… Y a ti, amiga, que  me has escuchado durante todos estos días; que has percibido como se descuartiza un espíritu que coexiste en perdurable agonía…  
A ti, que has visto como un hombre  va dejando sus ataduras para hallar un embarcadero donde anclar…
Solo te pido que comprendas a esa persona que habita en mí…
No he sido pulcro ni pretendo serlo…
Hay un inquilino que siempre estuvo hurgando mi puerta y hoy lo dejaré entrar…
Como todo ser humano me formé  conociéndome con el tiempo.  Hoy se distinguir lo que es pasión; lo que es sexo…
Y sobre todo lo que es  el amor…
El sexo me ha servido para comunicar mis excitaciones mas  intimas; mis apetitos carnales del  individuo sensual que hay en cada persona…  
El ardor o la pasión me han llevado con los años a saber al dedillo como controlarla, a saber que mi cuerpo me envía los mensajes pero yo, solamente yo, soy el motor que los mueve…
Pero el amor…
Es un destello que no puedo controlar…
Porque el amor soy yo…
Porque el amor es…
Un  relámpago de energía que nos ensambla en un solo cuerpo…