Huecos por donde espío
pasar estos años huecos.
Huecas sus palabras que
alentaron esperanzas.
Vida hueca te ríes
de las desgracias,
del tropel o la manada
que furibunda desboca
por la tarde gris,
pisoteando andenes,
murmurando por los hijos
de un futuro a la deriva,
masticando rabia,
ascensos que nunca llegan,
protestas de barricada.
Huecos del frío del tren,
culpables piedrazos de
la negrada,
las corbatas que se anudan
y protestan,
chocolates, biblias falsas
y un gaitero felíz que
atrapa.
Hueca soledad de la mirada,
anciana perdida entre el
culto al blackberry o el
iphone que arrasa,
despues parejitas del
brazo creciendo,
ciudad demoliendo quimeras,
borrachos durmiendo escaleras
abajo,
andrajos de un mundo que
mira al costado sin ver
que a su lado
el río se inquieta y siempre
suena,
castiga inundando,
llorando penas,
hermanos del cielo
drogados de espanto
y el tiempo tirano sepulta
la historia.
Huecos llegando a destino
en sus barrios,
quizas un guisito o
vianda del freezer,
al fin en casita,
caja boba, hijos, tarea,
mujer de fierro,
bruja embustera.
Huecos donde vivimos
tan huecos que nos acechan,
nos alimentan sin darnos cuenta
huecas las vidas no tienen
puertas.
Nunca sabremos porque tan
huecos mañana iremos
corriendo prestos a la
estación.