Atar esta idea que acomete terca
voluntad de cambio,
arrasar su senda,
su noble capricho desnudando
trampas.
Violencia fecundan
los tiempos que avanzan
los fríos cuchillos que
ansían la sangre.
Tu boca de otro infeliz horizonte,
destino mortaja toreándole al rojo,
revelándose al blanco.
No hay moralejas
ni ritos mundanos.
Atar esta idea que madura cerca
voluntad de cambio,
ocultar su huella
fustigar su vicio
castigando ganas.
Dolores abundan, campos de batalla,
las armas en vano que abusan
descargas.
Tu cuerpo gozando tormento
sin norte, devoción que ultraja
temiendo al despojo,
al juicio, al quebranto,
sin odio, sin quejas
apretando manos.