El viejo cuento como calesita
de sueños,
hombres crecidos que pelearon
por injustas derivas,
lejos de las voces de los padres
haciendo lo posible.
Labrarse un porvenir a pesar
de la sangre que al fin correría
pintando calles y diagonales.
Victorias a medias, estandartes.
Dejar constancia Boccanera
entre blasfemias y una mujer
de buenos muslos.
Herencia de este presente
donde florecen propuestas
pese a los cardos de siempre.
¿Será que habrá otra siembra
de renovado septiembre?.
Certezas, signos que suenan,
lugares para ocupar.