará este sueño de amor y todo volverá a ser una pura nutina nada más... pero mientras más dure mejor...
- ¿Y yo que tengo la intuición femenina, de lo mucho que he vivido, de que estoy segura de que muy pronto le conocerá usted misma en persona?.
- ¿Es que crees que se atreverá a venir en persona?.
- O eso... o usted se lo encontrará de improviso en algún lugar de Mijas. Verá que yo no soy bruja como otras, pero sé que así sucederá. 
- ¿Quieres escuchar otra vez lo que significan los ramos de rosas blancas?.
- Sí. No me canso de escuchárselo, Doña Inés, porque pone usted una cara lindísima de felicidad cuando habla de ese tema. De ahí que haya algunos que se creen eso de que "la miel está hecha para la boca de los asnos" cuando es al revés, que "la miel no está hecha para la boca de los asnos". Usted ya estaba dormida cuando llamó el detective Andrés, el que lleva este caso de las flores y, para no despertarla, me lo contó a mí. 
- ¿Qué es lo que te contó con tanta urgencia?.
- Que uno de esos asnos donjuanescos que creen que la miel está hecha para sus bocas, de lo puro ignorantes que son, y apoyado por otros dos borricos que no saben de amor nada más que se escribe sin h y eso Gracias a Dios porque sino es por Dios lo escribirían con h de herradura de lo borricos que son, quiso conquistarla anoche, seducirla y hacer con usted el amor en su propia cama. 
- ¡Pero es que hay acaso un asno que pueda ni siquiera pensar eso!. ¡Vaya ignorante debe ser el tiparraco ese!. ¡Nadie duerme conmigo sin mi permiso!. ¿Pero qué tendrán los donjuanes machistas que creen que las mujeres guapas, aunque seamos jovencitas todavía, somos más tontas que unas matas de habas?. No. El amor verdadero es cuestión  de habas contadas pero como ellos no saben contar bien ni sus propios chistes es por lo que son, en realidad, seres frustrados y acomplejados. Mira, existe un estudio psicológico sobre el donjuanismo escrito por algún psicólogo o psicóloga que tiene mucha experiencia sobre el tema y que tengo siempre guardado debajo de mi almohada. Lo he leído varias veces para analizarlo en profundidad. Estoy de acuerdo en todo lo que expone. ¡Mira!. ¡Está aquí!.
Doña Inés sacó, en ese momento, dos hojas escritas y pegadas con una grapa...
- ¿Quieres que te lo lea todo?.
- ¡Estoy interesadísima en conocerlo!. ¡Lea, Doña Inés, lea!.
- Pero no se lo chismees a nadie. 
- Ya sabe usted que no voy a chismear nada. Es mejor pillarles por sorpresa cuando se creen que "se las saben todas".
- Escucha entonces con atención.
- ¿Pero puedo hacer una excepción que confirme la regla?.
- ¿A quién te refieres?.
- A nuestra cocinera Clarisa. Es demasiado joven y es necesario que lo sepa. 
- !Lámala de inmediato y que deje todo lo que esté haciendo!. ¡Que lo escuche ella también por mi boca!. En realidad hoy podemos desayunar un poco más tarde que de costumbre...
Clara se fue urgentemente a la cocina y a los pocos segundos ya estaban las dos sentadas junto a la cama de Doña Inés para escuchar muy atentas. 
- Leo ya. Se titula "El donjuanismo" y dice así: "El donjuanismo es un patrón de comportamiento similar al del mítico Don Juan. En España es el Don Juan de Zorrilla el más conocido, pero en la literatura podemos encontrar otros famosos «donjuanes» como los creados por Molière, Tirso de Molina, Lord Byron o el de la ópera de Mozart. La principal característica del donjuanismo consiste en un exagerado afán de conquistar el mayor número posible de mujeres, pero sin que la relación establecida se mantenga, ya que una vez se ha logrado la conquista el interés desaparece. En un sentido amplio se puede decir que también se pueden producir este tipo de conductas entre las mujeres (aunque son menos frecuentes) y desde luego, entre los homosexuales. Entre los homosexuales masculinos, el donjuanismo es un fenómeno corriente. Hipersexualidad y promiscuidad sexual pueden verse asociadas a menudo con el donjuanismo, pero este último es una anomalía mucho más compleja sobre la que se han dado varias interpretaciones. Rank interpretaba el donjuanismo como un constante intento de encontrar la mujer ideal. Guiora lo relacionaba con el complejo de Edipo: el «donjuán» buscaría continuamente relaciones maternales con otras mujeres. Marañón,Luisada y Poltard estudiaron un buen número de casos de donjuanismo y vieron que muchos obedecían a una personalidad histérica. Encontraron, en sus casos de donjuanismo, hipersexualidad, impotencia sexual sin causa orgánica y falta de emociones en las relaciones sexuales con las personas del sexo opuesto, con lo que vieron que en muchos de sus casos, el donjuanismo se debía más bien a un esfuerzo para probarse a sí mismos en este terreno. Se puede pensar, entonces, que el donjuanismo puede tener varios orígenes, y que por tanto, puede haber diversos tipos de donjuanes. Pero en términos globales, se puede decir que generalmente el clásico Don Juan es una persona inmadura; de hecho, el donjuanismo es muy frecuente durante la adolescencia y obedece a un afán por conocer al sexo opuesto e incluso por conocer la sexualidad en sí misma. Las sucesivas conquistas pueden constituir una fuente de autoafirmación, ya que servirían para mantener o incrementar el juicio del propio valor. El mero hecho de ser querido o aceptado en el terreno afectivo o meramente sexual por otras personas se interpreta como que uno es portador de una serie de valores. Incluso a veces se recurre a conductas de este tipo para confirmar que todavía se es joven o atractivo. Detrás de este tipo de comportamientos se esconde siempre un fondo de inseguridad en sí mismo, y patrones de personalidad de tipo neurótico o narcisista. Se trata de una anomalía en cuanto que no se pretende entablar una relación afectiva franca y duradera, no se quiere, pues, a esa persona, sino que ésta se convierte en un mero objeto capaz de proporcionar un incremento de la autoestima. En las personalidades muy inmaduras, es frecuente que al lograr la conquista amorosa, ésta pierde automáticamente su valor, precisamente porque se viven como una posesión y no como una relación entre dos en la que no se posee a nadie, sino que se basa fundamentalmente en dar y compartir. Los donjuanes tienen generalmente una gran dificultad para entregarse realmente en sus relaciones afectivas. Muchas veces se comportan durante las mismas de forma teatral, como si representasen un papel de una obra de teatro (histrionismo), lo que es extraordinariamente frecuente entre las personalidades histéricas y narcisistas. Estos mismos patrones se pueden aplicar al campo del donjuanismo entre personas homosexuales o bisexuales.
- ¡Qué interesante, Doña Inés!. ¡Realmente interesante!.
- En verdad que lo es querida Clarisa. 
- Bueno. Voy a hacerle a ustedes dos una confesión privada. A pesar de que sólo tengo 16 años de edad, también tengo guardado yo otro texto sobre el donjuanismo. ¿Me permiten que lo traiga y lo lea también en voz alta?. Verá, Doña Inés, siempre lo guardo en la cocina junto a los botes de café para que no lo vea Don Antonio que sé que odia al café y por eso sólo bebe alcoholes y, cuando tiene mareos, acaso tila para los vervios o zarzaparrilla para aclararse la boca. 
- Jajaja... ¡qué buen escondite, Clarisa!. Venga, te doy permiso para que lo traigas y lo leas en voz alta. 
Clarisa fue rápidamente hacia el lugar donde tenía guardado el texto. 
- ¡Es más inteligente de lo que yo creía, Doña Inés!.
- Las mujeres a los 16 años ya sabemos bastante bien de que va la vida de los hombres cuando nos han educado para ello. Clarisa es muy bonita y por eso sus padres tuvieron esa inteligencia apropiada para darle el texto. Seguro que fueron ellos los que se lo dieron.
Clarisa había oído esta última frase.
- En efecto. Fueron ellos los que me lo regalaron cuando cumplí los 15 años de edad. Pero bueno, ¿lo leo o no lo leo?.
- Lee, lee Clarisa, tienes todo mi permiso. Estamos entre mujeres sinceras y no puede haber mentiras ni engaños entre nosotras, ni tampoco misterios ni secretos ocultos. Adelante. Lee
- Allá voy como si fuera una torera que también las mujeres sabemos torear a los hombres. 
- Jajajaja...
- No te rías Clara, que lo ha expresado muy bien. Venga. Lee ya.
- Bueno. También se titula "El donjuanismo" y dice así: El término Donjuanismo es socialmente reconocido y aplicado al comportamiento de algunos hombres respecto a la conquista de las mujeres, a las que buscan enamorar, seducir, engañar y una vez conseguido su objetivo las abandonan con el solo deseo de coleccionarlas como una especie de trofeo que han ganado en una competencia de caza. Los donjuanes buscan la virginidad y la pureza en las mujeres, y una vez que cumplen sus propósitos, se decepcionan, las desprecian y salen en busca de otra conquista. Para el Don Juan toda mujer es un reto, usa su poder con toda clase de artimañas, técnicas de seducción y mentiras para obtener a la mujer que desea. El hombre con personalidad de Don Juan no puede tener relaciones duraderas, profundas, sino formas de relaciones superficiales. El término Don Juan es una creación de la Literatura Universal. Desde la Edad Media y aún mucho antes desde las épocas de la Grecia Antigua, en donde algunos dioses y especialmente Zeus, podrían aspirar sin dificultad al título de Don Juan. En las aventuras amorosas del padre de los dioses, como en la vida del caballero de Sevilla de Tirso de Molina, se encuentran raptos, violaciones, seducciones, etcétera. Pero fueron necesarios los siglos de moralismo cristiano para transformar los inocentes excesos sensuales del dios griego en las hazañas amorosas de un noble que hace tales estragos en el terreno del amor( El Burlador de Sevilla) Fue precisamente en el ambiente árido, represivo y severo de la Corte española, en donde se cernía la pesadilla de la Inquisición, donde aparece ésta idea como contraparte del estereotipo de la etiqueta y la sensualidad reprimida. Desde la aparición del mito de Don Juan, ésta figura se ha instalado en el pensamiento y en el sentimiento de nuestra cultura occidental, en donde el donjuanismo se plantea como una relación entre sexos que otorga al varón una superioridad desconsiderada sobre la mujer. Este modelo de conducta muchas veces es reafirmado en los varones desde la infancia, debido al estereotipo de masculinidad que todavía prevalece. "Mientras más parejas sexuales, más hombre se es". Es demasiado importante la educación en el hogar por parte de los padres respecto a éste aspecto en los jóvenes, pues es precisamente en la etapa de la adolescencia cuando se define la disfunción de la identidad sexual. El hombre con una clara identidad de género, no puede jamás ser un don Juan. En realidad los hombres que son donjuanes hasta el fin de sus vidas, lo son porque siempre conservan los rasgos de esa indeterminación juvenil. Es frecuente encontrar en algunos hogares donde hay varios jóvenes, cómo el juicio favorable del padre y aún el de la madre, sobre la conducta de uno de sus hijos estimula la actitud de éstos hacia la relación con muchas mujeres al mismo tiempo, incluso celebrando en algunos casos la promiscuidad como una reafirmación de la hombría del joven. Socialmente el joven que tiene éxito con las mujeres, es más aceptado en los grupos inclusive de mujeres que aquel que es tímido o muy parco en la conquista del amor del sexo opuesto. Una característica muy notable de los donjuanes es su incapacidad para amar. Son anarquistas del amor. Ignoran la felicidad, la virtud, la decencia. Consideran válida cualquier arma para conquistar. Los sentimientos de la otra persona no son tenidos en cuenta. Sólo les interesa el instante de placer y el triunfo permanente sobre la mujer que someten y el marido ó el novio que logran burlar. El hombre con personalidad de Don Juan concibe el amor como algo deportivo, pasajero, ve en este una competencia permanente y compite con otros hombres para ver quien trata de conquistar el mayor número de mujeres. Uno de los conceptos de la teoría Psicoanalítica, postula que en los individuos con personalidad de Don Juan, podría hallarse una homosexualidad latente, debido a su alto contenido de narcisismo en su personalidad. Hay otra hipótesis que atribuye al seductor crónico una fijación al amor de la figura materna, no encontrando satisfacción en ninguna otra mujer. De esta forma le es imposible mantener una relación intima, sana y duradera. Este estilo seductor puede ser una verdadera compulsión, se vuelven adictos a la conquista, es algo que le otorga seguridad y confianza, que se convierte en una forma de vida, sin la cual se les hace imposible vivir. El Don Juan cree estar enamorado, pero este sentir es transitorio y, de allí, podemos deducir que nunca lo está. Se convierte en un deseo de tipo platónico, nunca un verdadero amor. Platón siempre decía que uno desea lo que no tiene, esto le sucede al individuo con características de Don Juan, en aquel momento que conquista aquello que tanto deseaba inmediatamente pierde su interés. En caso que la mujer se enamore de él, pierde el deseo e interés por la mujer y la abandona. Muchas veces sin haber tenido relaciones intimas, en el momento que el se da cuenta que ella lo desea ya consiguió su triunfo y se decepciona. Pero en caso que él ponga los ojos en una mujer y esta no ceda, allí es donde no se da por vencido y se vale de todos sus poderes de conquista hasta lograr tener el triunfo sobre ésta. Los Donjuanes se divierten con el sufrimiento ajeno, por eso las mujeres piensan que no tienen compasión. Para ellos el amor no puede ser considerado profundo, no existe compromiso como en la mayoría de las personas, es un amor transitorio, que logra destruir al otro. Para el Don Juan las mujeres son iguales, sean como sea, atractivas, feas, gordas, flacas, jóvenes, viejas, lo que les importa es someterlas para luego abandonarlas. El Don Juan tiene una característica importante, sabe cómo llegar a la mujer, cuándo halagarla, percibiendo las necesidades o carencias de su victima. Podríamos ver en ellos una conducta fóbica, esta es una forma de defenderse de los contactos afectivos duraderos. Usando como mecanismos de defensa la reacción por lo contrario, la idealización, la evitación.¿Será el Don Juan Feliz?. Después de tanto seducir y abandonar se encuentran con la cruel realidad de su soledad, convirtiéndose en un peso. Hay que tener en cuenta a individuos de 40 a 55 años que han sido Donjuanes, muchos de ellos a pesar de estar bien maduros siguen viviendo con sus madres, lo que nos demuestra la interpretación edípica del Donjuanismo. Las crisis que tienen alrededor de los 50, nos muestra su insatisfacción. A esa edad se da cuenta que sus amigos están casados, con hijos y para ellos es difícil disfrutar de la compañía femenina como cuando tenían 25 años.Es en estos momentos, que muchos acuden a la consulta profesional. Los más inteligentes quieren que se les oriente a formar una familia, se sienten muy apresurados por todo el tiempo perdido y quieren una ayuda, para poder llevar una sana vida. Muchos tienen unos niveles de autoestima bajos. Otros buscan la consulta con el fin de que se les ayude a continuar con su vida de conquistas. El Donjuanismo pertenece al trastorno Histriónico de la personalidad, este trastorno se presenta en hombres y mujeres. Se observa en solteros como en casados. No toda persona que tenga muchos amantes padece de este trastorno, para que lo tenga tiene que reunir los criterios diagnósticos del trastorno Histriónico de la personalidad. Las personas que sufren de este trastorno, poseen un patrón en general de una excesiva emotividad y una búsqueda permanente de atención, que comienza al principio de la edad adulta, tenemos los siguientes indicadores, según el DMSIV, como lo indican cinco o más de ellos:
1. No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de atención.2. La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador.3. Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.4. Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo.5. Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.6. Muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.7. Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias.8. Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
- ¿Vaya sorpresa que nos has dado, Clarisa?.
- Ya te dije yo, Clara, que las chicas guapas de 16 años en adelante, en la actualidad, no son nada tontas... sino todo lo contrario. El pasado siglo XX sirvió para que las mujeres despertáramos por fin. Por eso el donjuanismo está de capa caída desde el año 1984 exactamente.
- Doña Inés... ¿cómo es capaz usted de señalar una fecha tan exaxcta?.
- La puedo puntualizar más. Desde el 27 de diciembre de 1984. Desde ahí el Donjuanismo ha estado continuamente perdiendo, poco a poco, terreno en su lucha contra el Naturalismo Cristiano. Es como si se hubiese realizado una batalla entre Don Juan Tenorio y Don Quijote. Y, claro está, Don Quijote termina siempre por vencer... como ya ha ocurrido.
- Curiosa e interesante explicación, Doña Inés.
- Curiosa, interesante y además cierta, mi querida Clara. 
-^Pues bien. ¿Puedo yo leer otro texto que tengo también escondido?.
- ¿Dios mío!. ¿Es que las tres teníamos textos sobre éste tema?.
- Por supuesto que sí. En mi caso, aunque ya soy de 50 años de edad, también estoy siempre poniendo atención al caso... por eso de que soy viuda apetitosa... jejeje...
- Jajajaja... ¡Venga!. Puedes leernos tu texto.
- Lo tengo siempre guardado en un pequeño baúl con llave. Porque las más mayores somos a veces las más apetecibles y debemos guardarlos de forma más segura, Clarisa. Lo botes de café en el caso de Don Antonio son perfectos para guardar secretos pero en caso de otros hombres no. Cuida de guardar ese texto en otro lugar diferente.
- Hagamos algo mejor, Clara y Clarisa, una vez que se haya leído el tercer texto, los tres van a ser guardados en mi propia caja fuerte. ¡De ahí si que nadie lo puede robar!.
- Voy a por mi texto. 
A los pocos segundos, ante el silencio de Doña Inés y Clarisa, Clara siempre con su voz tan clara y armoniosa que se parecía a la misma voz que la de Doña Inés, leyó en voz alta: "El síndrome de Don Juanismo o compulsión por seducción es un transtorno caracterizado por necesidad compulsiva por seducción, implicación sexual fácil pero fracaso en la implicación emocional, siendo así determinada por relaciones íntimas poco duraderas o incluso inexistentes. Los individuos que tienen este síndrome son excesivamente seductores y, en general, tienen como blanco personas "difíciles" o "prohibidas" de ser alcanzadas. Las otras personas fácilmente se enamoran por ellos, sin embargo, el individuo con el síndrome inmediatamente se apercibe de que el compañero o el relacionarse con él no tiene mucha gracia y, por fin, acaba por abandonar a la persona. Esos individuos no se apegan a sus compañeros, pues poseen sólo una atracción fugaz en que cuando el otro es conquistado, este mismo vuelca sin gracia y la atracción desaparece. No es raro que el síndrome se asocia a una personalidad fría e insensíble para con los sentimientos ajenos, cuyo propio interés momentáneo es el objetivo mayor. Siendo así, son personas frecuentemente egoístas y con una gran sensibilidad a la monotonía: son intolerantes al tedio, lo que los hace comúnmente que busquen estímulos y novedades, caracterizando una inconstancia en los relacionamentos que se hacen fácilmente. Por tales características, el síndrome puede ser confundido o ser uno de los síntomas del trastorno de personalidad antisocial, o más popularmente conocido como psicopatía. Esa compulsión se inicia en la adolescencia y la cura es poco probable. Ella se manifiesta tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, parece ser más evidente en hombres. Tal vez porque la mujer es naturalmente más emotiva y más propensa a enamorarse fácilmente por el hombre, facilitando así la concretización de la conquista para el hombre con don juanismo. Otra justificación significante sería el hecho de que las mujeres don juanistas sean en sí más discretas y poco descubiertas. La expresión "don juanismo" aparece por cuenta del mítico Don Juan, joven conquistador y seductor que después de conquistar incontables mujeres, las abandonaba. Una de las características principales del síndrome es una necesidad intensa de seducir todo el tiempo. Esos individuos son eximios seductores y manipuladores, siendo que una buena parte de ellos parecen tener un tipo de preferencia por personas consideradas difíciles de ser conquistadas, "prohibidas" o con un elevado nivel de peligro, en que la adrenalina de conquistar tales personas es muy elevada. Ellos generalmente acostumbran a sentir preferencia por personas muy más viejas o mucho más jóvenes, personas casadas o comprometidas, personas muy próximas de un relacionamento tales como el tío o el hermano del novio, la madre o la tía del mejor amigo, padres, monjas, jefes, personas de un relacionamento exclusivamente profesional tal como paciente-médico, paciente-dentista, alumno-profesor, paciente-terapeuta, cliente-abogado, y entre tantas otras relaciones considerablemente recelosas. Esos individuos parecen ser viciados en la adrenalina del peligro y por eso son movidos por la alta inclinación a las relaciones prohibidas o que ofrezcan un correcto grado de desafío. Algunos individuos con el síndrome pueden llegar a decir francamente que no consiguen tener en vista otras personas a no ser aquellas por las cuales ofrece algún tipo de riesgo, peligro o imposibilidad. Otra característica típica, es nunca distanciarse de la persona blanco. Mientras no consiguen consumar la seducción, ellos parecen nunca desistir del otro. Ellos puede que tengan en mente que mientras no consigan quedar con la otra, nunca desistirán de la misma. Si el síndrome acomete un hombre, este frecuentemente es tenido como un "príncipe encantado", carismático, seductor y atractivo, así como gentil y cariñoso, por ejemplo, evidentemente caracterizado en el estereotipo del hombre perfecto para la mujer. Si la enfermedad acomete a una mujer, ésta también es vista como excesivamente sensual y seductora, que atrae miradas de todos por donde pasa, con una increíble capacidad de seducir y envolver específicos hombres. Sin embargo, el don juanismo femenino no es retratado como una mujer vulgar para con los hombres, pues por el contrario, mujeres con el síndrome aunque muy seductoras y atractivas, raramente son vistas como vulgares o promiscuas, por ejemplo. Lo que acontece es que, mientras las mujeres rotuladas como promiscuas son vistas como aquellas que son tiradas por todos los hombres, las don juanistas presentan un comportamiento en que escogen a dedo sus "víctimas", conforme sus criterios de seducción (por ejemplo: hombres comprometidos, más viejos, etcétera). Esas personas tienen una capacidad increíble en envolver al otro. A La primera vista, ellos pueden aparentarse ingenuos, encantadores y físicamente atractivos. Ellos fácilmente entran en juegos de seducción, siendo que el hombre con el don juanismo puede ser aquel con una óptima lábia, que conoce muy bien técnicas para atraer y conquistar las mujeres. Ellos pueden ser muy gentiles, educados, amorosos, que viven a entregarles muchas flores, presentes, cartas amorosas, elogios entre muchos otros tipos de acciones que prácticamente toda mujer gustaría recibir y oír. Tales conquistas son más eficientes en mujeres con una baja auto-estima, carentes de afecto, ingenuas o muy sugestionables e influenciabes. En la mujer con el don juanismo, las técnicas son semejantes. Sin embargo, mientras que, en la conquista de la mujer, el hombre don juan inserta incontables técnicas en la implicación emocional, por el hecho de que las mujeres sean más susceptibles a la emociones y sentimientos; en la conquista del hombre, la mujer don juan inserta incontables técnicas en la implicación propiamente dicha sexual, por el hecho de que los hombres tienen un instinto naturalmente más sexual que sentimental. Ellas pueden indicrlos a comportamientos sedutores, desde algunas picardías y gran simpatía, hasta una apariencia sexualmente provocante, alternando entre un comportamiento falsamente ingenuo o misterioso. Ellas también son exímias en saber del que los hombres más les gusta para fácilmente los seducís. Ellas pueden fingirse sumisas a ellos, hacer grandes elogios y adherir a comportamientos y acciones en las cuales los hombres consideran que es una mujer ideal. De manera general, tienden a hacer de todo para conseguir conquistar al otro. En la realidad, individuos con este síndrome, parecen estar siempre observando y estudiando minuciosamente sobre técnicas de conquista y seducción a fin de agradar el otro en la cual consideran su principal blanco. La capacidad de envolver el otro es tan grande en el don juan que las otras personas acaban por caer rápidamente en ese juego de conquista y seducción, especialmente las mujeres que creen haber encontrado el hombre ideal. Y entonces, cuando estas personas se demuestran muy interesadas o declaradamente conquistadas y enamoradas, a punto de querer un relacionamento más constante y serio, de repente, el individuo don juan cae fuera. Evidentemente, las personas con don juanismo no consiguen quedar apegadas a una determinada persona por un largo tiempo, partiendo siempre para nuevas conquistas. Ellos parece que se asustan cuando quedan con una misma persona y, principalmente, cuando la misma se enamora por el don juan. Para aquel que seduce, la concreción de la conquista trae la monotonía que, para ellos, es detestable y, de esta forma, las relaciones son rápidas y sin ningún vínculo afectivo. En la realidad, esas personas aparentan que no le importan los sentimientos de las personas por cuáles consideraron blanco, o al menos tienen un embotellamiento afectivo. Ellas presentan rasgos de egoísmo, buscan cualquier medio y forma para conquistar, pero parecen no tener en cuenta los sentimientos de la otra persona, siendo ésta una característica típica del síndrome del donjuanismo. En suma, el estereotipo del donjuanismo es aquella persona seductora, que parece tener en vista siempre personas difíciles de ser conquistadas, hacen de todo para conseguirla, pero basta que perciban que la otra persona "está a sus pies" para que la motivación para continuar la relación desaparece. Pueden, por ejemplo, envolverse 3 o 4 veces, después de una larga relación, justamente cuando la otra persona comienza a sentirse conquistada. En la sociedad actual, es muy frecuente el "quedar con..." o "salir con...", siendo que esto debe ser diferenciado del donjuanismo. Además de que en el individuo don juan hay siempre una persona "blanco" a ser conquistada, de difícil conquista. La principal diferencia consiste que en el "quedar con..." no hay un objetivo concreto de conquista, tal como es visto en el don juan. El "quedar" es sin compromiso, con lo cual tiene su término generalmente en la despedida. En el "quedar" ninguno conquista a ninguno, pues es una afinidad recíproca donde ambos están con el mismo objetivo en mente. Sin embargo, además de todo eso, lo que realmente diferencia y diagnostica el donjuanismo es que éste tiene la principal marca definida por una insensibilidad y menosprecio al sentimiento del otro. Ellos hicieron de todo para conquistar al otro; sin embargo, cuando abandonan al compañero, poco le importan los sentimientos de este último. Al tiempo que en el "quedar" los dos individuos no alimentan entre sí ningún sentimiento, luego no hay que menospreciar al "quedar" que es diferente al donjuanismo gay. El don juan exhibe relacionamentos superficiales e inconstantes, lo que los lleva a un fracaso en el establecimiento de relaciones duraderas. Ellos son más propensos a hacer el ridículo por llegar a la media edad solitarios o sin un compañero fijo, porque se dan cuenta que, además de la energía que se desvanece al pasar de la edad, ellos perciben que no tienen más el encanto y la capacidad de seducción de antes. Aunque el estereotipo del donjuanismo sea el hombre seductor y conquistador, el "príncipe encantado" y perfecto, a buen seguro que puede ser muy bien observado entre las mujeres, haciendo así, no sólo mujeres como víctimas sino también hombres. Aunque en más pequeño número, ellas existen y son las "víctimas" en el plan sentimental de los hombres. Son bellas, atractivas, seductoras y, aparentemente, ingenuas. Y así como el hombre don juan, las donjuanistas parecen tener una gran preferencia por personas consideradas difíciles y con un alto nivel de amenaza, peligro o desafío civil, tales como hombres más viejos o más jóvenes, hombres casados, padres, médicos, jefes del ambiente de trabajo, maestros, etcétera. Esas mujeres disfrutan de gran placer al ver al hombre a sus pies. Con un gesto seductor y marchoso, las mujeres con don juanismo lanzan infinitos artificios para conseguir conquistar al hombre que se han empeñado en conquistar, siendo que no dejan nunca de tener un comportamiento seductor a fin de manipular al compañero para que éste quede a sus pies. Una característica que frecuentemente aparece en las mujeres con el síndrome es la manipulación a través de la belleza. Ellas pueden ser mujeres excesivamente vanidosas, con una alta preocupación por su apariencia física, por eso ellas tienen grandes cuidados con el cabello, piel, maquillaje, etcétera. Esto ocurre porque es sabido que el hombre tiende a ser susceptible a la atracción física primariamente, por lo tanto, la regla consiste en seducir también a través de la belleza física. La mujer con donjuanismo después de tener en mente el hombre por cuál es atraída y que pretende conquistarlo, raramente desiste mientras consigue seducirlo completamente. Ella puede demostrar un gran interés en el hombre. Así como el hombre don juan hace con sus víctimas mujeres, la mujer don juan puede jugar de incontables maneras y técnicas a fin de dejar al otro sumiso a ella. Después de conseguirlo, parecen sentir un gran placer en haber conseguido la conquista y, entonces, cuando percibe que ella lo consiguió y el hombre está muy interesado, todo parece dejar de tener gracia y se vuelven frías y les deja de importar los sentimientos del compañero. Aunque muchos individuos con el donjuanismo puedan no establecer criterios para un diagnóstico único o adicional, se puede percibir que algunos correctos transtornos son de mayor incidencia en esas personas. Los trastornos que más pueden ocurrir en esos individuos son los denominados trastornos de personalidad, en especial el trastorno de personalidad antisocial, trastorno de personalidad narcisista y, en último caso, el trastorno de personalidad histriónica. Todos esos trastornos de personalidad tienen un trazo narcisista enraizado, por lo tanto, son propios del donjuanismo. Sin embargo, ese síndrome es más común en personas que presentan sensibilidad al tedio; son intolerantes a la constancia, están siempre cambiando y no establecen ningún vínculo afectivo con facilidad, o si lo establecen, son excesivamente superficiales y breves; lo que no les causan ningún tipo de remordimiento o culpa. Esas características son encontradas en especial en la psicopatía: incapacidad de amar y frialdad. En este caso, la incapacidad de amar, insensibilidad y frialdad además del trastorno de personalidad antisocial, produce la realidad del síndrome de un psicópata, cuyas causas no son aún totalmente conocidas. Aquí, el indíviduo seduce y, después, abandona al compañero o compañera por puro placer y por no poseer sentimientos altruistas como pena, remordimiento y culpa. El individuo es un don juan porque es incapaz de sentir afecto cálido o amor por otras personas. Aunque ciertos especialistas no crean que tienen muchas conexiones, el abuso en la infancia constituye una infancia traumática y puede ser una de las causas del síndrome del donjuanismo. La idea es muy parecida por los fallos en el afecto. Sin embargo, lo que parece ser de prioritario en esta categoría sería el abuso sexual, especialmente en las mujeres que, cuando adultas, se vuelven don juanistas. Ellas van a hacerse las seductoras sentimentales para los hombres, pues el hecho de haber sido abusadas sexualmente por un hombre, acaban por llevarlas a creer que ningún hombre merece ser amado. Ellas no aman, pues creen que los sentimientos de los hombres no deben ser tenidos en cuenta. En ese caso, los individuos abusados sexualmente traerían consigo para el resto de la vida una pésima percepción del sexo opuesto (que generalmente es conectado al abuso). En esas situaciones, puede existir rencor, rabia u odio en relación a la personas del otro sexo, juntamente un instinto de venganza o sadismo para con los individuos del sexo opuesto, como forma de vengarse por el acto abusivo en la infancia. Algunos especialistas atestiguan que el don juan puede ser un viciado en peligro y pasión. Como base neuroquímica, se trata de la adicción a las substancias que producen pasión y una situación de peligro se les despiertan en el inicio de la conquista. Cuando una persona está en el ínicio de una pasión están practicando un deporte significamente peligroso, por ejemplo, parece haber una liberación de substancias entre los neurotransmisores que dan placer y euforia. En ese caso, los don juanes pueden ser  personas intolerables al tedio, rutina y monotonía, lo que los lleva a viciarse en esas substancias que causan placer y, por lo tanto, suelen ser drogadictos o drogadictas. Pero, cuando acaba el placer todo termina y todo vuelve a no tener gracia nuevamente, recomenzando así la búsqueda entre nuevas conquistas y excitaciones. En la visión psicoanalítica, hay hipótesis contradictorias a la citadas, donde el sexo opuesto es visto con una óptima percepción. En el hombre don juan, hay una fijación de la madre así como una vertiente de un complejo de Edipo, donde el hombre don juan habría tenido una visión muy perfecta de la madre mientras niño, y por tal razón tiene dificultad en desconectar de la misma, entonces, recurre a la otras mujeres en la tentativa de hallar una mujer perfecta igual a la madre, pero cuando percibe sus defectos, las abandona. A pesar de eso, tal idea parece ser muy vaga y poco sugestiva, por tratarse de una base psicoanalítica y excluir otros factores de influencia, así como no incluir las causa del don juanismo femenino donde contradictoriamente, la mujer tendría que haber tenido una visión perfecta del padre, en la infancia, lo que no siempre ocurre. El tratamiento en esas personas puede ser significativamente difícil. El hecho del trastorno que no tiene una causa exactamente clara hace que la cura pueda ser poco probable. Lo que realmente puede ayudar a esos individuos serían las psicoterapias, donde las causas del síndrome serían buscadas e investigadas minuciosamente, a fin de intentar revertir ideas, pensamientos y comportamientos consecuentes que dieran origen al síndrome de don juanismo. Pero, por ser personas que no ven muchos problemas en su comportamiento, frecuentemente, no ven motivos para buscar ayuda, incomodados por el perjuicio causados en la personas envueltas.
- ¿Podría ser que el hombre o la mujer que le está regalando todos los días flores fuese una persona que sufre de donjuanismo, Doña Inés?.
- Rotundamente no, Clarisa... porque se descubre fácilmente que no busca conquistarme sino enamorarme que es cosa totalmente opuesta. Un conquistador don juan es como ese tipejo que me ha dicho Andrés que vino desde Madrid, llamado Emiliano, que no presenta ninguna clase de sensibilidad ni le importa cómo soy físicamente y espiritualmente... sin embargo... el hombre que me está regalando flores no se olvida nunca de pintar en el ramo ese corazón rojo con la S del mismo color. Y ahora que hablamos de este hombre y no del tipejo que tuvo que largarse porque en caso de haber llegado a mi finca les hubiese soltado a "Toby", a "Wendy" y a Moncho para que le diesen un buen escarmiento, se nota claramente que me está amando sin acosarme, mientras cómo hemos podido comprobar las tres, el don juan o la don juan acosa a sus víctimas. Quien me está dejando flores todas las noches es incapaz de molestarme; sólo está empleando el lenguaje de las flores de un verdadero enamorado. Los donjuanes y las donjuanes no utilizan jamás un lenguaje así, sino un lenguaje morboso, adulador, jactancioso, romanticoide en vez de romántico, empalagoso a más no poder y usando la voz, porque sabe que a las mujeres se nos conquista primero a través de las palabras que escuchamos. Este hombre sin embargo habla a través de las flores. Eso jamás lo haría un don juan ni una don juan. ¿Queréis que os diga una vez más lo que quieren decir las rosas blancas para demostraros que es un verdadero hombre y un hombre verdadero?.
- Sí, Doña Inés. Que ni Clarisa por ser demasiado jovencita ni yo por estar ya un poco más lejos de la plena juventud, no lo conocemos. 
- Está bien. Os lo explico. Y luego hablamos de las características que podemos descubrir en este hombre. Las rosas blancas son el símbolo de la pureza y de la inocencia. Normalmente, es el color elegido por las novias para su ramos de flores el día de la novia porque significa que durará toda la vida. Las rosas blancas también están unidas al amor. Una pareja que se regala este tipo de rosas quiere demostrarse que esperan un futuro sólido con ella. Significan amor puro, feliz y para siempre. Además, si una persona cercana está enferma, este es el color de flor que deberá regalar para demostrarle que se está pendiente de ella. ¿Qué podemos deducir de cómo pueden ser las características de este hombre?. Descarto totalmente que sea una mujer aunque el detective que he contratado todavía siga insistiendo en que puede ser un hombre o puede ser una mujer. Descarto totalmente que sea una mujer por lo primero que descubro en la personalidad de este verdadero enamorado: símbolo de pureza e inocencia. Jamás una mujer que ansía conquistar a otra mujer, o sea una lesbiana llamando al pan pan y al vino vino, muestra estas características porque son propias de una persona sin doblez alguna en su personalidad y las lesbianas siempre intentan demostrar que lo son arreglándose y vistiéndose como hombres estrafalarios para llamar la atención. Jamás un hombre enamorado hace el estrafalario a la hora de amar aunque lo puede hacer a la hora de distraer o hacer reír a una persona adolorida por algún problema como es, en mi caso, la enfermedad de mi hijo. Por eso un hombre que siente el dolor de una mujer hace cualquier acto inocente y puro para divertirla y conseguir arrancarle, al menos, una sonrisa. Este hombre que me regala flores estoy segura de que es un hombre de Letras y no de Ciencias y por eso debe ser un artista en alguna de las facetas del Arte. Puede ser un poeta, un escritoo, un dibujante, a veces un cómico, a veces un dramático o a veces un trágico pero siempre con buen humor y simpatía. Por último, el detalle total y definitivo es que las rosas blancas significan amor para siempre, lo cual es todo los opuesto a un don juan o una don juan. ¿Habéis comprendido?.
- ¿Puedo añadir algo más, Doña Inés?. Es que me parece muy importante.
- Puedes, Clarisa, puedes. 
- Yo tengo sólo 16 años de edad y por eso entiendo que ese hombre, tenga la edad que tenga, es profundamente joven porque las rosas blancas siempre hablan de un futuro, sólido además, pero no de un pasado. Luego como está hablando de un futuro tiene que ser muy joven.
- Exacto, Clarisa, creo que acertaste porque debe tener mi misma edad o quizás un par de años más. Eso es lo que yo pienso.
- ¡A ver, mis queridos alumnos y alumnas!. Hagamos un ejercicio de crear pensamientos a ver si han aprendido algo de lo que les vengo inculcando.
- Papadópulos, yo no sólo lo he entendido todo gracias a mi proverbial inteligencia de la cual estoy tan enamorado sino que te demuestro que sé más. 
- Lo primero, señorito Agustín es que debe ser usted más respetuoso con sus maestros, y por eso le informo que deje de tutearme y me llame de usted. Usted es más bien un vanidoso narcisista que un verdadero pensador. Así que hágame el favor de crear pensamientos sobre el amor.
- Abandonando las falsas premisas de lo dispuesto por las leyes dictatoriales de los diurnos filósofos de la tan cacareada complejidad femenina, los bohemios ruedan sus horas en los cafetines de la madrugada y en las puntas de sus palabras siempre hay escrito un único nombre de mujer envuelto en miles de homónimas presencias. Son anónimos amores de luna plateada que se entrecruzan como espejos de la soledad y, sin embargo, en el epicentro de todos ellos -que nunca llegarán a consumarse- se encuentra el verdadero amor del poeta que escribe en una hoja de papel algo así como "a través de todos estos sueños de madrugada estás tú, única causa fundamental de toda mi existencia" y recoge su equipaje lleno de estrellas amarillas para convertirlas en un sol donde calentarse... y se marcha... y se va al cafetín de enfrente a seguir viviendo amores de papel y de palabras, de verdaderas palabras nocturnas que verán la luz a la mañana siguente cuando él ya no esté alli,quizás vuelva a la madrugada siguiente o quizás invente nuevos amores en otro cafetín de la siguiente esquina... porque está viviendo, en realidad, el epicentro de toda su pasión. Amores bohemios: el kitsch dulce del único coctel amoroso de todas sus madrugadas...
- ¡Muy bueno!. ¡Excelente!. ¡Sensacional queridísimo Agustín!. Pero resulta que toda esa reflexión que nos has mostrado no es tuya. Ni una de sus palabras, comas o acentos, es tuyo... ¡lo has copiado miserablemente de otro autor!. ¡Plagio, maestro Papadópulos, plagio!. 
- Lo sé, Mercedes... ¡sé perfectamente que ha plagiado todo lo que ha dicho!. Nuestro queridísimo Agustín, en principio no es un verdadero bohemio ni sabe lo que es la bohemia. Y después que todo eso que ha dicho lo he visto yo en una página del Internet. Vorem com... ¡Veremos cómo nos explica ahora eso nuestro queridísimo Agustín!.
- Bien. Lo copié. Pero es una demostración de que tengo una sensacional memoria. 
- ¿Sensacional memoria?...¿sabe usted lo que es una sensacional memoria?... ahora le voy a decir lo que es una sensacional memoria usando otro texto de ese mismo autor que usted ha plagiado. Para dicho escritor, y de verdad que es un gran escritor y un gran pensador, sólo le puedo tener agradecimiento por lo que he podido aprender de él.  Y como no tengo tan proverbial memoria como usted dice, señorito Agustín... aquí lo he traído apuntado en un folio. A ver si atienden todos ustedes, jovencitos y jovencitas, y empiezan a crear sus pensamientos propios y sus propias reflexiones sin tener que copiar ni plagiar a nadie: "Entre las muchas definiciones que se han dado y se dan sobre la vida hay una muy “universalizada” que dice que lo que mejor conceptúa a la vida humana es precisamente su ausencia, o sea el final de la vida misma, lo que hace que la muerte venga a ser la definición más concreta de la vida por oposición a ésta. Pero yo ahora, buscando vivir mi propio sentido, rehúso seguir ese lineamiento plano y rectilíneo y deseo meditar sobre la vida de una manera circular; partiendo de la vida para llegar a la vida en sí misma, sin tener que recurrir a la muerte para poder comprenderla porque me levanto del sueño y me propongo el ejercicio de la relajación para alejarme de las influencias de las impresiones cuyos recuerdos atenazan a todo el que quiere llegar a la íntima conclusión de su propio pensamiento. Así, liberado del “universalismo” pesimistamente trascendente, me ocupo en definir la vida por el método gravitatorio de vivirla. Es lo que he leído en algún texto y comentario de los últimos días en Vorem: vivir el momento. Sé que esto de vivir el momento es tan relativo como cualquier cuestión circunstancial (depende de la circunstancia en que nos encontremos viviendo) pero abogo por repetir, una vez más, el hecho de no perder tiempo en fijarme futuros predeterminados. Creo que la mejor manera de vivir cara al futuro es partir de la vida y llegar a la vida misma, sin tener que ocuparse más o menos de definir a la muerte sino simplemente aprendiendo lo que es la vida en cada momento y no recurrir a lo opuesto (la muerte) para poder sentirla en plenitud. La vida nunca terminamos de comprenderla, es cierto, pero también es cierto que introduciéndonos en ella, lejos y ajenos a la muerte, es la forma políticamente más correcta para poder experimentarla. Por eso me ocupo en los últimos tiempos de las cosas que deseo experimentar para sentir la vida como tal. No hablo de cosas que están fuera de mi alcance (lo cual me haría perderme en construcciones y deconstrucciones continuas) sino de aquellas cosas (mis utopías incluidas también) que están a mi alcance si es que tengo deseos de vivir. En este sentido, deseo ser pensador positivista que huye de la carencia de pensamiento recargándolo de ingenuismo, y con el defecto propio de todo intelecto juvenil me enseño a pensar en la vida como una completación de la persona humana que soy en mi interior al practicar eso de creer que cada día tiene su propio afán y su propio contenido de vida. Es muy terapéutico romper los moldes “universalistas” del pesimismo posmodernista, hacerse contrario a la mayoría y buscar la otra cara de las sensaciones: amar la vida como vida misma. Siempre hay un tiempo para creer o no creer. Pero más allá de creer o no creer está vivir o no vivir. Y en esa dualidad me quedo (por propia naturaleza intrínseca de mi personalidad) con el vivir creyendo que los resultados de la búsqueda vital son la verdad de mi existencia. Vivir el momento para poder definir la vida desde la vida misma. Suelo decirme que tengo la suerte de vivir en una época y unos lugares donde tengo libertad para creer o no creer (sé por conciencia social que aún hay millones de seres humanos que no poseen esa libertad) pero ahora estoy tratando de entender lo que yo mismo (con mis circunstancias de libertad) puedo experimentar como vida. Y estoy muy lejos de tener que definirla echando mano de la muerte. Deseo definirla en su misma naturaleza. Pongo los pies en la tierra y siento girar a la vida en un círculo sobre sí misma a la vez que gira alrededor de otro círculo superior a ella. Y es por eso por lo que al día de hoy pienso que la vida va más allá de la muerte. Va a un más acá totalmente tangible. Vivimos mientras estamos presentes en un momento concreto y determinado. Vivir ese momento irrepetible es importante por lo que tiene de determinante para saber lo que es la vida sin recurrir a la definición de su ausencia. El pensamiento, de esta manera, se abre a un futuro infinito ya que toda ecuación se resuelve alargando el momento que se está viviendo para poder tener la suficiente conciencia como para poder revivirlos siempre que lo deseemos a través de la memoria y sin recurrir al pesimismo existencial. Prefiero seguir un pensamiento abierto y filosóficamente de carácter juvenil que enclaustrarme en aforismos de sombras. Vivir el momento para concienciarme de que la vida se puede definir por sí misma". ¿Qué les ha parecido?. Ahora piensen y reflexionen por sí mismos. ¿Quién quiere ser el primero o la primera?.
- La muerte es un segundo y la vida una Eternidad. 
- ¡Excelente, Amparito!. ¡Eso sí es tener inteligencia propia!. ¿Ha entendido ya, señorito Agustín?. ¿Ha entendido ya lo que es pensar y reflexionar sin la autoalabanza que siempre se hace usted a sí mismo?.
- Pero yo soy yo...
- Y ella es ella... no lo olvide, donjuanesco. 
- La verdad es que lo he dicho como resumen de un texto que tengo escrito en mi cuaderno. 
- Pero no deja de ser una interpretación genuina, Amparito. Porque toda interpretación genuina puede surgirnos de un texto genuino. No sólo se pueden complementar sino que se pueden fundir en un pensamiento o una reflexión comunitaria. Y el autor al que yo admiro, continuamente hace eso: escribir genuinamente para la aldea global de la que hablaba Mac Luhan... debe ser porque dicho autor no sólo escribe para los demás sino que, por ello mismo, debe ser también un excelente periodista o comunicador social como se deben llamar a los verdaderos periodistas. 
- Maestro Papadópulos. El texto en donde me he apoyado para deducir mi pensamiento lo tengo escrito en mi cuaderno y, si me da su permiso, ¿podría darlo a conocer a mis compañeros y compañeras?. Les informo que se trata de un pequeño entremés teatral. 
- Muy interesante. Muy interesante es eso del género de los entremeses teatrales. Tiene mi permiso para darlo a conocer a sus compañeros y compañeras. 
Amparito sacó su cuaderno de la mochila y empezó a buscar entre sus páginas. 
- ¿No me irá usted a decir, señorita Amparito, que lo escribe mientras estamos dando clases de arimética, verdad?.
- No. Eso no. Pero lo hago cuando estamos en clase de Filosofía. 
- Pues tendrá que ser muy interesante o la suspendo para septiembre...
- ¡Dios mío me pille confesada... espero que sea lo suficientemente interesante como para que me ponga por los menos un cinquillo y apruebe la materia; por fa!. 
Papadópulos se puso serio...
- Si en verdad es interesante le pongo un notable alto o incluso un sobresaliente y pasa usted la materia. 
- ¡Vamos a ver si hay suertecilla!. ¡Ajá!. ¡Ya lo encontré!. Se llama "Siglo y Segundo" y viene a ser un diálogo sobre la existencia. ¿Lo leo o no lo leo?
- Si quiere usted atreverse a ser suspendida para septiembre o sacar un sobresaliente y no tener que hacer el examen final... ¡lea!.. y si no es así guarde silencio para siempre. 
- ¿Cómo si estuviésemos ante una ceremonia matrimonial?.
- Buena comparación literaria, señorita Amparito. ¿Lee o no lee?.
- Leo... que para eso soy del horóscopo Leo...
- Sin chistes señorita, por favor. 
- Boien. Como es un texto serio voy a ponerme seria. Aquí va: Siglo y Segundo se encontraron en el País del Tiempo y comenzaron a hablar de aproximaciones a lo eterno. He aquí su breve circunloquio:
Siglo.- Hola, amigo Segundo, veo que sigues tan volátil como es normal en ti.Segundo.- Hola, amigo Siglo, yo veo que tú estás tan estático como siempre.Siglo.- Si. Pero yo tengo una importancia histórica que tú nunca alcanzarás.Segundo.- Ya. Sin embargo más importante es ser mucho más vitalista que tú. Siglo.- ¿Qué dices?. En mí siempre perdura la Razón. Segundo.- Pero en mí siempre late el Corazón. Siglo.- Tú no eres nada para mí. Eres demasiado pequeño. Segundo.- A mí no me importa para nada tu falsa grandeza. Es puro arcaísmo.Siglo.- ¿Llamas falsa grandeza a estar incluído en las páginas de los grandes libros?. Segundo.- ¿Y tú llamas pequeñez a ser parte íntima del pálpito universal?. Siglo.- Tú sólo eres viento. Segundo.- Tú sólo eres ceniza. Siglo.- ¿Qué me dices, Segundo?. Yo soy importante para los historiadores. Segundo.- ¿Qué me comentas, Siglo?. Yo soy importante para los filósofos. Siglo.- Yo soy importante para los economistas. Segundo.- Yo soy importante para los artistas. Siglo.- Yo soy importante para los científicos. Segundo.- Yo soy importante para los enamorados. Siglo.- A mí me analizan los sabios humanos. Segundo.- De mí se alimentan las savias humanas. Siglo.- Yo soy medida trascendental para la existencia. Segundo.- Yo soy esencia fundamental para la vida. Siglo.- Los longevos me sacan provecho. Segundo.- A mí me sacan provecho los efímeros. Siglo.- Un longevo que vive cien años... !cuántas historias tiene para contar!. Segundo.- Un efímero que vive un segundo... !cuántos sueños tienes para sentir!. 
Y así terminó la breve charla entre Siglo y Segundo. Éste siguió su espasmódica carrera por el eterno camino del País del Tiempo mientras aquel se quedó sentado, esperando cien años justos, para dar otro paso más por el mismo eterno camino.
Todos quedaron en silencio. No sabían si Amparito acababa de ser suspendida hasta septiembre o si se había salvado y ya tenía la asignatura aprobada... mientras el maestro Papadópulos estaba meditabundo...
Hasta que por fin habló.
- Sobresaliente. Queda usted exenta del examen final. 
- ¡Eso lo podría haber hecho yo con mucha mayor riqueza de pensamiento!. 
- ¡Eso no te lo cree tú ni aunque te tomes cien pastillas de fosglutén, Agustín!.
- ¡Quien te mandar meter una vela en este entierro, Almudena!.
- ¡Oye, pavo real, o dejas en paz a mi Almudena o de verdad que todos vamos que traer una vela encendida... para celebrar tu entierro, so pedante!. 
- ¿Tú que dices, Gervasio... si no tienes la centésima capacidad creativa de la que tengo yo?.
- Eso es. Tú sólo tienes una centésima capacidad creativa pero mira lo que pienso en este momento: Quien cree que la creatividad es un producto del cerebro se equivoca. La creatividad es un producto del alma. 
Agustín quedó totalmente cortado ante las risas generales de todo El Grupo.
- ¡Vuelve a por otra, Agustín!. 
- No te me rías demasiado, Almudena, no te me rías demasiado. 
Hasta que el maestro Papadópulos "El Griego", tuvo que intervenir. 
- Escuchen. Quieran o no lo quieran reconocer y reconocer ciertas cosas es de sabios... ustedes son sólo productos...
- ¡Oiga, señor Papadópulos... que la Universidad no es un mercadillo!. ¡Yo no me considero un producto!. 
- Porque eres, como te ha dicho Gervasio, solamente un pedante. Un objeto pedante para que se entere de una vez por todas. La Universidad no es un mercadillo pero sí es una fábrica... y todo lo que sale bien hecho de una fábrica es siempre un producto. Los alumnos y las alumnas que estudian, desde la misma infancia y pasando por todas las categorías incluida la de universitarios y universitarias, son productos. Productos que saben pensar si lo han comprendido bien lo que quiero decir o productos que no saben pensar que, en ese caso, estoy de acuerdo con usted, señorito Agustín de que no son productos sino cosas... que son dos resultados bien diferentes. Aquel alumno o alumna que aprovecha los estudios se convierte en un producto valioso para la sociedad a la que pertenecen o pueden pertenecer a escala mundial... mas los que no saben aprovechar los estudios sólo son cosas más o menos inservibles para el futuro de este mundo actual. ¿Me ha entendido ya, señorito Agustín, o se lo aclaro de otra manera?. 
Agustín bajó la cabeza y se quedó callado. 
- No. No es cuestión de bajar la cabeza y quedarse callado sino de levantar la cabeza y ver el mundo para aprender sobre lo que se ve en el mundo y lo que se ve más allá del mundo. ¿Qué opinas Samuel?.
Samuel, que estaba concentrado en pensar en su Natalie, quedó sorprendido por la pregunta.
- ¿No me diga que estaba usted en fuera de juego?.
- No, señor Papadópulos... yo nunca caigo en el fuera de juego porque siempre juego desde atrás hacia adelante. 
- Pues entonces demuéstrelo. Crea usted un pensamiento genuino antes de que yo cuente diez. 
- Espere. ¡Ya lo tengo!. Entrar en el juego de la vida es saber desmarcarse de la amenaza de la muerte.
- Parece que le gusta mucho a usted el fútbol.
- Pues sí... ¿pero a qué es bueno y valioso el pensamiento, señor Papadópulos?.
- Con la rapidez con que lo ha dicho, que no me ha dejado ni empezar la cuenta de los deiz segundos, es excelente, Samuel. 
- Para eso soy futbolista de los buenos y no como este Agustín que sabe de fútbol todavía menos qiue de chavalas guapas. Porque si comparamos las chicas que salen con él y las chicas que salen conmigo es como comparar a Málaga con Malagón. 
De nuevo, ante las risas generales de todo El Grupo, excepto el ya enfadado Agustín, tuvo que intervenir el maestro. 
- Muy ingeniosa la comparación y espero que sea cierta, Samuel.
- Lo puedo demostrar con mi "curriculum ligae" comparado con su "curriculum enrollae" que este Agustín tiene mucho rollo pero pocos ligues de verdad. Y los que tiene... ¡Válgame Dios que monstruos!.
Ante las nuevas risotadas de todo El Grupo y el cada vez más enfadado Agustín, de nuevo tuvo que intervenir el maestro Papadópulos para imponer orden y seriedad en  el aula. 
- ¿Y qué dice usted ante esto, señorita Julita?.
- Yo... esto... estaba pensando que... sí... lleva razón Samuel...
- ¡Yo me voy de aquí porque no aguanto más a personas tan mediocres!.
- ¡Piense bien lo que hace, señorito Agustín... porque si sale por esa puerta queda usted totalmente eliminado del Curso y en vez de licenciado en Filosofía y Letras va a tener usted que hacer oposiciones para el Cuerpo de Bomberos, que ahora que hace tanto calor por lo menos es un oficio!. 
Agustín se lo pensó mejor y se quedó sentado en su banca.
- Terminamos hoy la clase citando un texto de este autor que estamos analizando. Me refiero un texto sobre la envidia. ¡A ver si lo encuentro entre mis documentos!. ¿Me parece que se titulaba "¿Qué es la envidia?". ¡A ver... a ver si lo he traído... porque como soy tan despistado quizás me lo haya dejado en casa!. 
Todos y todas quedaron a la expectativa.
- Mientras lo busco mediten en estas dos sencillas pero profundas reflexiones del autor que estamos estudiando y que son dos grandes verdades: "Es la envidia la que destruye el alma de los seres humanos..." y "No existe ninguna pelea cuando uno no lo desea...". Vean ustedes que en la primera frase es directo, muy directo, mientras en la segunda frase nos hace meditar; porque resulta que la envidia siempre termina en pelea si se hace caso al envidioso o la envidiosa. Bueno. El autor ha colocado tres puntos suspensivos en cada uno de estos pensamientos lo cual nos hace pensar que hay aternativas para curar la envidia o hay alternativas para huir de los que no se curan nunca de la envidia. Voy a seguir buscando a ver si encuentro el texto que estoy buscando.
- Eso es un redundancia... señor Papadópulos.
- Sé que es una redundancia, señor genio Agustín, pero a veces las redundancias sirven para proclamar que la verdad reside en repetir una y otra vez la misma conclusión: acercarse a la envidia es buscar la enfermedad de la envidia mientras que no acercarse a la envidia es buscar la sanación espiritual. Pero como usted, señorito, parece que olvida lo espiritual en su forma de vivir no se dé tan aludido como se está dando. Si no fuese usted tan envidioso sabría que la inteligencia no es lo más importante de un ser humano... sino que el sentimiento es superior a la inteligencia. Claro que hay dos clases de sentimientos: los de la maldad y los de la bondad. Así que siempre es necesario que, en esta vida, elijamos uno delos dos caminos... porque no hay otra alternativa ya que, como señala este autor que estamos estudiando en otro de sus textos, la vida es, al fin y al cabo, sólo una existencia binaria. Sí o No. No hay otra alternativa cuando estamos tratando de saber qué es la Existencia, para qué sirve nuestra Existencia y qué encotramos al final de nuestra Exitencia: la Nada o la Eternidad. No lo digo yo. Lo dice él en sus textos. Pero voy a seguir buscando el que nos interesa ahora como punto final de la clase de hoy. ¡Ha habido suerte!. No he traído sólo el texto de "¿Qué es la envidia" sino también otro anexo que se titula "Cómo prevenir la envidia". Vamos adelante con el final de la clase de hoy: "Uno de los problemas emocionales más frecuentes, la envidia, suele definirse como la tristeza por el bien ajeno; un sentimiento desagradable que se produce al percibir en otro u otros algo que se desea y que dificulta el desarrollo del que lo sufre y sus relaciones con los demás. Se mezclan emociones de naturaleza contradictoria, como por ejemplo, el deseo de tener lo que otro u otros tienen, la admiración por lo que otro u otros han conseguido, el dolor por no tenerlo, la indignación por considerar injusta la diferencia que se observa o la incertidumbre por no entender a qué se deben las diferencias que producen la envidia. La envidia se produce como consecuencia de dos tendencias que llevan al envidioso a desear lo que no tiene y a compararse con los demás. La naturaleza destructiva de la envidia, que permite diferenciarla de la envidia sana, se refleja en que la primera origina malestar emocional, sentimiento que en lugar de ayudar a superarla dificulta tremendamente esa superación. El envidioso es incapaz de ponerse en el lugar del envidiado o los envidiados, para poder comprender su situación. El envidioso no sabe lo que es la empatía. ¿Qué significa sentir empatía hacia alguien?. Significa sentir lo que siente el otro o los otros. Y es la base de la comprensión y la solidaridad. La envidia origina una serie de reacciones negativas y unos trastornos mentales que pueden hacer que el envidioso se aísle de los demás y tenga serias dificultades para relacionarse adecuadamente. Entre los valores más envidiados suelen encontrarse el prestigio, el reconocimiento público, el estatus ocupacional, el éxito, el dinero, el poder o los símbolos espirituales y las posesiones materiales. La envidia es una grave enfermedad psicológica que no deja vivir al envidioso que intenta no dejar, por eso, vivir a los demás. Para lograr desprenderse de la envidia, sobre todo a ciertas edades ya avanzadas, es necesario acudir a la asesoría de los psicólogos o a centros de prevención de salud especializados en trastornos mentales". ¿Qué les ha parecido?.
Silencio absoluto. 
- Entonces continúo con el segundo texto y damos por finalizada la clase de hoy. Espero que, al menos, algunos de ustedes, caballeros y señoritas se lleven a sus casas algo más que simples chistes sobre estas cuestiones hoy estdiadas y no las olviden: "La envidia es consecuencia de dos procesos psicológicos necesarios para el desarrollo de los seres humanos: el deseo y la comparación. Para prevenir la envidia no se pueden suprimir dichos procesos, sino que deben controlarse sus efectos. El envidioso es un enfermo mental que no consigue mantener ese equilibrio. Para que los dos procesos mencionados produzcan una lucidez sana, es necesario desarrollar habilidades que ayuden a comprender lo que se siente y por qué se siente, convertir el malestar emocional producido por la envidia en un motor para conseguir lo que uno desea tener, y controlar la hostilidad que dicha situación de envidia puede generar, evitando que se deterioren las relaciones con los demás. El envidioso que quiere curarse de esa enfermedad (como ocurre con todas las enfermedades mentales) debe ser consciente, primeramente, de que es una enfermedad que puede curarse sólo cuando él asume que la padece. El problema inicial, por tanto, es que el envidioso quiera dejar de serlo. La envidia es incompatible con la empatía, que desempeña un papel importante en el desarrollo sano de la personalidad humana para la comprensión de uno mismo y de los demás. Para prevenir la envidia es importante tratar de estimular la empatía y, a través de ella, la capacidad para ponerse en el lugar del otro o de los otros. La envidia se produce siempre en situaciones vividas como una amenaza. El envidioso cree que todos los demás son sus enemigos. Por eso, para prevenir la envidia es preciso favorecer la confianza básica en uno mismo (el envidioso siempre es un ser con baja autoestima y con complejo de inferioridad) y con los demás (el envidioso nunca acepta los éxitos de los otros). Es necesario, para curarse de la envidia, desarrollar expectativas y modelos positivos sobre las relaciones sociales ya que el envidioso siempre está dispuesto a rechazar dichas buenas relaciones y suele recurrir a los insultos porque carece de fundamentos para entender que los demás no tienen la culpa de su enfermedad. Por eso, una de las terapias que usan los psicólogos para curar al envidioso, es trabajar con él para que pueda adquirir habilidades con las que poder responder beneficiosamente a su tensión emocional (porque el envidioso no puede vivir en paz ya que siempre está en alteración nerviosa y eso afecta a su espíritu y le hace un ser amargado). La envidia es incluso más dañina que los celos (envidiosos y celosos están incluidos en cuadros psiquiátricos muy parecidos). Uno de los mejores remedios contra la envidia es aprender a afrontar las situaciones de éxito y de fracaso siempre con optimismo, centrando la atención en los aspectos positivos de la realidad. La envidia se produce casi siempre hacia personas que ocupan posiciones superiores dentro de una relativa cercanía (porque el envidioso se enferma al querer competir contra los demás). Cuando se establecen relaciones de cierta igualdad los envidiosos, al no tener éxito en sus ansiedades, convierten esa igualdad en una desigualdad (asimétrica) y pasan a ocupar una posición de inferioridad (de ahí sus complejos) que no aceptan aunque sea evidente. Por eso, para prevenir la envidia es preciso establecer desde la infancia relaciones adecuadas con los iguales. El problema de la envidia es que si no se la vence en la infancia después amarga la existencia de quien la sufre y cuando más avanza la edad más daña la mente y el cerebro. Por eso es una enfermedad del alma y de la mente. Para prevenir la envidia se debe aprender a relativizar las diferencias sociales (los envidiosos sólo absolutizan todo y no saben relativizar la vida) y adquirir habilidades para elegir adecuadamente con quién, cómo y cuándo compararse, para evitar que dicha comparación tenga efectos destructivos y evitar convertirse en un humano con sentimiento de inferioridad. Insisto en que cuando la envidia ya está muy Uno de los mejores remedios contra la envidia es aprender a afrontar las situaciones de éxito y de fracaso siempre con optimismo, centrando la atención en los aspectos positivos de la realidad. La envidia se produce casi siempre hacia personas que ocupan posiciones superiores dentro de una relativa cercanía (porque el envidioso se enferma al querer competir contra los demás). Cuando se establecen relaciones de cierta igualdad los envidiosos, al no tener éxito en sus ansiedades, convierten esa igualdad en una desigualdad (asimétrica) y pasan a ocupar una posición de inferioridad (de ahí sus complejos) que no aceptan aunque sea evidente. Por eso, para prevenir la envidia es preciso establecer desde la infancia relaciones adecuadas con los iguales. El problema de la envidia es que si no se la vence en la infancia después amarga la existencia de quien la sufre y cuando más avanza la edad más daña la mente y el cerebro. Por eso es una enfermedad del alma y de la mente. Para prevenir la envidia se debe aprender a relativizar las diferencias sociales (los envidiosos sólo absolutizan todo y no saben relativizar la vida) y adquirir habilidades para elegir adecuadamente con quién, cómo y cuándo compararse, para evitar que dicha comparación tenga efectos destructivos y evitar convertirse en un humano con sentimiento de inferioridad. Insisto en que cuando la envidia ya está muy desarrollada (por ejemplo en hombres que han superado los 50 años de edad) es necesario ponerse en manos de expertos psicólogos o acudir a centros especializados en salud mental. La envidia es curable pero sólo cuando el envidioso es consciente de que padece de esa enfermedad". Si son originales del autor o son opiniones del autor mezcladas con otros textos que ha leído, las dos maneras son válidas o vlaiosas para haber aprendido hoy algo muy importante además de interesante a la hora de frilosofar sobre cuestiones vitales de real importancia". Y como no quiero que se me vayan a casa amargados por pensar en temas tan serios, terminamos ya con un pensamiento totalmente genuino de nuestro autor del día de hoy, en el cual tiene la suficiente habilidad y conocimiento para ponerse en la piel de una mujer por aquello de la empatía con el género distinto pero no opuesto: "Mi abuelita Lucy me lo recitaba continuamente cuando yo era pequeña. Paty me decía "nunca seas envidiosa porque no hay peor ser humano que aquel que tiene envidia de los demás" y me recitaba el famoso refrán de "Si la envidia fuese tiña cuantos tiñosos habría". Hice caso a mi abuelita y siempre fui feliz y ahora, a mis 35 años de edad, sé la historia de un pobre hombre; un ser infeliz que vive atormentado por la envidia; el "diablo cojuelo" lo llamo yo. Amargado porque nunca logró ser un gran escritor ya que cuando quería escribir cocadas de huevo solo le salían huevadas de coco sé que anda metido en todas las páginas de Internet que caen en sus manos y se le nota una envidia enorme. Sé que por las noches llora de amargura y que toma ajenjos y asbestos para olvidar y se emborracha y no hace más que envidiar y envidiar. Ni duerme el "pobre diablo"... así que amigos y amigas no caigáis nunca en esa cojuda manía de la envidia porque no podréis vivir en paz. Una cosa es harto notoria, que al envidioso nadie le envidia (nadie le hace ni caso) mientras el envidioso es un "pobre compadrito chismoso" que tiene envidia de todos los que son felices en el mundo. !Qué pena da verle y qué pena da leerle!.
Papadópulos dio por terminada la clase cuando ya era la una en punto de la tarde y todos salieron, despacio y en silencio, hacia sus hogares. 
En esa misma hora, la una de la tarde, Demetrio estaba pegando en la pared principal del Bar "Dulcinea" el cartel taurino previsto para el día 14 de mayo de 2010 en Mijas. Rezaba así el cartel: "Plaza de Toros de Mijas - 14 de mayo de 2010 - 6 Toros de la Ganaderia Miura para los matadores "Espaldares", "Franquillo" y "Carrillín". Horario: 17:00. Venta de Entradas en la misma Plaza o en el Bar "Dulcinea".
En el bar, donde ahora estaba ausente su propietario Don Mariano, el camarero Demetrio estaba en plena cháchara con Don Antonio, el cura Don Ramón, Benito y Fifiriche que se encontraban sentados ante la barra. Un poco más alejados de ellos estaba Andrés, que seguía realizando sus esfuerzos por descubrir al personaje que mandaba ramos de flores todos los días a Doña Inés y, aunque el quisiera negárselo a sí mismo, todavía estaba dolido porque ella hubiese preferido empezar a amar a un extraño o a una ezxtraña antes que a él. Pero entendía el razonamiento expuesto por Doña Inés. Ahora sólo estaba dándose tiempo para organizar sus ideas mientras escuchaba la conversación de los otros cinco personajes.
- ¡Conozco de sobra toda la trayectoria de esos dos grandes matadores llamados "Espaldares" y "Franquillo" pero ese tal "Carrillín" quien es para alternar con las dos máximas figuras del toreo actual!.
- Pues yo sólo sé que cuando me dieron el cartel para ponerlo en la pared me afirmaron que era un novillero tan destacable que se había decidido tomar la alternativa aquí en Mijas como matador de toros, o sea, que tiene madera de torero pero de los grandes. 
- ¡Pero Demetrio, como va a ser un gran torero con ese nombre de "Carrillín" que suena a bebé recién salido del destete!.
- A ti lo que te sucede, Benito, es que no sólo eres un envidioso de Don Antonio por las dos mujeres que tiene...
- Un momento, Fifiriche, di mejor que tenía porque a la Inés ya la he perdido para siempre.
- Pero almenos tiene a "La Paca" que jamás podriá soñar ese Benito con tener a una  mujer así. A este Benito la envidia le reconcome el alma... pero el alma entera por no haber tenido nunca a una mujer como la Inés.
-¿Quieren  dejer ustedes de hablar de mujeres porque al final voy a tener que repartir ostias antes de tiempo?. ¡Sigamos hablando de toros caballeros!
- ¡Don Ramón... a usted nadie le ha mandado meter la vela en esta misa... usted dedíquese a sus misas y va que chuta!. 
- ¡Benito!. ¡¡Deslenguado, envidioso, patán, primate!!.
- ¡Vaya lengua para ser usted un cura!.
- Bueno... haya la paz en este bar o les tendré que echar a todos.
- ¡Don Mariano, que sorpresa verle ya por aquí!. ¿Nos puede explicar a todos los aquí existentes, de dónde ha salido este tal "Carrillín"?.
- No tengo ni la más remota idea de quién es. 
Para disiparse de sus negros pensamientos y sus pesares por no haber solucionado todavía el caso de las flores y por el dolor que le produjo el rechazo de Inés, Andrés terció en la conversación.
- Caballeros, ¿me permiten ustedes un par de palabras para explicarles quién es "Carrillín"?. Porque muchos creen que es el hijo de aquel antiguo y ya superjubilado novillero gijonés llamado de apodo "Carrillo" porque había sido, antes que novillerto, un vendedor de helados en Torremolinos, de esos vendedores ambulantes que van con su carrillo, todo el verano por nuestra Costa del Sol para hacer su agosto. Pues no. Este "Carrillín" no es hijo ni nieto ni tan siquiera sobrino de "Carrillo" que por cierto tenía siempre la cara más roja que un pimiento morrón y le echaba mucho morro cuando, en realidad, sólo era un novillero medicore y bastante vulgar. Que mucho hablaba de toros pero maleta era un verdadero maleta, tan plomífero que daba modorra verle con los novillos. Era más pesado que una vaca en brazos. Se queria parecer a El Viti y sólo era un aprendiz de novillos nada más. Este "Carrillín" si es un torero de valor, valentía y coraje; de esos que no se esconden detrás de los burladoeros cuando los vienen dando la mala, como por cierto hacía el tal "Carrillo". No, señores, este "Carrillín" procede de Badajoz, señor Benito... y me importa un pito que sea usted de Don Benito o no sea usted de Don Benito... pero afirmo que usted es sólo un envidioso nada más. ¿Usted torero?. ¡Usted a lo sumo ha llegado a ser titiritero delante de las vacas pero delante de un toro se jiña a la pata abajo nada más verle salir del toril... así que no habla mal de quien no conoce. Porque "Carrillín" vale más como torero y como hombre que cien como usted. 
- ¡Por favor Don Andrés, reténgase un poco que se arma aqui la marimorena.
- ¡Don Mariano, usted lo ha dicho!. Esos cuatro tipos tan rastreros y lo digo por Don Antonio el cacique, Don Ramón el cura, Benito el destripaterrones y "Fifiriche" el pelota, son sólo piltrafas que están deseando que venga aquí alguna María morena para armar la marimorena como usted dice. Y me refiero a María, la esposa de Marcelino "El Olivos". Así que ya ve que jarca de hombrecillos envidiosos y machistas tenemos hoy aquí.
Todos quedaron en silencio, dieron sus últimos tragos y salieron del Bar "Dulcinea" a toda velocidad. 
- Pero ¿qué has hecho, Andrés, que me has espantado a todos los parroquianos?.
- ¿Cuánto supone que ha perdido usted en dinero 
- Por los menos 50 euros.
- Pues tome usted el doble que hoy estoy quemado de verdad por culpa de estos empedernidos machistas.
- Doña Inés... ¿es cierto que todos los hombres machistas son también donjuanes?.
Doña Inés sonrió ante la inocencia de Clarisa...
- No, Clarisa. Te lo voy a explicar de forma muy sencilla. Todos los donjuanes son machistas pero no todos los machistas son donajuanes. Sobre el machismo también tengo yo guardados unos cuantos textos en mi caja de caudales. ¡Vamos a ver si no me los ha robado nadie!. ¡Vamos a leer otro poco sobre hombres que no merecen la pena porque  el machismo siempre es una violencia de género contra las mujeres aunque no sean donjuanes. ¡Veamos si encuentro dichos textos!. ¡Mirad aquí hay uno titulado  "Cuando el micrófono sufre junto a mí". Sí habla del machismo y sus peores consecuencias: "Compis del Vorem. Amigos y amigas de esta simbiótica anhelancia de sentires colgados en las encinas del aire... ahora estoy embarcado así, de pronto, de imprevisto, tan inesperadamente como la llegada de la primavera, como el caliente sol que la desplaza, como las lentas caídas de las hojas del otoño y como los gélidos sufrires invernales, en un programa radiofónico. Y yo tomo el micrófono y lanzo proclamas al viento de las ondas mientras al otro lado, un mogollón de gentes escuchan. Y siento el latir de sus voces cuando hablan conmigo. ¿Hay lugares para la esperanza donde cobijar al niño de la calle que duerme en un soportal o a la mujer golpeada y abandonada por el estúpido machismo hemisferial, o para el hambre de muchos versus la opulencia de unos pocos?. Me pregunto continuamente mientras les intento consolar con mil y unas palabras que se agotan... que se hieren de nostalgia y de sinceridad... que calan en lo hondo de los escuchas... pero el abandono, el maltrato y el hambre siguen ahí. Y se introducen en mis células cerebrales mientras hago esfuerzos para no llorar... Entonces él, mi amigo de metal, sufre conmigo. "No fallezcas Diesel que yo te acompañaré todos los instantes de este sufrimiento". Y entonces siento sus vibraciones, las vibraciones de mi querido micro, entrar por el diafragma y ocupar un amplio espacio en las cavidades de mi corazón. Y siento ánimos para intentar hacerles sonreir a los que sufren, a los que mueren de inanición, a los que me llaman pidiendo un poco de compañía. Y les pongo un retazo de músicas entrañables que me hacen de nuevo tener ganas de llorar... Y él, mi amigo de forma de alcachofa, se transforma en colega, camarada, compañero... y me alienta. Noto sus efluvios llegar a las cesuras de mi cerebro y le tomo un enorme cariño. Hay micrófonos especiales, muy especiales, tan especiales que es necesario ponerles nombre propio. Al mío, al que sufre y rie y llora y siente nostalgias y se columpia en el centro de todas mis emociones lo llamo Camborio. Camborio de metal con un corazón hecho de sangre... siempre a mi lado combatiendo al nefasto machismo hemisferial y sus hirientes consecuencias". ¡Y escuchad este otro todavía más directo contra el machismo. Por su título ya lo podéis imaginar, "Así "hablan" las bestias". ¡Es enormemente valiente este periodista amigas del alma!. Dice así: "El animal entra en el vagón de metro, observa ligeramente que nadie le observa (valga la redundancia) y con premeditación, alevosía y cobardemente creyendo que nadie le ve, lanza la tremenda coz (zapatazo brutal) a la cara de la joven de solo 16 años que viaja tranquilamente, sola y sin defensa alguna, creyendo en la paz de los seres humanos, sin darse cuenta de que ha entrado el animal. Racismo. Machismo. Xenofobia. Fascismo a lo bruto. Así hablan las bestias... y no es necesario más palabras salvo que si fuese yo Niesztche hoy tendría argumento suficiente para escribir "Así habló Za(pato)ratustra". Y para finalizar os tengo preparada una gran sorpresa que, Gracias a Dios, no me la han robado y permanece también aquí. ¡Esta sí que va de lleno ya contra todo tipo de machismo!. Es algo largo pero merece la pena escuchar lo que escribe este valiente y generoso periodista declarado antimachista total. Se titula, nada más y nada menos, que "La prostitución de los sentimeintos". Escuchad atentas, escuchad: Preámbulo: En una era histórica dominada absolutamente por la "imagen", el ejercicio de la reflexión intelectual está siendo cada vez más estrecho. Se empobrece la cultura. Se achica el corazón. Se destruye el sentimiento... Ya no es noticia saber de jóvenes hundidos en la droga y el alcohol, ni de jóvenes que circulan vertiginosamente por las "autopistas" del sexo con "la marcha" metida a fondo y "el motor" a las máximas revoluciones por minuto. Tampoco es noticia ya el conocer de jóvenes que amaron y fueron seducidas, violadas, embarazadas, abandonadas tras haber vivido lo que ellas creyeron un maravilloso amor... Primera Historia.Nunca volverá a volar. Mayo del 82. "Gaviota" está en un hospital psiquiátrico de Madrid. Los amigos y compañeros de antaño hemos ido a visitarla. "Gaviota" ya no es gaviota. Quizás hasta ya no sea ni el recuerdo de gaviota.... porque nunca más volará... En 1972 era la más alegre y juvenil de la Facultad de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid. Todos estábamos enamorados de "Gaviota"; pero un día llegó más contenta que nunca y supimos que estaba enamorada... de Gunther. Aquel nórdico procedía de la comuna "hippy" de Cristianía (sur de Noruega). Yo vi a "Gaviota" más feliz que nunca y, aunque le narré todo lo que sabía de aquella comuna (alcohol, drogas, celos, riñas, navajas, pistolas y muertes), ella ni tan siquiera oyó... Sólo era una chiquilla de 17 años enamorada de un "ideal" de 36... Y entonces llegó el viaje sorpresa a Londres y con él consecuencias... Gunther huyó de la vida de "Gaviota" sin tan siquiera tener la hombría de decirle adiós... El saldo de esta experiencia: Un aborto. Tras la depresión (normal y perenne en las abortivas por "obligación") apareció Roberto. Argentino. Bohemio. Pintor. Nada excepcional salvo que "usaba" longas barbas estilo "maharashi", hablaba de filosofía hindú (pacifismo "gandhi" incluido). Vivían en un precioso chalet de un lindo pueblito de casas blancas, en las cercanías de la capital. Roberto gordo. "Gaviota" flaquísima. Roberto alegre. "Gaviota" triste. Roberto locuaz filósofo del amor. "Gaviota" nada... Nada y, sobre todo, silencio... Hoy, "Gaviota " está en un hospital psiquiátrico de Madrid. "Gaviota" ya no es gaviota. Quizás hasta no sea ni el recuerdo de gaviota... porque nunca volverá a volar...Segunda Historia. El ozono no soporta más.- "Xaite" es una compañera de trabajo en la entidad bancaria. Tras caer en brazos de dos o tres "angelitos" tipo "bosé"... tiene que pedir el traslado a la ciudad de Zaragoza. ¿Qué pasó con "Xaite"?. Únicamente que, perteneciendo a una "buena familia" de la alta "saciedad", huye ahora del acoso burlesco de las ironías de "los de su clase" (como ella siempre se ufanó en publicar) y huye ahora del dedo cruel de los "muy serios" de la oficina. "Xaite" huye porque no puede soportar. Los "angelitos" tipo "bosé" pululan por entre los pasillos y, en las horas del relax, sonríen para mostrar sus blancas dentaduras de blanco "pedigree" mientras sujetan la taza de café con los deditos colocados como les ha enseñado "su miguel". Son los chicos "chic" de la oficina. Son los chicos "in" de la oficina. Son los chicos "guay" de la oficina. Muy conocidos por todos y por todas... porque, al fin y al cabo, ellos dicen: "que más da el sexo si el amor es puro". Muy conocidos. No lo disimulan. "Xaite " los conoce, por ejemplo, muy bien. Pero ahora vive a más de 300 kilómetros de la capital y se siente desterrada... por "curpa" de una pasión. No he mantenido nunca amistad con "Xaite" pero siempre respeté la dignidad de los compañeros y compañeras. "Xaite" es compañera. "Xaite" es mujer. No importa su orgullo ni su vanidad. Lo que me agobia es la atmósfera de este estúpido machismo que huele a huevos podridos y que cubre los cinco continentes de la Tierra. Con razón la capa de ozono ya no soporta más...Y Tercera Historia. Las píldoras de "Virgim".- "Virgim" (linda emigrante ecuatoriana) ha sido engañada por un "rubio de Oklahoma" que prometió matrimonio hasta el momento en que la "conoció" del todo (como se dice hoy entre la juventud para conocernos bien), y salió de la vida de ella como el "rápido de Kansas" (porque estaba casado con una tal Katy, allá en los USA...). Y la ingenua "Virgim" (linda ecuatoriana a quien muchos quieren de verdad) vuelve a la "Discoteca Topless" para hallar su "sueño dorado". Esta vez es un "rubio de Sidney" quien, de nuevo, repite el mismo experimento con "Virgim". Promesa de boda si... Ella dice sí. Se levantan a la mañana siguiente.... y el "rubio" resulta que no era sidneyano sino "camberrano". Sin embargo no es broma. Pasó hace 5 años... El año pasado (1995), visité Madrid y encontré a "Virgim". Es desesperante hablar con "Virgim".... sencillamente porque es imposible hablar con ella. Conversa sin hilvanar frases coherentes. Tan pronto llora (sin saber por qué) como ríe (sin tener motivos). "Virgim" es ya una treintañera pero aún mantiene algo de su belleza juvenil aunque se debate entre la neurastenia y la psicosis con anfetaminas, en el afán de encontrar un "rubio" con quien celebrar boda...Conclusión: ¿Culpables?.- Ellas no. Ella sólo ignoran que son las víctimas de la prostitución de los sentimientos. Ignoran que prostituir es depauperar, hasta el grado máximo, lo que por sí mismo sólo es limpia naturalidad. E ignoran que prostituir los sentimientos es degradar la condición de lo noble y lo sublime hasta convertirlo en manifestación de vacuidad. En un vacío... ¿Culpables?. Sí. Los hay. Partiendo de la base de que el mundo actual es multidisciplinar y, a causa de la superintercomunicación mundial, los análisis ya no son simples, sino complejos, es necesario señalar como culpables: al ingenuo vivir de iluso sentimiento en iluso sentimiento (intercambiando "amores explosivos" como se comercian baratijas en un mercadillo de "ocasión"); al falso empeño de vivir de autoengaño en autoengaño (hasta destruir la capacidad de nuestra autoestima personal y acabar siendo el objeto que de mano en mano va y ninguno se lo queda); a los falsos profetas del "amor libre" (siempre que sea el otro o la otra el esclavo y la esclava y no yo); a los hipócritas pacifistas del "haz el amor y no la guerra" (siempre que sea el otro o la otra quien rinda sus armas mientras yo sigo llevando la canana bien repleta de munición); a tantos "intelectuales" de la posmodernidad, depredadores de la familia (ellos dicen que el hogar es un infierno), depredadores de la espiritualidad (ellos se autoproclaman los dioses sustitutos de un Dios que ellos dicen que no existe) y depredadores del amor noble (detestan el romanticismo porque aman sólo el rock de la "Edad de los Metales" y el sonido "undergruñido"... al que llaman, debido a su carencia musical, "underground" que es más moderno de pronunciar y disimula bastante...). Y !cómo no! culpables son los numerosos "donjuannadies" de la "nada nada más", los ilustres catedráticos de las "universidades del relax" (doctores en Simulación Lingüística" y otras materias) y los ampulosos "ganadores" (algunos de ellos también ganaderos) de la Alta Sociedad S. L. y las existosas "liberadas" (algunas de ellas hasta leen libros) del querido de Mercedes... (Benz). Addenda Final: "Dos mujeres (o tres o cuatro o vaya usted a saber cuántas más) y "Un camino" (o dos avenidas o tres parques o no sé cuántas playas del amor) tienen la culpa".
Las tres mujeres quedaron pensativas y fue Doña Inés quién rompió el silencio.
- ¡Venga!. ¡Vamos adelante con decisión!. ¡Ha llegado la hora de almorzar con liberación total del machismo!. Así que de primer plato, Clarisa, prepara hoy unos buenos huevos revueltos con salsa a lo bechamel, y después nos sirve un buen pollo frito relleno de nabos de color parduzo y de postres huevos de pascua rellenos de chocolate. Para beber, hoy, simplemente agua que es la dieta que tendría que tener más de un machista que conozco yo; por ejemplo mi ya olvidado Antonio.
- ¡¡¡Jajajajaja!!!
Explotaron de risa Clara y Clarisa.
Página 1 / 1
Foto del autor Jos Orero De Julin
Textos Publicados: 7132
Miembro desde: Jun 29, 2009
0 Comentarios 677 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Novela de ficcin con varios asuntos de la vida real.

Palabras Clave: Literatura Novela Ficcin Realidades Conciencia Conocimiento Cristianismo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy