Fue la noche del sábado,
con grillos arrabaleros,
antes de empilcharse el guapo,
pensó en su faca primero...
Era noche de milonga,
y fué a buscar su percanta,
pa´sacarle brillo al piso,
a la hora de la  bailanta...
Se miró como en espejo,
en sus negros charolados,
bien peinado a la gomina,
con negro saco cruzado.
Pa´tirar humo se paró,
y apoyado, en el farol,
chamuyó de lo más lindo,
a cuanta guaina se cruzó,
tiró el pucho sin mirarlo,
aprontó su paso largo,
se acomodó, el revólver,
en el bolsillo del saco.
Estaba fresca la noche,
para engrupir unos cuantos...
Como el tiempo le sobraba,
se fué a la casa e' el ñato.
Orejeó unos cartones,
con el estaba la esquiva,
con las flores prometidas,
ganó pronto la partida,
se hubiera ido con el pozo,
pero pa' darles revancha,
meta risa y alabanzas,
comenzó a tallar las cartas...
Envido, dijo el moreno,
faltaenvido, subió Flores,
treinta y dos dijo el moreno,
y treinta y tres, son mejores...
El moreno, enfureció,
peló el facón enseguida,
por unas copas y bastos,
se iban jugando la vida...
Y sabe como es la cosa,
que como un tango termina,
Flores es ducho en el tema,
el cuchillo es su comida...
El moreno hace cabriolas,
mientras suma las heridas,
está, hecho un amasijo,
mas la furia, lo domina...
Antes que cante, el gallo,
uno pasó a mejor vida,
y el otro con suma frialdad,
vendó en su mano la herida.
A lo lejos bandoneón,
musicaliza la vida,
le pone ritmo a la muerte,
le da cadencia a la vida...
El baile en la boca e'tigre,
florece como una herida,
y el guapo con su percanta,
bailan hasta el nuevo día...