Me haces tanta falta
en mis horas atrasadas
en mis dolores
y en mi cama
me haces tanta falta
en el insomnio
y la claridad de la mañana
que descubre un ayer
tan falto de palabras.

Me haces falta en mi cabeza
y mi garganta
me haces falta en el camino
y en el agua
tengo sed
de ya no decir nada.

En este punto donde
ya no existen musas
que pasar por tinta,
ni locura que no haya
sido escrita,
entiendo que la inspiración
no es una puta que se le pueda
comprar ni dejar a la deriva...