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El loco que vive en mí...

Publicado en Oct 08, 2010

Se repite como un disco rayado que muchos de nosotros atentamos contra los valores de la familia. Muchos grupos, políticos, religiosos y laicos, se oponen a la adopción por las parejas del mismo sexo, al estudio en las escuelas de la perspectiva de géneros y a la revisión de nuestro código civil en Puerto Rico para poder incluir las uniones de hechos.

    Estos discursos de odio, misoginia y homofobia proclamados por los grupos mayormente fundamentalistas evidencian la distorsión que ellos pretender crear.

    Pretenden seguir sacándole provecho moral al pánico que ellos han sembrado y seguir lucrándose del diezmo que malamente han administrado. Para hablar de moral hay que vivir la moral.

    Es por eso que utilizo mi verbo encendido como fusil. lucho por los derechos, el respeto y la dignidad de todos los seres humanos sin excluir a nadie.

   ¡Ya basta de exclusiones!

   Y si hablamos de moral comencemos a entenderla sin excluir o incluir a alguien….

EL loco que vive en mi

Ellos me dicen…
Me dicen que estoy loco
porque hablo a los cuatro vientos
de lo que soy;
de este amor tan diferente,
sin importarme la crítica de la gente
y los feroces juicios de los otros…

Me dicen que sueños con pájaros preñados.
Que todo lo he arriesgado.
Mis hijos, mi esposa y mi familia…
Por llevar una vida frágil a su lado…

Me dicen que esta relación
es un pecado;
que estoy viviendo
en Sodoma o en Gomorra
o que se yo,
en un lugar nada sagrado…

Me llaman de mil formas:
marica, maricón y hasta pato.

Y sobre todo, que soy un aberrado.

¡No me importa!

Porque entre sus brazos varoniles
y el inmenso amor que me ha dado
me siento libre y desahogado.

¡Qué me importa la iglesia y su condena!
¡Qué me importa la familia y la herencia!

Ya no me duele si esta sociedad
me fusila, me ahorca o me quema…

Sí soy un loco...

Sí, somos dos hombres locos…

No hay otra manera en definir esta entrega…
Sí, dos locos hombres que rompen sus cadenas…
Sí, dos hombres que al mundo se enfrentan…

¡Bendito todos las mujeres y los hombres locos
que van desafiando los convencionalismos,
los dogmas y las reglas!

Al final, no habrá fronteras…

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