Para recordar lo que tengo,
y no lo que me falta,
llevo escrita en el alma
la palabra "libertad".
Inmensa, clara, imborrable,
como no podía ser de otra manera,
a fuego grabada queda,
cual seña de identidad.
Para recordar lo que tengo,
y no lo que me falta,
me basta el sagrado templo
que alto se levanta
en el centro de este pecho,
donde habita lo eterno
y palpita la esperanza.
No hay más patria
que aquella que te llama
y despierta dentro,
ajena a las circunstancias
y siempre cercana.
Y digo que nada tengo
que no sea tan nuestro,
como nuestros son los versos
y nuestra la palabra.
G.S.A.