¿ Qué mató nuestro amor?
Publicado en Oct 03, 2010
Vos, la conoces. Piensas que la fortuna te ha sonreído, Inventas mil historias, solo para verla reírse. Pasas una hora cambiándote, para verte atractivo. Inventas mil excusas, para no dejarla irse. Hasta que un buen día, un sábado o domingo, Te dices que ya es hora. Quieres el compromiso. Tomas todo el coraje y marchas a casa de la joven, Ella acepta feliz, porque ella, siempre lo quiso. La joven llora, y además, se sonroja y tiembla. En la iglesia, es más fácil cuando ella, al fin acepta. Ahora la vida será menos penosa, piensas, Y miras el futuro lejano, como a una promesa. Ahora pasaron los años, rápido o lentamente, Ella, ya no es la misma, ha perdido su silueta. Vos no sos el mismo, estas calvo y tienes barriga, Ella, también envejeció y ya no es tan coqueta. Ahora no llegas ansioso, esperando verla. Ahora, llegas cansado y pesadamente te acuestas, Si te habla le respondes, monosílabos, si o no, Que no son, en realidad, respuestas. Ahora, esquivas la noche del amor, El sexo, es obligación y hasta martirio. Al marcharte, no la besas en los labios, Te marchas, haciéndote el distraído. Y una mañana cualquiera, de miércoles, Te das cuenta, que son dos desconocidos. ¿Que sabes de esa persona que duerme, Que ronca con la boca abierta? Dime amigo... El amor, yace en los cuentos de hadas, Los cuales no tienes, pues no tienes hijos... Y que suerte no tenerlos, mitiga el dolor De saber que, en síntesis, estás jodido. Ya pasarán las horas, los días, los líos, Ella seguirá ahí, no tuvo el valor de haberse ido. Que dirán los demás de la familia tuya, Que dirán ahora...de vos, de ella, los amigos. Llegas de tu trabajo y la llamas a tu lado, Sentados en la mesa, dos íntimos desconocidos. Se miran a los ojos, que algo familiar tienen, Un rasgo, un gesto, tal vez, acaso un brillo. Y deciden la vida, la suyas, las de ambos, Se reparten los bienes, como grandes amigos. Se mienten extrañarse, llamarse o escribirse, Y se marchan los dos, con rumbos desconocidos. El por las dudas, toma el celu y tira el chip, Ella por las dudas, borra su correo conocido, El, por las dudas, mira un poco hacia atrás, Ella, por las dudas, también hace lo mismo. Se encuentran las miradas, y piensan, tal vez... Si el me hubiese hablado, no sería lo mismo, El, piensa...y si...pero no, ella no me hablará, De todas formas, ya no tiene ningún sentido. En la casa vacía, solo se oye el silencio. El silencio que llena, la biblioteca vacía, ¿Qué mató la pareja? El aburrimiento mutuo, La fría imbecilidad y la cruel monotonía...
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